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25 derbis polémicos

Descubre 25 partidos entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid que pasaron a la historia por diferentes motivos.

Los primeros enfrentamientos (siempre de carácter amistoso) entre madridistas y athléticos se produjeron principalmente por la proximidad entre los campos de juego del Madrid y el Athletic. Ese factor hizo frecuente los partidos entre ambos equipos. Poco a poco crecía el número de espectadores, que pretendían atender y comprender un deporte en auge a comienzos del siglo XX. Sin embargo, el 2 de diciembre de 1906 se jugó el primer derbi oficial de la historia. Ambos equipos se midieron en un partido del Campeonato Regional de Madrid. Ganaron los blancos 2-1, pero comenzaba un duelo eterno que ha visto partidos en casi todas las competiciones posibles (solamente en el Mundial de Clubes no se ha visto dicho enfrentamiento): Liga, Copa, Campeonatos Regionales, Supercopas de España, Supercopas de Europa… y sobre todo la Champions, con tres duelos históricos.
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Los orígenes del derbi

Los primeros enfrentamientos (siempre de carácter amistoso) entre madridistas y athléticos se produjeron principalmente por la proximidad entre los campos de juego del Madrid y el Athletic. Ese factor hizo frecuente los partidos entre ambos equipos. Poco a poco crecía el número de espectadores, que pretendían atender y comprender un deporte en auge a comienzos del siglo XX. Sin embargo, el 2 de diciembre de 1906 se jugó el primer derbi oficial de la historia. Ambos equipos se midieron en un partido del Campeonato Regional de Madrid. Ganaron los blancos 2-1, pero comenzaba un duelo eterno que ha visto partidos en casi todas las competiciones posibles (solamente en el Mundial de Clubes no se ha visto dicho enfrentamiento): Liga, Copa, Campeonatos Regionales, Supercopas de España, Supercopas de Europa… y sobre todo la Champions, con tres duelos históricos.

Natural de Villabona (Guipúzcoa), Luis Olaso se hizo futbolista en Madrid. No en vano, militó en el Athletic primero (entre 1919 y 1929), antes de pasar al Madrid (1929-1933), en donde colgaría las botas. El hecho de que pasase del conjunto rojiblanco al bando madridista es llamativo, ya que fue por una discusión con un directivo a raíz de que le quitasen el grado de capitán de la plantilla. Pero Luis Olaso, como su hermano, protagonizaron un escándalo de la época tras un derbi en el Campeonato Regional. Era el año 1927, los blancos recibían a los rojiblancos en su estadio. Era la tercera jornada del Campeonato Regional. En el minuto 62 del encuentro, un remate de Luis Uribe es despejado por el meta athlético Meseguer, pero el colegiado del encuentro, Rojas, concede gol. Enseguida, varios jugadores rojiblancos protestan, lo que lleva a la expulsión de Luis Olaso. Días después, se harían públicas las sanciones: Advertir públicamente a los hermanos Olaso (Luis y Alfonso) y a Cosme. Sancionar con una multa de 100 pesetas a cada jugador… y un mes de castigo para Luis Olaso a cumplir cuando el Athletic acabase la temporada…
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Olaso protesta y le sancionan con un mes de castigo

Natural de Villabona (Guipúzcoa), Luis Olaso se hizo futbolista en Madrid. No en vano, militó en el Athletic primero (entre 1919 y 1929), antes de pasar al Madrid (1929-1933), en donde colgaría las botas. El hecho de que pasase del conjunto rojiblanco al bando madridista es llamativo, ya que fue por una discusión con un directivo a raíz de que le quitasen el grado de capitán de la plantilla. Pero Luis Olaso, como su hermano, protagonizaron un escándalo de la época tras un derbi en el Campeonato Regional. Era el año 1927, los blancos recibían a los rojiblancos en su estadio. Era la tercera jornada del Campeonato Regional. En el minuto 62 del encuentro, un remate de Luis Uribe es despejado por el meta athlético Meseguer, pero el colegiado del encuentro, Rojas, concede gol. Enseguida, varios jugadores rojiblancos protestan, lo que lleva a la expulsión de Luis Olaso. Días después, se harían públicas las sanciones: Advertir públicamente a los hermanos Olaso (Luis y Alfonso) y a Cosme. Sancionar con una multa de 100 pesetas a cada jugador… y un mes de castigo para Luis Olaso a cumplir cuando el Athletic acabase la temporada…

 Pablo Hernández Coronado fue uno de los grandes prohombres del fútbol español. Fue jugador, entrenador (llegó a ser seleccionador nacional), directivo… Siendo secretario técnico del Real Madrid ideó cosas curiosas y llamativas. Una de ellas fue la de introducir los dorsales en las camisetas de los jugadores (otra curiosa fue la de crear dos equipos del Madrid: uno, sólo de titulares para que jugasen únicamente como locales, y otro, formado por suplentes para que jugasen allí donde les tocase). Y la primera vez que lo quiso llevar a cabo fue un absoluto desastre para los madridistas. Sucedió en la campaña 1947-48, en la novena jornada del Campeonato de Liga. Era el 23 de noviembre de 1947, y el Atlético recibía a los blancos en el Stadium Metropolitano. Ese día, los jugadores del Madrid iban numerados desde el 2 al 11. Los blancos salieron con Calleja (portero), 2 Clemente, 3 Corona; 4 Pont, 5 Ortiz, 6 Huete; 7 Macala, 8 Chus Alonso, 9 Pruden, 10 Molowny y 11 Cabrera. El partido es un absoluto ejercicio de dominio de los rojiblancos, que logran la primera manita de los derbis gracias a la actuación de su ataque, que pasaría a denominarse La delantera de seda. La formaban Juncosa (autor de dos goles), Vidal (uno), Silva, Campos (uno) y Escudero (uno). Al día siguiente, los aficionados rojiblancos presumían por las calles de Madrid: “Les hemos ganado Ortiz (el número 5 de los madridistas) a cero…”. Pero la idea de los dorsales cuajaría: al año siguiente en la campaña 1948-49, la Federación Española aprobaría que todos los equipos deberían lucir los dorsales en sus camisetas. La manita se la devolvería el Madrid al Atlético en 1983...
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El Atlético ganó ‘Ortiz a cero’

Pablo Hernández Coronado fue uno de los grandes prohombres del fútbol español. Fue jugador, entrenador (llegó a ser seleccionador nacional), directivo… Siendo secretario técnico del Real Madrid ideó cosas curiosas y llamativas. Una de ellas fue la de introducir los dorsales en las camisetas de los jugadores (otra curiosa fue la de crear dos equipos del Madrid: uno, sólo de titulares para que jugasen únicamente como locales, y otro, formado por suplentes para que jugasen allí donde les tocase). Y la primera vez que lo quiso llevar a cabo fue un absoluto desastre para los madridistas. Sucedió en la campaña 1947-48, en la novena jornada del Campeonato de Liga. Era el 23 de noviembre de 1947, y el Atlético recibía a los blancos en el Stadium Metropolitano. Ese día, los jugadores del Madrid iban numerados desde el 2 al 11. Los blancos salieron con Calleja (portero), 2 Clemente, 3 Corona; 4 Pont, 5 Ortiz, 6 Huete; 7 Macala, 8 Chus Alonso, 9 Pruden, 10 Molowny y 11 Cabrera. El partido es un absoluto ejercicio de dominio de los rojiblancos, que logran la primera manita de los derbis gracias a la actuación de su ataque, que pasaría a denominarse La delantera de seda. La formaban Juncosa (autor de dos goles), Vidal (uno), Silva, Campos (uno) y Escudero (uno). Al día siguiente, los aficionados rojiblancos presumían por las calles de Madrid: “Les hemos ganado Ortiz (el número 5 de los madridistas) a cero…”. Pero la idea de los dorsales cuajaría: al año siguiente en la campaña 1948-49, la Federación Española aprobaría que todos los equipos deberían lucir los dorsales en sus camisetas. La manita se la devolvería el Madrid al Atlético en 1983...

