“Algo ha cambiado en Brasil”
Desde el vestuario de la ‘Canarinha’ se respira felicidad y tranquilidad tras le llegada de Dorival al banquillo. Todo es diferente desde la última vez que se enfrentaron a Colombia.
16 de noviembre de 2023, Brasil naugraba en Barranquilla. El interinato de Fenando Diniz no ha dado el golpe de efecto que se esperaba. La Canarinha está tocada en su orgullo, pero aún tenía que tocar fondo. Derrota en el Superclásico de las Américas y el ‘no’ de Carlo Ancelotti, el tiro de gracia, hundieron a la pentacampeona del mundo en menos de seis meses. No obstante, después de tocar fondo solo queda subir. El nombramiento de Dorival Junior ha traído estabilidad a la Seleção. Respetado por todos, el vestuario ha encontrado la forma de volver a brillar.
No son pocos los jugadores que han visto un nuevo amanecer con la llegada del ex de São Paulo a Brasil. “Es el indicado para llevar a cabo la regeneración del equipo”, desplaza una fuente que prefiere quedar en el anonimato. Dorival llegó de casualidad al banquillo de la CBF, por golpes del destino y una necesidad urgente por hacer olvidar rápido el ‘caso Ancelotti’. No era la primera opción, pero sí la que terminó por aceptar el reto. Con apenas un puñado de partidos y entrenamientos, el técnico se juega ahora el partido más importante en su corta carrera con la pentacampeona, el partido contra Colombia de la madrugada del miércoles (03:00 am hora española).
“La Brasil que llega a este choque contra Colombia no es la misma que perdió con ellos el año pasado con Diniz. Algo ha cambiado”, dice otra fuente. Dorival ha traído estabilidad y serenidad a un equipo que no vivía así desde Tite. El de Araraquara es visto “como un padre” para los más jóvenes -a algunos ya les dirigió en el pasado, como a Beraldo o a João Gomes- y como “un maestro” por los más veteranos. Dorival arropa a los suyos, no permite que la crítica se pase con ellos y asume todas las responsabilidades, como en la derrota ante Costa Rica.
Tras el partido ante Paraguay, algo hizo click dentro de la Penta. Los jugadores han acogido como propio el mensaje de su técnico, la unión hace la fuerza, y “Brasil es consciente que no es favorita para alzarse con la Copa América”. Pero desde el vestuario no desplazan conformismo. La camiseta de la Verdeamarela pesa y están dispuestos a pelear hasta el final por dar la sorpresa. La confianza es plena, ahora el cielo es el límite.
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