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Athletic ATH
2
Berenguer 29', 41'
R. Sociedad RSO
1
Oyarzabal 87'
Finalizado

ATHLETIC 2 - REAL SOCIEDAD 1

Éxtasis bilbaíno en el derbi

El Athletic impuso su fútbol intenso ante una Real Sociedad muy blanda y sin capacidad de reacción. Doblete de Berenguer. Los leones se van a la cama terceros. Nueve puntos de distancia entre ambos.

El Athletic devolvió a la Real Sociedad el golpe de la primera vuelta. Los derbis vascos se quedan en casa, guardaditos en el almacén de cada estadio, sin sonreír al visitante. Berenguer estrenó cuenta en este tipo de citas por todo lo alto, fue el autor de dos tantos apoyado en oportunos rebotes. Los leones siguen avanzando con el sueño de la Champions gracias a su fútbol trepidante. Los de Imanol van perdiendo esencia, fueron muy blandos, se entregaron casi sin oposición por incapacidad propia y por la maña del enemigo para cortocircuitar la maquinaria que genera juego. Ante Cádiz, Alavés e incluso en Copa frente al débil Málaga han perdido mucha de esa brillantez que les ha puesto en vanguardia para deleitar a los que les gusta el buen fútbol.

Los de Bilbao mordieron, apretaron con toda su alma y casi siempre salieron victoriosos en las disputas. Están en órbita, van al galope en cada segundo. Hicieron correr como locos hacia atrás a los vecinos. El pulso de rivalidad vasca por excelencia citó a 51.475 espectadores en una jornada festiva en la ciudad del Guggenheim, máximo registro en Liga y a 69 del récord absoluto. Con 2-0 y el Athletic abrumando a sus muchachos, Imanol tardó una hora en reaccionar, mudó las bandas de ataque. Debería explicar por qué no jugó Turrientes si tan necesaria parecía su exuberancia. Las bajas de Traoré, Kubo y Sadiq se notaron más que la de Iñaki en los vizcaínos. Ante esta ausencia, otro Williams, el júnior, ha tomado las riendas como líder. Es que entre eso, el traspaso de Cho y las lesiones de Carlos Fernández, que se cayó de la lista antes de empezar por molestias en una rodilla y dejó su sitio a Dadie, y un André Silva que aún está renqueante, se quedó Imanol con Oyarzabal y Barrene y unos cuantos chavalitos para morder en ataque. Lo único positivo para los guipuzcoanos es que supieron defender el coeficiente goleador (3-0 en la ida). El desgaste de la Champions también lo están notando mucho.

Antes de empezar se rindió tributo a Martón, un excompañero de los rojiblancos que ha sufrido una terrible lesión con el Mirandés. “Estamos contigo”, rezaba una camiseta en la foto inicial. Era el pulso de un equipo en pleno esplendor, el Athletic, contra otro que está perdiendo pluma últimamente. Los dos trataban de competir con su estilo. En la nómina del derbi ya se sabe que va tanta electricidad que muchas veces hay que saber controlarla para no acabar chamuscado. Valverde e Imanol apostaron por la continuidad, si algo funciona, mejor no tocarlo. Los mismos del Pizjuán en el bando rojiblanco y todos menos Muñoz, en su lugar entró Tierney, en el txuri-urdin.

El ritmo y la tensión eran altos, pero el fútbol se quedó olvidado en algún rincón oculto de la Catedral. Los donostiarras amenazaron con una presión alta, con líneas juntas y los de banda metidos por dentro, tratando de que el balón saliera sucio por las piernas de Galarreta y Vesga, los pilotos en el bólido local. Todos estaban demasiado tensionados, hiperactivos, con la respiración agitada, y los que ponen la pausa, es decir los Galarreta, Vesga, Zubimendi o Zakharyan no aparecían. Luego todo fue cambiando de rumbo. El exjugador del Mallorca es una delicia con y sin balón, un fichajazo. Si muchos podían pensar que sin Remiro el juego no pasaría tanto por el portero, Marrero imitó al cascantino.

El derbi iba a todo meter sin encontrar momentos de lectura sosegada. Y ante ese frenesí, nadie como Nico Williams, que no concibe la vida sin el vértigo máximo. Simón sacó la pelota rápidamente para la galopada del hermano de Iñaki, que obligó a Odriozola a dispararse para echarle el guante. Fue tal su esfuerzo que se rompió en los isquios. En Copa acabó tocado en el gemelo y esta vez se dolió más arriba. Entró Elustondo en su lugar. Un parte de bajas infinito.