La temporada 1947-48 vio el estreno del nuevo estadio madridista, llamado en un principio Chamartín (posteriormente se cambiaría a estadio Santiago Bernabéu). Pero la situación del equipo blanco no era nada buena. Rondaba los puestos bajos de la tabla clasificatoria, cuando el 29 de febrero de 1948 (el día de clavo del calendario), se jugaba el derbi entre vecinos madrileños. Ese día, los rojiblancos juegan por primera vez en el nuevo coliseo blanco. Desde un primer momento se observa su superioridad. Escudero, con un gran cabezazo, inaugura el marcador. Los blancos tiran de casta… hasta que a tres minutos de la llegada del descanso se produce la jugada clave: un ataque blanco acaba con un disparo de Barinaga al larguero. Se produce un pequeño barullo, y el balón aparece dentro de las redes rojiblancas. Saso, portero atlético, y Riera protestan: dicen que Alsúa ha marcado con la mano. Azón, el colegiado, concede el tanto. El partido acabará con ese resultado de empate a un tanto. Al día siguiente, la foto de Alsúa (un extremo que jugó siete campañas de blanco dejando 34 goles en 134 partidos) golpeando el balón con la mano apareció en todos los diarios gráficos, aumentando el cabreo de los rojiblancos…
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Y Alsúa metió la mano… y marcó gol

La temporada 1947-48 vio el estreno del nuevo estadio madridista, llamado en un principio Chamartín (posteriormente se cambiaría a estadio Santiago Bernabéu). Pero la situación del equipo blanco no era nada buena. Rondaba los puestos bajos de la tabla clasificatoria, cuando el 29 de febrero de 1948 (el día de clavo del calendario), se jugaba el derbi entre vecinos madrileños. Ese día, los rojiblancos juegan por primera vez en el nuevo coliseo blanco. Desde un primer momento se observa su superioridad. Escudero, con un gran cabezazo, inaugura el marcador. Los blancos tiran de casta… hasta que a tres minutos de la llegada del descanso se produce la jugada clave: un ataque blanco acaba con un disparo de Barinaga al larguero. Se produce un pequeño barullo, y el balón aparece dentro de las redes rojiblancas. Saso, portero atlético, y Riera protestan: dicen que Alsúa ha marcado con la mano. Azón, el colegiado, concede el tanto. El partido acabará con ese resultado de empate a un tanto. Al día siguiente, la foto de Alsúa (un extremo que jugó siete campañas de blanco dejando 34 goles en 134 partidos) golpeando el balón con la mano apareció en todos los diarios gráficos, aumentando el cabreo de los rojiblancos…

FOTO:DIARIO ASDIARIO AS
 El premio gordo era poder jugar la final de la Copa de Europa de la campaña 1958-59, pero tuvieron que ir a Zaragoza para dirimirlo. ¿El motivo? El Madrid había ganado su enfrentamiento a los rojiblancos en el Bernabéu (2-1), y los atléticos les habían devuelto la moneda en el Stadium Metropolitano. Los vecinos (y rivales) se vieron las caras por primera vez en la máxima competición continental en la temporada 1958-59. Los blancos, como vigentes campeones del torneo. Los atléticos, al haber ganado la Liga 1957-58. Pero no fue hasta las semifinales del torneo cuando sus caminos se cruzaron. Tras ganar cada uno en su estadio, La Romareda, sería el escenario dónde uno de los dos alcanzaría la final de Stuttgart. Ganó el Madrid gracias a un gol de Puskas, que inclinó la balanza hacia el pase blanco con un disparo de los suyos. Previamente Collar había igualado un tanto inicial de Di Stéfano. El Madrid proseguía su aventura europea…
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Desempate europeo en Zaragoza (1958-59)

El premio gordo era poder jugar la final de la Copa de Europa de la campaña 1958-59, pero tuvieron que ir a Zaragoza para dirimirlo. ¿El motivo? El Madrid había ganado su enfrentamiento a los rojiblancos en el Bernabéu (2-1), y los atléticos les habían devuelto la moneda en el Stadium Metropolitano. Los vecinos (y rivales) se vieron las caras por primera vez en la máxima competición continental en la temporada 1958-59. Los blancos, como vigentes campeones del torneo. Los atléticos, al haber ganado la Liga 1957-58. Pero no fue hasta las semifinales del torneo cuando sus caminos se cruzaron. Tras ganar cada uno en su estadio, La Romareda, sería el escenario dónde uno de los dos alcanzaría la final de Stuttgart. Ganó el Madrid gracias a un gol de Puskas, que inclinó la balanza hacia el pase blanco con un disparo de los suyos. Previamente Collar había igualado un tanto inicial de Di Stéfano. El Madrid proseguía su aventura europea…

El 28 de febrero de 1954, el Madrid caminaba hacia la consecución del título tras 21 años de sequía. El marcador señala un preocupante empate para los blancos, cuando Di Stéfano desvía con el tacón un disparo de Atienza. Es el tanto de la victoria madridista, aunque, para los rojiblancos, el argentino estaba en fuera de juego. No obstante, su genialidad quedó para la eternidad. Fue un gol de “taquito”, como le gustaba decir al propio Di Stéfano, que quedó para la eternidad. Es más, La Saeta siempre dijo que de ningún gol le habían hablado tanto como de ése. Fue un gol de espaldas a la portería, el disparo-centro-chut de Atienza se quedó franco y Di Stéfano desviaba el balón de sentido ante un Menéndez (portero rojiblanco) que se quedó sorprendido. Quizá en ese giro de sentido comenzaba un nuevo camino para el Madrid. Un giro de tobillo que edificó un equipo que ganaría cinco Copas de Europa de manera consecutiva. Aunque la afición rojiblanca siga viendo fuera de juego en la posición de Di Stéfano.
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Gol de Di Stéfano de tacón (1960-61)

El 28 de febrero de 1954, el Madrid caminaba hacia la consecución del título tras 21 años de sequía. El marcador señala un preocupante empate para los blancos, cuando Di Stéfano desvía con el tacón un disparo de Atienza. Es el tanto de la victoria madridista, aunque, para los rojiblancos, el argentino estaba en fuera de juego. No obstante, su genialidad quedó para la eternidad. Fue un gol de “taquito”, como le gustaba decir al propio Di Stéfano, que quedó para la eternidad. Es más, La Saeta siempre dijo que de ningún gol le habían hablado tanto como de ése. Fue un gol de espaldas a la portería, el disparo-centro-chut de Atienza se quedó franco y Di Stéfano desviaba el balón de sentido ante un Menéndez (portero rojiblanco) que se quedó sorprendido. Quizá en ese giro de sentido comenzaba un nuevo camino para el Madrid. Un giro de tobillo que edificó un equipo que ganaría cinco Copas de Europa de manera consecutiva. Aunque la afición rojiblanca siga viendo fuera de juego en la posición de Di Stéfano.

