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Osasuna OSA
1
Abde 46'
Finalizado

COPA | OSASUNA 1-ATHLETIC 0

Abde pega primero en El Sadar

El extremo marroquí marca en la ida de la semifinal entre Osasuna y Athletic, en un compromiso muy cerrado y con pocas ocasiones. Dos paradas decisivas de Herrera.

Actualizado a
Abde pega primero en El Sadar

La resolución de la semifinal entre Osasuna y Athletic queda para San Mamés dentro de un mes. Esto, que parecía una obviedad antes de arrancar la primera sesión en El Sadar, se constató con un partido lleno de pasión, aunque con un fútbol que no quedará registrado en cintas o DVDs para la posteridad o para recoger estos días con el periódico. Fue un pulso equilibrado sin grandes destellos, en el que dos fenómenos locales inclinaron algo la balanza a favor de los navarros: Abde, un pequeño diablo con alma de pícaro, y Herrera, con dos paradas, a Muniain y Guruzeta, que pueden valer su peso en oro. La única que tuvo la tropa de Arrasate la metió y en este tipo de citas lo importante es tener eficacia. Más, imposible. Se trataba de eso, para contener después y perseguir algún contragolpe, aunque perdió la oportunidad de pasaportar la eliminatoria. El Athletic, el rey de la Copa sin Copa estos últimos cuatro años, volvió a plasmar el ‘quiero y no puedo’, nadie puede decir que es un desastre, le pone ganas, pero ese ‘rock and roll’ de hace unos meses suena desafinado en la parcela ofensiva últimamente, como si faltara frescura. Es un equipo cada vez más pobre y le ha abandonado la creatividad. Dejaron ambos conjuntos 90 minutos en los que parecía prohibido disparar a puerta: ¡dos remates a palos tan solo patentaron los rojiblancos! Tercera derrota seguida de los leones. Vientos de crisis. No ha remontado en la única ocasión en la que recibió ese 1-0 en la historia en la penúltima ronda del torneo, en la temporada 1985-86 frente al Barcelona.

Era un Osasuna-Athletic de lo más típico, con el tono habitual de finales del siglo pasado grapado, poco fútbol, pero mucho ambiente en la grada, maqueada con una fantástica remodelación, con poquísimas ocasiones y una intensidad que reventaría la caja fuerte de cualquier banco. Es normal empezar una serie sobre 180 minutos, o más, con miedo a fallar, dejando la impresión de que es más importante defender que atacar, de que un error puede condicionar la eliminatoria, la única de toda la Copa a ida y vuelta. Pese a esas intenciones, hubo un puñado de errores, la receta de la ansiedad elevó el número de imprecisiones y, sin ser un torbellino, el Athletic se apoderó levemente de la primera parte. No sufrió gran cosa y entorpeció la salida del balón de Osasuna tal y como le gusta. Actuó a que pasara el tiempo, a que se acercara la vuelta en San Mamés sin noticias en la entrega inicial. Para los navarros estaba la cosa mucho más descontrolada. El profundo conocimiento mutuo les condujo al respeto máximo.

Rojillos verticales

Los rojillos intentaban ser verticales con Abde, lo suyo era progresar por la banda izquierda, donde De Marcos, desnortado, tenía ayudas constantes de Berenguer. Tal vez faltaban piezas adecuadas para ese juego directo que proponía Arrasate. No se veía personal cogiendo las caídas al lado de Budimir por detrás de Dani García y Vesga, que se apañaban con solvencia. Osasuna estaba encogido por los costados y el balón trataba de viajar de área a área, pero parecía tener prohibido entrar en ella. Un pulso tan pasional encanta a ambas aficione, pero a un aficionado, pongamos que de Cuenca, seguro que le animó a quitar la tele, y eso que tenía ante sí un producto de primer orden futbolístico gratuito, algo tan inhabitual en estos tiempos. Hasta hubo una fase muy accidentada, con un arañazo involuntario al Chimy que le produjo sangre en la nariz y una patada en el rostro a Vivian por bajar la cabeza; el propio central tuvo problemas en un hombro por una mala caída.

Para colmo, las faltitas se castigaban y se cortaba de raíz el intento de volar con ritmo. Lo único rescatable de los 45 minutos iniciales fue un disparo lejano de Muniain que rozó en un jugador local y obligó a rectificar sobre la marcha a Herrera, en una gran parada con el pie izquierdo. Marcó Iñaki Williams en el rechace, pero estaba en claro fuera de juego.

Un mago

Inesperadamente, el primer cuarto de hora de la segunda parte quiso nacer con desenfreno, al menos por parte local. Un gol, avances de Cruz por la banda, toques por dentro... Al fin se animaba un poco. El tanto llegó, cómo no, por uno de los mayores genios que tiene esta eliminatoria. De la lámpara de Abde salió una jugada mágica. Lo originó Moi Gómez y le puso la alfombra un De Marcos que se quedó como se dice habitualmente entre dos aguas... ni voy como un cosaco al origen de la arrancada ni tapo la progresión. Total, que el barcelonista encaró a Vivian y el mano a mano dejó al pobre central en cueros. El extremo cruzó muy bien ante Agirrezabala, que llegó a tocar la bola, culminando una jugada de crack. Vivió la misma acción que ante Griezmann en el Metropolitano.

Arrasate había dado con la tecla, al bajar a Moi casi a la altura de Torró y a Oroz a la sombra del nueve. Vesga estuvo muy incómodo toda la velada, sin la brújula que precisaba su equipo. Los leones no tenían presencia en el área contraria. Salieron Raúl García para pisar ruidosamente esa parcela y se colocaron los Williams por los costados para desbordar con sus piernas a modo de cohetes propulsores. Pero algo falla en la moto de Iñaki, desde el Mundial viaja gripada, de nuevo está peleado con el gol y su presencia en el juego ofensivo rojiblanco es pura anécdota. Dejó su sitio a Guruzeta en el intento de asedio final. Los leones tuvieron más presencia en campo rojillo y buscaron las segundas jugadas, dieron un paso al frente y fueron más dinámicos, quizá porque la prisa les llevó a ello. Había más emoción que vistosidad, la ida de la semifinal, era táctica, cerrada. Guruzeta era la última bala en la pistola del Txingurri. Apretó en el sorbo final, aunque los centros no eran nada buenos y Osasuna achicó bien. Hasta que la tuvo Guru en el 94′, pero le atajó un balón claro Herrera. El héroe de esta primera parte de la semifinal junto con Abde. Hasta dentro de un mes. Eso será otra historia. El combate se disputa a dos asaltos.

Cambios

Íñigo Lekue (57', Óscar De Marcos), Raúl García (58', Alex Berenguer), Nico Williams (64', Iker Muniain), Rubén García (70', Chimy Avila), Kike García (70', Ante Budimir), Kike Barja (76', Abdessamad Ezzalzouli), Gorka Guruzeta (81', Iñaki Williams), Pablo Ibáñez (85', Aimar Oroz), Darko Brasanac (85', Moi Gómez)

Goles

1-0, 46': Abde

Tarjetas

Arbitro: Jesús Gil Manzano
Arbitro VAR: Santiago Jaime Latre, David Medié Jiménez
Berenguer (39',Amarilla) Vesga (42',Amarilla) Ante Budimir (51',Amarilla) Moi Gómez (53',Amarilla) Íñigo Martínez (63',Amarilla) Brasanac (90',Amarilla)