Las chispas podían salta por cualquier lado, esas tanganas que echa de menos Imanol. Galarreta se fue al suelo y retuvo una pelota que trataron de golpear Merino y Barrenetxea, aunque dieron alguna patada al mediocampista rojiblanco. Lekue se las tuvo tiesas con Merino. La estrategia era probar a Marrero en su primera titularidad en la Liga, en un derbi vasco nada menos. Tras ese rifirrafe se sacó una falta en la que el meta realista salió a por uvas y casi se traga un cabezazo de Vesga.

Seguía el pulso demasiado revolucionado y ese desmán conducía a la precipitación. Los leones perdían balones con facilidad, a veces por indecisiones. El descontrol era un océano en el que empezó a navegar mucho más cómodo el Athletic. A la media hora, Yuri dobló muy bien a Nico Williams. Oyarzabal persiguió al lateral, pero no pudo prolongar su carrera de vigilancia hasta el final. El centro del lateral recorrió el área pequeña. Guruzeta merodeaba por esa zona, y le llegó la pelota mansa a Berenguer, que no tuvo más que empujarla. La Real acusó el golpe. Parecía un equipo fantasmagórico, con once sombras haciendo la guerra por su cuenta, fuera de sitio. sin verticalidad ni noticias en las cercanías de Simón. Un bloque que no tenía nada que ver con ese que lleva un año disfrutando en el juego posicional en la Champions. Le falta chicha para someter a los rivales. Todo lo contrario que los bilbaínos, que sin cocinar un fútbol de estrellas Michelin, sabían ser más profundos y amigarse con la línea de fondo. Se jugaba a lo que les gusta: intensidad, ida y vuelta, rock and roll...

El segundo tanto se demoró poco, era cuestión de tiempo. Sancet metió un pase profundo al de siempre, Nico Williams. Se detuvo el tiempo con el balón en los pies del hermano de Iñaki. Tierney desatendió la vigilancia que le demandaba ese instante. Centró el 11 y no pudo reatar Vesga, el cuero se enredó entre Guruzeta, de nuevo en la zona de peligro, y Zubeldia. El rechace lo colocó muy bien junto al poste Berenguer, con la zurda. Los leones leyeron muy bien el choque, si no veían espacios echaban el freno y metían la bola en una caja fuerte. Para rematar, otros piques, entre Yuri y Brais Méndez, por un lado, y luego Le Normand y Unai Gómez, que dibujaron un final muy brusco. Imanol no daba crédito ante la blandura de su gente en el área. Cambió a los extremos y encontró muy poca reacción. Solo un remate de Elustondo en el minuto 58, que se fue cerca del poste de Simón. Su Real estaba totalmente perdida. El derbi les superó de cabo a rabo, aunque maquillaron el marcador en el minuto 88 con un tanto que tras disparo en semifallo de Aihen Muñoz rebotó en el pecho de Oyarzabal, en una tarde de billar. El primer tiro entre palos. San Mamés acabó con el vacilón ‘¿Y Remiro qué?’. El Athletic duerme tercero, a siete puntos de los líderes. ¿Quién manda en Euskadi? Respuesta: el que lleva nueve puntos más.

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Cambios

Aritz Elustondo (18', Álvaro Odriozola), Alberto Dadie (62', Arsen Zakharyan), Jon Magunazelaia (62', Ander Barrenetxea), Unai Gómez (69', Oihan Sancet), Ander Herrera (70', Íñigo Ruíz de Galarreta), Asier Villalibre (73', Gorka Guruzeta), Aihen Muñoz (79', Kieran Tierney), Jon Olasagasti (79', Brais Méndez), Iker Muniain (84', Alex Berenguer), Malcom Adu (84', Nico Williams)

Goles

1-0, 29': Berenguer, 2-0, 41': Berenguer, 2-1, 87': Oyarzabal

Tarjetas

Arbitro: José Luis Munuera Montero
Arbitro VAR: Eduardo Prieto Iglesias, Carlos Álvarez Fernández
Barrenetxea (60',Amarilla) Merino (89',Amarilla) Le Normand (91',Amarilla) Unai Gómez (92',Amarilla) Elustondo (92',Amarilla)

Clasificación
Clasificación PT PJ PG PE PP
1 48 19 15 3 1
2 48 19 15 3 1
3 41 20 12 5 3
4 41 19 12 5 2
5 38 19 12 2 5
Clasificación PT PJ PG PE PP
4 41 19 12 5 2
5 38 19 12 2 5
6 32 20 8 8 4
7 31 20 7 10 3
8 28 20 8 4 8