Apenas un mes y medio de haber ganado la Liga, el Madrid alzaría otro título. Esta vez sería la Copa. Y lo hizo en un marco incomparable como era el Vicente Calderón ante el Atlético de Madrid. Fue un partido magnífico con alternativas en el juego y ocasiones en ambas porterías muy bien resueltas por Miguel Ángel y Reina. El gallego llevó la Copa al Bernabéu al detener dos lanzamientos en la tanda de penaltis. Pero, una vez más, los errores humanos condenaron a los de Luis Aragonés, que se había hecho cargo del banquillo rojiblanco. Las quejas eran en contra de la labor del colegiado Urrestarazu. En un lance del encuentro, un disparo de Becerra fue despejado por Miguel Ángel. Para unos, el balón había entrado, para otros, no. El más rotundo fue Luis Aragonés, que en su atención a la Prensa, fue contundente: “Ha sido gol. Lo he visto por televisión. Tenemos un aparato en el vestuario y he visto la jugada cuatro veces: no sólo se sacó el balón de dentro, es que un defensa, además, le dio con la mano”. Los aficionados rojiblancos también se quejaban de otra jugada en la que la posición de Benegas en un remate que fue gol, anulado por Urrestarazu por estar el jugador rojiblanco en posición antirreglamentaria, según su linier…
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Urrestarazu enfada a la parroquia rojiblanca en la final de Copa

Apenas un mes y medio de haber ganado la Liga, el Madrid alzaría otro título. Esta vez sería la Copa. Y lo hizo en un marco incomparable como era el Vicente Calderón ante el Atlético de Madrid. Fue un partido magnífico con alternativas en el juego y ocasiones en ambas porterías muy bien resueltas por Miguel Ángel y Reina. El gallego llevó la Copa al Bernabéu al detener dos lanzamientos en la tanda de penaltis. Pero, una vez más, los errores humanos condenaron a los de Luis Aragonés, que se había hecho cargo del banquillo rojiblanco. Las quejas eran en contra de la labor del colegiado Urrestarazu. En un lance del encuentro, un disparo de Becerra fue despejado por Miguel Ángel. Para unos, el balón había entrado, para otros, no. El más rotundo fue Luis Aragonés, que en su atención a la Prensa, fue contundente: “Ha sido gol. Lo he visto por televisión. Tenemos un aparato en el vestuario y he visto la jugada cuatro veces: no sólo se sacó el balón de dentro, es que un defensa, además, le dio con la mano”. Los aficionados rojiblancos también se quejaban de otra jugada en la que la posición de Benegas en un remate que fue gol, anulado por Urrestarazu por estar el jugador rojiblanco en posición antirreglamentaria, según su linier…

Emilio Carlos Guruceta Muro fue uno de los mejores árbitros españoles de la década los 70 y los 80, aunque fueron mucho más sonados sus errores (de bulto) a lo largo de su carrera arbitral, frenada en seco por un accidente mortal en Fraga en 1987 cuando se dirigía a arbitrar un encuentro de Liga entre el Osasuna de Pamplona y el Real Madrid de Copa. Uno de esos tuvo como protagonistas al Atlético de Madrid y al Real Madrid. Fue una eliminatoria de Copa en 1979, y en la que el equipo blanco eliminó de la competición a los rojiblancos… tras anularles dos goles, uno de Arteche en el minuto 80 de encuentro, y otro de Leivinha en el minuto 103, en medio de la prórroga. No contento con eso, tampoco señaló un penalti por caída de Rubén Cano en el área blanca (“Para que te cobren un penalti aquí te tienen que operar de apendicitis”, diría tras el partido). Pero lo que irritó a los seguidores rojiblancos fue su actitud tras anular el gol de Leivinha. Un tanto que había concedido, pero que su juez de línea le avisó. El cabreo del vestuario atlético era de tal calibre que el técnico húngaro Ferenc Szusza lo quiso resumir de la siguiente manera: “Soy extranjero y deportista y no está bien que diga cosas feas…”.
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Semifinales de Copa de 1979 (pitó Guruceta)

Emilio Carlos Guruceta Muro fue uno de los mejores árbitros españoles de la década los 70 y los 80, aunque fueron mucho más sonados sus errores (de bulto) a lo largo de su carrera arbitral, frenada en seco por un accidente mortal en Fraga en 1987 cuando se dirigía a arbitrar un encuentro de Liga entre el Osasuna de Pamplona y el Real Madrid de Copa. Uno de esos tuvo como protagonistas al Atlético de Madrid y al Real Madrid. Fue una eliminatoria de Copa en 1979, y en la que el equipo blanco eliminó de la competición a los rojiblancos… tras anularles dos goles, uno de Arteche en el minuto 80 de encuentro, y otro de Leivinha en el minuto 103, en medio de la prórroga. No contento con eso, tampoco señaló un penalti por caída de Rubén Cano en el área blanca (“Para que te cobren un penalti aquí te tienen que operar de apendicitis”, diría tras el partido). Pero lo que irritó a los seguidores rojiblancos fue su actitud tras anular el gol de Leivinha. Un tanto que había concedido, pero que su juez de línea le avisó. El cabreo del vestuario atlético era de tal calibre que el técnico húngaro Ferenc Szusza lo quiso resumir de la siguiente manera: “Soy extranjero y deportista y no está bien que diga cosas feas…”.

Cabeza echa un órdago y convoca ‘El derbi de la tortilla’ El verano de 1980 fue intenso en el Atlético de Madrid: Vicente Calderón dejaba su cargo de presidente. Le seguiría el doctor Alfonso Cabeza, un eminente médico forense, director del hospital La Paz, tras retirarse Mariano Romero, el otro gran candidato, tras una trágica pérdida familiar. Así las cosas, Alfonso Cabeza se convertía en el máximo mandatario rojiblanco. Hombre impulsivo, de gran personalidad y carácter, locuaz… el doctor Cabeza era todo un personaje. El Atlético tuvo un arranque espectacular: antes de visitar el Camp Nou, en la décima jornada, sumaba siete triunfos y dos empates. Pero precisamente se quejó de la actitud de los dos colegiados en los partidos que el Atlético empató… Poco a poco fue quejándose y criticando más y más la labor arbitral mientras los miembros de su directiva le pedían que acabase con ellas. Pero Cabeza insistía, a veces con razón, otras sin ella… hasta que llegó el tramo final de la Liga. Tras perder ante el Espanyol (2-1), empatar con el Salamanca en el Calderón (1-1) y volver a perder ante Osasuna (3-0). El Madrid y la Real Sociedad aprietan cuando se produjo el escándalo: en un encuentro ante el Zaragoza en el estadio rojiblanco y bajo la dirección de Álvarez Margüenda, los maños ganan 1-2, con un gol de Valdano. En medio de un jaleo estratosférico, con vallas caídas, el árbitro saliendo escoltado por la policía, dos jugadores atléticos expulsados (Marcos y Robi)… Aun así empata en Valencia, pero llega a la penúltima jornada, en donde se mide al Madrid en el Bernabéu. Cabeza anuncia que no irá al estadio madridista porque considera que los colegiados han perjudicado al Atlético, y en su lugar afirma que espera a los aficionados rojiblancos a comer tortilla el mismo día y a la misma hora que daba comienzo el derbi en el Bernabéu. Acudieron unos 10.000 hinchas atléticos al Calderón… El Madrid ganó el derbi (2-0). El Atlético sólo sumó tres puntos en los siete últimos encuentros.
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Cabeza echa un órdago y convoca ‘El derbi de la tortilla’

Cabeza echa un órdago y convoca ‘El derbi de la tortilla’ El verano de 1980 fue intenso en el Atlético de Madrid: Vicente Calderón dejaba su cargo de presidente. Le seguiría el doctor Alfonso Cabeza, un eminente médico forense, director del hospital La Paz, tras retirarse Mariano Romero, el otro gran candidato, tras una trágica pérdida familiar. Así las cosas, Alfonso Cabeza se convertía en el máximo mandatario rojiblanco. Hombre impulsivo, de gran personalidad y carácter, locuaz… el doctor Cabeza era todo un personaje. El Atlético tuvo un arranque espectacular: antes de visitar el Camp Nou, en la décima jornada, sumaba siete triunfos y dos empates. Pero precisamente se quejó de la actitud de los dos colegiados en los partidos que el Atlético empató… Poco a poco fue quejándose y criticando más y más la labor arbitral mientras los miembros de su directiva le pedían que acabase con ellas. Pero Cabeza insistía, a veces con razón, otras sin ella… hasta que llegó el tramo final de la Liga. Tras perder ante el Espanyol (2-1), empatar con el Salamanca en el Calderón (1-1) y volver a perder ante Osasuna (3-0). El Madrid y la Real Sociedad aprietan cuando se produjo el escándalo: en un encuentro ante el Zaragoza en el estadio rojiblanco y bajo la dirección de Álvarez Margüenda, los maños ganan 1-2, con un gol de Valdano. En medio de un jaleo estratosférico, con vallas caídas, el árbitro saliendo escoltado por la policía, dos jugadores atléticos expulsados (Marcos y Robi)… Aun así empata en Valencia, pero llega a la penúltima jornada, en donde se mide al Madrid en el Bernabéu. Cabeza anuncia que no irá al estadio madridista porque considera que los colegiados han perjudicado al Atlético, y en su lugar afirma que espera a los aficionados rojiblancos a comer tortilla el mismo día y a la misma hora que daba comienzo el derbi en el Bernabéu. Acudieron unos 10.000 hinchas atléticos al Calderón… El Madrid ganó el derbi (2-0). El Atlético sólo sumó tres puntos en los siete últimos encuentros.

FOTO:DIARIO ASDIARIO AS
La temporada 1986-87 es el Campeonato de Liga más largo en la historia de la Liga. Tras jugar las 34 jornadas habituales (entonces la Liga la disputaban 18 equipos), se disputó una fase final, en la que seis equipos lucharon por el título, otros seis por evitar el descenso y los seis restantes, para entrar en la Copa de la Liga. A este campeonato se le denominó Liga de los playoffs. Pero cuando estaba a falta de dos jornadas para finalizar la primera fase (el campeonato normal), un mazazo sacudió a la afición atlética. El 24 de marzo fallecía Vicente Calderón. El gran presidente rojiblanco tenía 73 años de edad, había sufrido un paro cardíaco a las once horas de la mañana tras haber entrado en coma dos días antes. Al día siguiente, en medio de grandes manifestaciones de pesar, tuvo lugar su entierro en la localidad valenciana de Gandía. Precisamente, ese día estaba programado un derbi en el Bernabéu entre el Madrid y el Atlético, que se pospuso al día siguiente, jueves. Ambos equipos salieron con la bandera de su rival. En los escudos, dos crespones negros mostraban el carácter luctuoso del encuentro. Las banderas se dispusieron a media asta. Los 25 protagonistas lucieron crespones negros (tanto jugadores como el trío arbitral), se guardó un minuto de silencio y se rezó un Padre Nuestro. El partido, que fue lo de menos, lo ganó el Madrid con solvencia (4-1).
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La muerte de Vicente Calderón lleva el derbi a un jueves

La temporada 1986-87 es el Campeonato de Liga más largo en la historia de la Liga. Tras jugar las 34 jornadas habituales (entonces la Liga la disputaban 18 equipos), se disputó una fase final, en la que seis equipos lucharon por el título, otros seis por evitar el descenso y los seis restantes, para entrar en la Copa de la Liga. A este campeonato se le denominó Liga de los playoffs. Pero cuando estaba a falta de dos jornadas para finalizar la primera fase (el campeonato normal), un mazazo sacudió a la afición atlética. El 24 de marzo fallecía Vicente Calderón. El gran presidente rojiblanco tenía 73 años de edad, había sufrido un paro cardíaco a las once horas de la mañana tras haber entrado en coma dos días antes. Al día siguiente, en medio de grandes manifestaciones de pesar, tuvo lugar su entierro en la localidad valenciana de Gandía. Precisamente, ese día estaba programado un derbi en el Bernabéu entre el Madrid y el Atlético, que se pospuso al día siguiente, jueves. Ambos equipos salieron con la bandera de su rival. En los escudos, dos crespones negros mostraban el carácter luctuoso del encuentro. Las banderas se dispusieron a media asta. Los 25 protagonistas lucieron crespones negros (tanto jugadores como el trío arbitral), se guardó un minuto de silencio y se rezó un Padre Nuestro. El partido, que fue lo de menos, lo ganó el Madrid con solvencia (4-1).

FOTO:DIARIO ASDIARIO AS
Nadie quiso perdérselo. Si no estuvo presente en el estadio, lo vio al día siguiente en los informativos de TVE y en Estudio Estadio. Fue una jugada que hasta hoy día sigue siendo uno de los grandes reclamos del derbi madrileño. En la campaña 1988-89, el derbi entre madridistas y rojiblancos dejó un reguero de recuerdos. Transcurría el minuto 63 de partido, y el partido marchaba 1-1, cuando Buyo salió de su área para encarar a Futre, que se quedaba solo delante del meta gallego. Éste fue con toda la intención de que el portugués no pasara, cosa que pasó, pero dejándole un recado. Futre, un hombre de carácter, fue a por el portero, chocando los dos. Con Futre a un lado y Buyo a unos tres-cuatro metros, el cancerbero, rodando por el césped, alcanzó la posición del atlético, y le agredió. Orejuela, que llegó para calmar, se llevó un puñetazo en la pierna y fue expulsado no se supo nunca muy bien por qué. Martín Navarrete, colegiado del encuentro, vio cómo su arbitraje era rectificado días después: levantaron la tarjeta roja a Orejuela, a Futre, expulsado posteriormente por encararse con el banquillo blanco, le cayeron tres encuentros de sanción. A su rival en el incidente, Buyo, le pusieron uno más: cuatro… El partido lo ganó el Madrid con un gol de Martín Vázquez en el minuto 91. Tendillo fue expulsado y a Schuster le rompieron la nariz. ¿Faltaba algo más?
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Buyo, Futre y un violento altercado en el Bernabéu

Nadie quiso perdérselo. Si no estuvo presente en el estadio, lo vio al día siguiente en los informativos de TVE y en Estudio Estadio. Fue una jugada que hasta hoy día sigue siendo uno de los grandes reclamos del derbi madrileño. En la campaña 1988-89, el derbi entre madridistas y rojiblancos dejó un reguero de recuerdos. Transcurría el minuto 63 de partido, y el partido marchaba 1-1, cuando Buyo salió de su área para encarar a Futre, que se quedaba solo delante del meta gallego. Éste fue con toda la intención de que el portugués no pasara, cosa que pasó, pero dejándole un recado. Futre, un hombre de carácter, fue a por el portero, chocando los dos. Con Futre a un lado y Buyo a unos tres-cuatro metros, el cancerbero, rodando por el césped, alcanzó la posición del atlético, y le agredió. Orejuela, que llegó para calmar, se llevó un puñetazo en la pierna y fue expulsado no se supo nunca muy bien por qué. Martín Navarrete, colegiado del encuentro, vio cómo su arbitraje era rectificado días después: levantaron la tarjeta roja a Orejuela, a Futre, expulsado posteriormente por encararse con el banquillo blanco, le cayeron tres encuentros de sanción. A su rival en el incidente, Buyo, le pusieron uno más: cuatro… El partido lo ganó el Madrid con un gol de Martín Vázquez en el minuto 91. Tendillo fue expulsado y a Schuster le rompieron la nariz. ¿Faltaba algo más?

 La final copera de 1992 vio de nuevo un derbi en el último y decisivo partido. Madridistas y atléticos se enfrentaron en el Santiago Bernabéu. Los blancos llegaban tocados en su orgullo: habían perdido la Liga en Tenerife y había fracasado en la Copa de la UEFA al caer eliminado ante el Torino. La final no sería menos. Los jugadores atléticos salieron enrabietados al campo, en parte por la arenga que les lanzó Luis Aragonés y que narró Petón: ““¿Lo han entendido? ¿Lo han entendido? ¿Sí? Pues esto -golpeando la pizarra- no vale para nada. Lo que vale es que sois mejores y que estoy hasta los huevos de perder con estos, de perder en este campo. Lo que vale es que sois el Atlético de Madrid y hay 50.000 dentro que van a morir por vosotros, hay que morir por ellos, por la camiseta, por vuestro orgullo, hay que salir y decir en el campo que sólo hay un campeón y va de rojo y blanco”. Algunos añaden la coletilla: “Si no ganan hoy, me meto una botella de Coca Cola familiar por el cu….”. No hizo falta… Los rojiblancos se pegaron un día de fiesta en casa de su rival con sendos golazos de Schuster (convirtió con magistral precisión una falta directa, vengándose así de su exequipo) y de Futre, que engarzaba una jugada personal para batir a Buyo con un disparo seco al primer palo. La afición rojiblanca bajó andando desde el Bernabéu a Neptuno, como ya había hecho un año antes cuando derrotó al Mallorca.
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La espina sacada de Schuster y Futre

La final copera de 1992 vio de nuevo un derbi en el último y decisivo partido. Madridistas y atléticos se enfrentaron en el Santiago Bernabéu. Los blancos llegaban tocados en su orgullo: habían perdido la Liga en Tenerife y había fracasado en la Copa de la UEFA al caer eliminado ante el Torino. La final no sería menos. Los jugadores atléticos salieron enrabietados al campo, en parte por la arenga que les lanzó Luis Aragonés y que narró Petón: ““¿Lo han entendido? ¿Lo han entendido? ¿Sí? Pues esto -golpeando la pizarra- no vale para nada. Lo que vale es que sois mejores y que estoy hasta los huevos de perder con estos, de perder en este campo. Lo que vale es que sois el Atlético de Madrid y hay 50.000 dentro que van a morir por vosotros, hay que morir por ellos, por la camiseta, por vuestro orgullo, hay que salir y decir en el campo que sólo hay un campeón y va de rojo y blanco”. Algunos añaden la coletilla: “Si no ganan hoy, me meto una botella de Coca Cola familiar por el cu….”. No hizo falta… Los rojiblancos se pegaron un día de fiesta en casa de su rival con sendos golazos de Schuster (convirtió con magistral precisión una falta directa, vengándose así de su exequipo) y de Futre, que engarzaba una jugada personal para batir a Buyo con un disparo seco al primer palo. La afición rojiblanca bajó andando desde el Bernabéu a Neptuno, como ya había hecho un año antes cuando derrotó al Mallorca.

FOTO:DIARIO ASDIARIO AS
 La noticia cayó como un jarro de agua fría dentro de los estamentos del Atlético de Madrid. Había comenzado el año 1992, cuando Jesús Gil anunciaba a bombo y platillo que suprimía la cantera rojiblanca: “No puedo estar levantando pisos para que se vayan en una cantera. No puedo perder dinero”. Con ese mensaje rotundo, el conjunto rojiblanco se deshacía de uno de sus mayores activos. Uno de esos chavales que militaba en las categorías inferiores era Raúl. De apellidos González Blanco, y que fue fichado por el Real Madrid acto seguido. Raúl era un joven delantero, de fuerte personalidad, con carácter, aunque no muy técnico, era muy osado, atrevido. Poco a poco fue subiendo peldaños: apenas estuvo un encuentro en el Castilla antes de que Jorge Valdano se lo llevara a un par de amistosos que tenía que jugar el Madrid… antes de que le llamase para jugar en Zaragoza en octubre de 1994. Raúl debutaría en La Romareda: no marcó, pero pudo haberlo hecho en un par de ocasiones. La semana siguiente, el rival liguero del Madrid era su vecino capitalino. Y ahí volvió a salir Raúl. Luciendo el dorsal ‘7’, en 15 minutos de locura (del minuto 21 al 36), provocó un penalti (el primer gol del partido), dio el segundo a Zamorano y marcó el tercero a pase de Laudrup. Había nacido una estrella, que brillaría en el Bernabéu hasta 2010.
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Aparece Raúl

La noticia cayó como un jarro de agua fría dentro de los estamentos del Atlético de Madrid. Había comenzado el año 1992, cuando Jesús Gil anunciaba a bombo y platillo que suprimía la cantera rojiblanca: “No puedo estar levantando pisos para que se vayan en una cantera. No puedo perder dinero”. Con ese mensaje rotundo, el conjunto rojiblanco se deshacía de uno de sus mayores activos. Uno de esos chavales que militaba en las categorías inferiores era Raúl. De apellidos González Blanco, y que fue fichado por el Real Madrid acto seguido. Raúl era un joven delantero, de fuerte personalidad, con carácter, aunque no muy técnico, era muy osado, atrevido. Poco a poco fue subiendo peldaños: apenas estuvo un encuentro en el Castilla antes de que Jorge Valdano se lo llevara a un par de amistosos que tenía que jugar el Madrid… antes de que le llamase para jugar en Zaragoza en octubre de 1994. Raúl debutaría en La Romareda: no marcó, pero pudo haberlo hecho en un par de ocasiones. La semana siguiente, el rival liguero del Madrid era su vecino capitalino. Y ahí volvió a salir Raúl. Luciendo el dorsal ‘7’, en 15 minutos de locura (del minuto 21 al 36), provocó un penalti (el primer gol del partido), dio el segundo a Zamorano y marcó el tercero a pase de Laudrup. Había nacido una estrella, que brillaría en el Bernabéu hasta 2010.

 La temporada 1996-97 fue la primera de Lorenzo Sanz como presidente. Se había hecho cargo del club en noviembre de 1995, tras la renuncia de Ramón Mendoza. Y para establecer las bases de su presidencia, Sanz decidió montar un equipo de estrellas: fichó a Mijatovic y a Suker del fútbol español, se trajo a Roberto Carlos y a Seedorf de Italia, a Bodo Illgner del Colonia alemán… Todos ellos para que Fabio Capello, también traído del fútbol italiano, pudiese volver a ganar el título de Liga. Para ello contaba con el hecho de que no jugaría competiciones europeas. Pero el momento clave de la madurez del equipo vino en el estadio Vicente Calderón, en enero de 1997. Los blancos llegaban con una racha magnífica de 23 encuentros sin conocer la derrota, pero la siempre exigente prueba del Calderón iba a probar su madurez como equipo. Y el equipo dio la nota. Los de Capello vieron cómo el partido se les ponía cuesta arriba primero con un gol de Kiko, y luego con la expulsión de Mijatovic (se encaró con un linier), mediado el segundo tiempo, con 1-1 en el marcador (Raúl había empatado nada más comenzar la segunda parte). Con el estadio atlético volcado con su equipo, apareció Raúl para enmudecer a la afición rojiblanca. Tres genialidades más del Niño, una de ellas un golazo que será recordado durante mucho tiempo en el que regateó a Geli y a López en una acción imborrable, cerraron el derbi con un increíble 1-4 (asistió a Seedorf y a Víctor además). Si en 1994 hizo su presentación oficial en el Bernabéu ante los rojiblancos, en enero 1997, se consagró en el Vicente Calderón…
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Y Raúl se echó el equipo a la espalda…

La temporada 1996-97 fue la primera de Lorenzo Sanz como presidente. Se había hecho cargo del club en noviembre de 1995, tras la renuncia de Ramón Mendoza. Y para establecer las bases de su presidencia, Sanz decidió montar un equipo de estrellas: fichó a Mijatovic y a Suker del fútbol español, se trajo a Roberto Carlos y a Seedorf de Italia, a Bodo Illgner del Colonia alemán… Todos ellos para que Fabio Capello, también traído del fútbol italiano, pudiese volver a ganar el título de Liga. Para ello contaba con el hecho de que no jugaría competiciones europeas. Pero el momento clave de la madurez del equipo vino en el estadio Vicente Calderón, en enero de 1997. Los blancos llegaban con una racha magnífica de 23 encuentros sin conocer la derrota, pero la siempre exigente prueba del Calderón iba a probar su madurez como equipo. Y el equipo dio la nota. Los de Capello vieron cómo el partido se les ponía cuesta arriba primero con un gol de Kiko, y luego con la expulsión de Mijatovic (se encaró con un linier), mediado el segundo tiempo, con 1-1 en el marcador (Raúl había empatado nada más comenzar la segunda parte). Con el estadio atlético volcado con su equipo, apareció Raúl para enmudecer a la afición rojiblanca. Tres genialidades más del Niño, una de ellas un golazo que será recordado durante mucho tiempo en el que regateó a Geli y a López en una acción imborrable, cerraron el derbi con un increíble 1-4 (asistió a Seedorf y a Víctor además). Si en 1994 hizo su presentación oficial en el Bernabéu ante los rojiblancos, en enero 1997, se consagró en el Vicente Calderón…

FOTO:DIARIO ASDIARIO AS
Fue el principal protagonista de la jugada, el colegiado Arturo Daudén Ibáñez quien nueve años después admitiría el error: anuló un gol perfectamente legal a Perea, defensor rojiblanco. En el derbi jugado a finales de febrero de 2007 en el ya derruido estadio Vicente Calderón, el colegiado no dio validez a un tanto anotado por el defensor colombiano a instancias de su juez de línea, Cote Sáez. Con 1-0 a favor de los rojiblancos, Antonio López ejecuta una falta. Ningún jugador atlético estaba en posición de fuera de juego. Agüero busca el balón, siendo sujetado por Emerson, que hace penalti. La pelota rebota en el poste, el rechace cae a pies de Perea, que marca. El linier corre hacia el centro del campo, cuando Iván Helguera levanta las manos en señal de protesta. De repente, el juez de línea Cote Sáez se frena y levanta el banderín, provocando que el colegiado Daudén anulase el gol. El encuentro acabó 1-1, pero no fue hasta 2016 cuando el colegiado replicó a través de sus redes sociales a un seguidor rojiblanco que le preguntó por aquella jugada: “Sí. Nos equivocamos y debió ser gol de Perea”. Ante otra pregunta de otro aficionado atlético, dio su explicación: “Pues pitamos fuera de juego. Evidentemente, no lo había…”.
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Gol legal anulado a Perea, reconocido ¡nueve! años después

Fue el principal protagonista de la jugada, el colegiado Arturo Daudén Ibáñez quien nueve años después admitiría el error: anuló un gol perfectamente legal a Perea, defensor rojiblanco. En el derbi jugado a finales de febrero de 2007 en el ya derruido estadio Vicente Calderón, el colegiado no dio validez a un tanto anotado por el defensor colombiano a instancias de su juez de línea, Cote Sáez. Con 1-0 a favor de los rojiblancos, Antonio López ejecuta una falta. Ningún jugador atlético estaba en posición de fuera de juego. Agüero busca el balón, siendo sujetado por Emerson, que hace penalti. La pelota rebota en el poste, el rechace cae a pies de Perea, que marca. El linier corre hacia el centro del campo, cuando Iván Helguera levanta las manos en señal de protesta. De repente, el juez de línea Cote Sáez se frena y levanta el banderín, provocando que el colegiado Daudén anulase el gol. El encuentro acabó 1-1, pero no fue hasta 2016 cuando el colegiado replicó a través de sus redes sociales a un seguidor rojiblanco que le preguntó por aquella jugada: “Sí. Nos equivocamos y debió ser gol de Perea”. Ante otra pregunta de otro aficionado atlético, dio su explicación: “Pues pitamos fuera de juego. Evidentemente, no lo había…”.

Captura Cuatro TV
Klaas-Jan Huntelaar es un delantero holandés que tuvo un paso testimonial en el Real Madrid. Apenas seis meses, desde enero de 2009 hasta el verano de ese mismo año: 20 partidos jugados, con ocho goles anotados. Apodado El Cazador, fue el autor del gol del Real Madrid en el derbi jugado en marzo de 2009. Curiosamente fueron las cámaras de televisión los que demostraron que el delantero estaba en posición incorrecta cuando recibió el balón: Higuaín le metió un pase tenso. El holandés, en su devenir de entrar y salir del área, rayando la posición antirreglamentaria, controló el balón, giró el cuerpo y remató con contundencia para superar a Leo Franco y empatar el encuentro. Pero su gol no debió subir al marcador…
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Huntelaar 'El cazador', cazado en fuera de juego… menos por el colegiado

Klaas-Jan Huntelaar es un delantero holandés que tuvo un paso testimonial en el Real Madrid. Apenas seis meses, desde enero de 2009 hasta el verano de ese mismo año: 20 partidos jugados, con ocho goles anotados. Apodado El Cazador, fue el autor del gol del Real Madrid en el derbi jugado en marzo de 2009. Curiosamente fueron las cámaras de televisión los que demostraron que el delantero estaba en posición incorrecta cuando recibió el balón: Higuaín le metió un pase tenso. El holandés, en su devenir de entrar y salir del área, rayando la posición antirreglamentaria, controló el balón, giró el cuerpo y remató con contundencia para superar a Leo Franco y empatar el encuentro. Pero su gol no debió subir al marcador…

CAPTURAS DE TELEVISION
El salto de calidad del Atlético de Simeone comenzó en casa del Real Madrid… en el que sería el último partido de José Mourinho en el banquillo blanco. Fue un acto de fe, un puñetazo en la mesa del conjunto rojiblanco. Tras adelantarse el Madrid por medio de un cabezazo de Cristiano, los de Simeone tiraron de casta, orgullo, carácter… para darle la vuelta al marcador gracias a un gol de Diego Costa y otro de Miranda, éste en la prórroga: era la cuarta vez que lo hacía y servía además, para romper una racha de 14 años sin ganar en casa del eterno rival. Pero lo hizo el día que debía hacerlo. La temporada siguiente, los rojiblancos ganarían el título de Liga en el otro gran escenario del fútbol español: el Camp Nou. Y se plantarían en la final de la Champions. Pero todo comenzó con aquel gol de Miranda, adelantándose a todos y batiendo a un Diego López que no se esperaba esa acción…
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Miranda dio el salto de calidad al Atlético de Simeone

El salto de calidad del Atlético de Simeone comenzó en casa del Real Madrid… en el que sería el último partido de José Mourinho en el banquillo blanco. Fue un acto de fe, un puñetazo en la mesa del conjunto rojiblanco. Tras adelantarse el Madrid por medio de un cabezazo de Cristiano, los de Simeone tiraron de casta, orgullo, carácter… para darle la vuelta al marcador gracias a un gol de Diego Costa y otro de Miranda, éste en la prórroga: era la cuarta vez que lo hacía y servía además, para romper una racha de 14 años sin ganar en casa del eterno rival. Pero lo hizo el día que debía hacerlo. La temporada siguiente, los rojiblancos ganarían el título de Liga en el otro gran escenario del fútbol español: el Camp Nou. Y se plantarían en la final de la Champions. Pero todo comenzó con aquel gol de Miranda, adelantándose a todos y batiendo a un Diego López que no se esperaba esa acción…

FOTO:Denis DoyleGetty Images
Sergio Ramos entró en el santoral de ilustres enemigos del Atlético de Madrid una calurosa tarde-noche en Lisboa. ¿El motivo? Los rojiblancos estaban casi estaba tocando las asas de la Champions League cuando, tras un córner ejecutado por Modric, un testarazo suyo acabó en el fondo de las redes de la portería que defendía Courtois. Era el minuto 93 (o 92:48 para los puristas). De esa manera, los blancos forzaban una prórroga en la que devorarían a sus vecinos de la capital para alzar la Décima: Bale, Marcelo y Cristiano, éste de penalti, ejecutarían el triunfo de los de Ancelotti, entonces entrenador blanco. Para los atléticos, ese gol no debió de subir nunca al marcador: en el momento de la ejecución del saque de esquina, Bale hizo falta sobre Juanfran, impidiéndole el movimiento defensivo. Eran las 22:51 horas en Madrid (una menos en la capital lisboeta), y significó el comienzo de la Segunda Edad de Oro del conjunto blanco en la Champions… a la par que frenaba el salto de calidad en el continente que los de Simeone merecían…
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Sergio Ramos, ‘enemigo número 1’ del Atlético

Sergio Ramos entró en el santoral de ilustres enemigos del Atlético de Madrid una calurosa tarde-noche en Lisboa. ¿El motivo? Los rojiblancos estaban casi estaba tocando las asas de la Champions League cuando, tras un córner ejecutado por Modric, un testarazo suyo acabó en el fondo de las redes de la portería que defendía Courtois. Era el minuto 93 (o 92:48 para los puristas). De esa manera, los blancos forzaban una prórroga en la que devorarían a sus vecinos de la capital para alzar la Décima: Bale, Marcelo y Cristiano, éste de penalti, ejecutarían el triunfo de los de Ancelotti, entonces entrenador blanco. Para los atléticos, ese gol no debió de subir nunca al marcador: en el momento de la ejecución del saque de esquina, Bale hizo falta sobre Juanfran, impidiéndole el movimiento defensivo. Eran las 22:51 horas en Madrid (una menos en la capital lisboeta), y significó el comienzo de la Segunda Edad de Oro del conjunto blanco en la Champions… a la par que frenaba el salto de calidad en el continente que los de Simeone merecían…

FOTO:Michael ReganGetty Images
Pese a que ya han pasado más de siete años, muchos aficionados rojiblancos no olvidan la final de Lisboa, en 2014: uno, por el tiempo añadido por el colegiado holandés Bjorn Kuipers. Otro, por el gol logrado por Sergio Ramos en ese minuto 92:48. Pero numerosos aficionados no olvidan una falta de Bale sobre Juanfran. Una infracción que permitió a Sergio Ramos rematar de manera limpia, establecer el empate y forzar la prórroga. En la acción, Bale sitúa su codo derecho a la altura del cuello del defensor rojiblanco. Según estos aficionados, es falta del galés, algo que el colegiado holandés obvió… segundos antes de la heroicidad de Sergio Ramos.
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Bale-Juanfran, instantes previos al gol de Ramos

Pese a que ya han pasado más de siete años, muchos aficionados rojiblancos no olvidan la final de Lisboa, en 2014: uno, por el tiempo añadido por el colegiado holandés Bjorn Kuipers. Otro, por el gol logrado por Sergio Ramos en ese minuto 92:48. Pero numerosos aficionados no olvidan una falta de Bale sobre Juanfran. Una infracción que permitió a Sergio Ramos rematar de manera limpia, establecer el empate y forzar la prórroga. En la acción, Bale sitúa su codo derecho a la altura del cuello del defensor rojiblanco. Según estos aficionados, es falta del galés, algo que el colegiado holandés obvió… segundos antes de la heroicidad de Sergio Ramos.

FOTO:MICHAEL DALDERREUTERS
El sexto derbi de la campaña 2014-2015 fue todo un repaso del Atlético de Madrid a su rival de la capital. Los de Simeone humillaron a los de Ancelotti con un contundente 4-0. El italiano, con innumerables bajas en defensa y en el centro del campo, alineó una mezcla de equipo A con el B, que no dio resultado por ninguna parte. Los de Simeone olieron la sangre el día antes, cuando su entrenador tocó a rebato recordando que por mucho triunfo en la Supercopa de agosto y en la Copa de comienzos de año estaba todo arreglado y olvidado. Los blancos, que no dieron una a derechas, tampoco lo hicieron a la finalización del encuentro. Era febrero y Cristiano había programado una fiesta posterior al derbi. Pese a lo abultado del resultado, el portugués se mantuvo firme en sus trece y celebró el cumpleaños. Para ello contrató a un cantante, Kevin Roldán, que fue contando en sus redes sociales el evento donde se congregó buena parte de la plantilla blanca, provocando un enorme enfado entre la afición madridista…
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Repaso y cante

El sexto derbi de la campaña 2014-2015 fue todo un repaso del Atlético de Madrid a su rival de la capital. Los de Simeone humillaron a los de Ancelotti con un contundente 4-0. El italiano, con innumerables bajas en defensa y en el centro del campo, alineó una mezcla de equipo A con el B, que no dio resultado por ninguna parte. Los de Simeone olieron la sangre el día antes, cuando su entrenador tocó a rebato recordando que por mucho triunfo en la Supercopa de agosto y en la Copa de comienzos de año estaba todo arreglado y olvidado. Los blancos, que no dieron una a derechas, tampoco lo hicieron a la finalización del encuentro. Era febrero y Cristiano había programado una fiesta posterior al derbi. Pese a lo abultado del resultado, el portugués se mantuvo firme en sus trece y celebró el cumpleaños. Para ello contrató a un cantante, Kevin Roldán, que fue contando en sus redes sociales el evento donde se congregó buena parte de la plantilla blanca, provocando un enorme enfado entre la afición madridista…

FOTO:JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS
Dos años después de la final de Lisboa, madridistas y rojiblancos se volvieron a ver las caras en una nueva final de la Champions League. Esta vez fue en Milán. En San Siro. Los atléticos llegaban con la firme intención de olvidar lo sucedido en la capital lisboeta, mientras que los blancos aspiraban a recuperar el cetro que poseía el Barcelona, campeón en 2015. Pronto, los blancos se adelantaron en el marcador por medio de Sergio Ramos. Los hojiblancos se quejan de que Sergio Ramos está en situación de fuera de juego en el momento del remate. Los blancos, que el central sevillano está siendo agarrado por Savic, y que, en caso de anular el gol, el colegiado del encuentro, el inglés Mark  Clattenburg, debería haber señalado penalti… Cuatro años después, a comienzos de 2020, el propio Clattenburg, en una entrevista al diario Daily Mail, recordaba ese partido: “En esa final el Real Madrid se puso 1-0 en la primera parte, pero el gol fue en fuera de juego por muy poco. Nos dimos cuenta en el descanso. Era una acción difícil y mi asistente falló. Ya en la segunda mitad, Pepe cometió penalti sobre Torres. Estaba furioso y me dijo en perfecto inglés: ‘Eso no es penalti nunca, Mark’. Le dije: ‘Vuestro primer gol no debería haber subido al marcador’, y se calló...”. El Madrid acabaría ganando la Champions desde el punto de penalti.
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Clattenburg admitió sus errores… cuatro años después

Dos años después de la final de Lisboa, madridistas y rojiblancos se volvieron a ver las caras en una nueva final de la Champions League. Esta vez fue en Milán. En San Siro. Los atléticos llegaban con la firme intención de olvidar lo sucedido en la capital lisboeta, mientras que los blancos aspiraban a recuperar el cetro que poseía el Barcelona, campeón en 2015. Pronto, los blancos se adelantaron en el marcador por medio de Sergio Ramos. Los hojiblancos se quejan de que Sergio Ramos está en situación de fuera de juego en el momento del remate. Los blancos, que el central sevillano está siendo agarrado por Savic, y que, en caso de anular el gol, el colegiado del encuentro, el inglés Mark Clattenburg, debería haber señalado penalti… Cuatro años después, a comienzos de 2020, el propio Clattenburg, en una entrevista al diario Daily Mail, recordaba ese partido: “En esa final el Real Madrid se puso 1-0 en la primera parte, pero el gol fue en fuera de juego por muy poco. Nos dimos cuenta en el descanso. Era una acción difícil y mi asistente falló. Ya en la segunda mitad, Pepe cometió penalti sobre Torres. Estaba furioso y me dijo en perfecto inglés: ‘Eso no es penalti nunca, Mark’. Le dije: ‘Vuestro primer gol no debería haber subido al marcador’, y se calló...”. El Madrid acabaría ganando la Champions desde el punto de penalti.

FOTO:Carl RecineREUTERS
Otro derbi con matices ¿grises…? pero en el que el colegiado catalán Estrada Fernández estuvo a un nivel alto de arbitraje. Los madridistas se quejaron de que el gol rojiblanco, logrado por Griezmann, venía precedido de una falta de Correa a Vinícius, algo que el árbitro no apreció. El lío vino en el segundo tanto de los blancos, conseguido por Sergio Ramos de penalti. Una infracción de Giménez sobre el propio Vinícius… en la que la duda radica en si fue dentro o fuera del área: el uruguayo se lanzó a frenar el ataque del brasileño, arrastrando la pierna. Estrada consideró que la falta fue dentro del área rojiblanca. Por lo tanto, penalti. Pero no sólo fue esa jugada: en la segunda parte se anuló un gol a Morata por estar el jugador atlético en posición de fuera de juego. Posteriormente, y tras analizada la jugada, se demostró que el atacante rojiblanco estaba en posición correcta por… ¡tres centímetros!
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Giménez derriba a Vinícius ¿dentro o fuera del área?

Otro derbi con matices ¿grises…? pero en el que el colegiado catalán Estrada Fernández estuvo a un nivel alto de arbitraje. Los madridistas se quejaron de que el gol rojiblanco, logrado por Griezmann, venía precedido de una falta de Correa a Vinícius, algo que el árbitro no apreció. El lío vino en el segundo tanto de los blancos, conseguido por Sergio Ramos de penalti. Una infracción de Giménez sobre el propio Vinícius… en la que la duda radica en si fue dentro o fuera del área: el uruguayo se lanzó a frenar el ataque del brasileño, arrastrando la pierna. Estrada consideró que la falta fue dentro del área rojiblanca. Por lo tanto, penalti. Pero no sólo fue esa jugada: en la segunda parte se anuló un gol a Morata por estar el jugador atlético en posición de fuera de juego. Posteriormente, y tras analizada la jugada, se demostró que el atacante rojiblanco estaba en posición correcta por… ¡tres centímetros!

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El verano de 2019 vivió un derbi original, exótico y extraordinario. Madridistas y rojiblancos se midieron en New Jersey, al lado de Nueva York, en el que fue el primer derbi celebrado fuera de Europa. Ambos equipos estaban aún en pretemporada, pero mientras que para unos (los atléticos) se lo tomaban muy en serio, otros (los blancos) lo tomaron como un amistoso más. Y el resultado no deja lugar a dudas quién fue el absoluto vencedor: ganaron los rojiblancos con un marcador que ya es historia de los derbis: 7-3 ¡, con cuatro goles de Diego Costa (sería expulsado junto con Carvajal por engancharse en una tángana), Joao Félix, Correa y Vitolo. Por parte madridista marcaron Nacho, Benzema (de penalti) y el también canterano Javi Hernández. Esa derrota frenó el que hubiese sido uno de los fichajes de verano: el traspaso del colombiano James para la escuadra rojiblanca. La imagen dada por unos y otros era significativa, pero para Simeone, aquel partido “no refleja el potencial nuestro y el de ellos…”. Pero el marcador quedó fijado para la eternidad.
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El Atlético le pinta la cara al Madrid en New Jersey

El verano de 2019 vivió un derbi original, exótico y extraordinario. Madridistas y rojiblancos se midieron en New Jersey, al lado de Nueva York, en el que fue el primer derbi celebrado fuera de Europa. Ambos equipos estaban aún en pretemporada, pero mientras que para unos (los atléticos) se lo tomaban muy en serio, otros (los blancos) lo tomaron como un amistoso más. Y el resultado no deja lugar a dudas quién fue el absoluto vencedor: ganaron los rojiblancos con un marcador que ya es historia de los derbis: 7-3 ¡, con cuatro goles de Diego Costa (sería expulsado junto con Carvajal por engancharse en una tángana), Joao Félix, Correa y Vitolo. Por parte madridista marcaron Nacho, Benzema (de penalti) y el también canterano Javi Hernández. Esa derrota frenó el que hubiese sido uno de los fichajes de verano: el traspaso del colombiano James para la escuadra rojiblanca. La imagen dada por unos y otros era significativa, pero para Simeone, aquel partido “no refleja el potencial nuestro y el de ellos…”. Pero el marcador quedó fijado para la eternidad.

FOTO:CHEMA DIAZDIARIO AS
El primer torneo de la Supercopa disputada fuera de las fronteras españolas se disputó en enero de 2020 en tierras de Arabia Saudí. Fue un campeonato al que acudieron cuatro equipos: el Barcelona, como campeón de Liga, el Valencia como campeón de Copa, el Atlético de Madrid (subcampeón de Liga) y el Real Madrid (tercero en la tabla clasificatoria). El sorteo deparó dos enfrentamientos: Barcelona-Atlético por un lado, y Valencia-Real Madrid por el otro. Tanto rojiblancos como madridistas superaron a sus rivales (los rojiblancos se impusieron 2-3 a los azulgrana, y los madridistas 1-3 a los valencianistas) y se midieron en la final disputada en el estadio King Abdullah, en Yeda. Tras un intenso duelo, pero sin goles, los dos equipos jugaban la prórroga cuando a falta de cinco minutos para el final del partido, Morata se marchaba solo en carrera hacia la meta que defendía Courtois. Cuando el mano a mano era inevitable, Fede Valverde derribó por detrás al madrileño. Sánchez Martínez, árbitro del partido, le mostró la tarjeta roja directa. Valverde salvó así a su equipo de una posible derrota: el Madrid ganaría en la tanda de penaltis… y el charrúa, el aplauso de Simeone: “Le dije que hizo lo que tenía que hacer…”. El uruguayo fue nombrado MVP de la final…
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Valverde es expulsado por zancadillear a Morata y es nombrado MVP de la Supercopa

El primer torneo de la Supercopa disputada fuera de las fronteras españolas se disputó en enero de 2020 en tierras de Arabia Saudí. Fue un campeonato al que acudieron cuatro equipos: el Barcelona, como campeón de Liga, el Valencia como campeón de Copa, el Atlético de Madrid (subcampeón de Liga) y el Real Madrid (tercero en la tabla clasificatoria). El sorteo deparó dos enfrentamientos: Barcelona-Atlético por un lado, y Valencia-Real Madrid por el otro. Tanto rojiblancos como madridistas superaron a sus rivales (los rojiblancos se impusieron 2-3 a los azulgrana, y los madridistas 1-3 a los valencianistas) y se midieron en la final disputada en el estadio King Abdullah, en Yeda. Tras un intenso duelo, pero sin goles, los dos equipos jugaban la prórroga cuando a falta de cinco minutos para el final del partido, Morata se marchaba solo en carrera hacia la meta que defendía Courtois. Cuando el mano a mano era inevitable, Fede Valverde derribó por detrás al madrileño. Sánchez Martínez, árbitro del partido, le mostró la tarjeta roja directa. Valverde salvó así a su equipo de una posible derrota: el Madrid ganaría en la tanda de penaltis… y el charrúa, el aplauso de Simeone: “Le dije que hizo lo que tenía que hacer…”. El uruguayo fue nombrado MVP de la final…

FOTO:GIUSEPPE CACACEAFP
La última polémica por el momento se produjo en el último derbi jugado hasta el momento. El Atlético recibía a los madridistas en su estadio, el Metropolitano. Con empate sin goles, se produjo un saque de esquina a favor de los blancos. Puesto el balón en juego, Felipe, defensor rojiblanco, saltó a por el balón, tomó impulso con los brazos y cuando los está bajando, el balón le golpeó en la mano izquierda. El defensa en ningún momento deja las manos en alto ni intenta hacerse más grande, pero al desviar el balón impide que Casemiro, que está detrás, pueda rematar. El colegiado del VAR, González González, avisó al árbitro titular, Hernández Hernández, para que fuese a revisar la jugada al VAR, pero el canario no señaló nada. También para Iturralde González no era una mano punible. El encuentro acabó en empate 1-1, pero la afición blanca se queja de ese penalti que le podía haber dado más puntos que uno solo…
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La última polémica… por el momento

La última polémica por el momento se produjo en el último derbi jugado hasta el momento. El Atlético recibía a los madridistas en su estadio, el Metropolitano. Con empate sin goles, se produjo un saque de esquina a favor de los blancos. Puesto el balón en juego, Felipe, defensor rojiblanco, saltó a por el balón, tomó impulso con los brazos y cuando los está bajando, el balón le golpeó en la mano izquierda. El defensa en ningún momento deja las manos en alto ni intenta hacerse más grande, pero al desviar el balón impide que Casemiro, que está detrás, pueda rematar. El colegiado del VAR, González González, avisó al árbitro titular, Hernández Hernández, para que fuese a revisar la jugada al VAR, pero el canario no señaló nada. También para Iturralde González no era una mano punible. El encuentro acabó en empate 1-1, pero la afición blanca se queja de ese penalti que le podía haber dado más puntos que uno solo…

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