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SELECCIÓN

Soucek, el todocampista que admiraba a Cesc

Pese a los agoreros que no le veían como centrocampista y a tardar a consolidarse (fue rechazado por dos equipos de Segunda checa), triunfó y es uno de los jugadores más cotizados de Europa.

Actualizado a
Soucek, ante Elvedi en el República Checa-Suiza.
MICHAL CIZEKAFP

A Tomas Soucek (27-2-1995) casi le quitan las ganas de jugar al fútbol. Él quería ser mediocentro, pero casi todos los entrenadores que se encontraba por el camino le decían que no tenía cualidades para ello. Que era demasiado alto (1,92) y demasiado torpe con el balón en los pies para distribuirlo; que como mucho su futuro podría ser jugar como central. Pero él estaba empeñado en ser centrocampista. Le gustaban Yaya Touré y, sobre todo, Cesc Fàbregas por su llegada. Soucek apenas era un crío cuando el Cesc que estrenaba mayoría de edad ya se salía en el Arsenal de Wenger.

SIn embargo, a punto de cumplir los 20 años, Soucek no veía la luz al final del túnel. Aterrizado en el Slavia de Praga, en el que jugó desde los diez años, el club checo no terminaba de darle la oportunidad porque los técnicos no creían en él y buscaron una cesión. Hizo pruebas con dos equipos de Segunda División, el Vlasim y el Frydek-Mistek. Fue rechazado. De rebote, terminó en el Viktoria Zivkov, que tenía problemas económicos y se reforzó con jugadores de aluvión que venían gratis. En el Zizkov, las cosas estaban tan mal que no tenían ni campos de entrenamiento y se entrenaban en parques. El entrenador era Jindrich Trpisovsky, que tampoco es que creyera demasiado en él al principio. Más tarde se lo cruzaría de nuevo por el camino.

De vuelta al Slavia, el club de su vida, Soucek explotó. Dusan Uhrin, figura básica en su carrera, le dio galones en el centro del campo y el jugador de Havlickub Brod empezó a desplegar su físico por el campo y hacer goles. Y ya no paró. Cuando Uhrin fue despedido, al Slavia llegó Trpisovsky. “Tiene un ordenador en la cabeza”, dijo el singular técnico, amante del fútbol ofensivo,que le dio las llaves del equipo. En su primera temporada juntos, el Slavia conquistó al fin el título después de años de búsqueda y Soucek hizo 13 goles en 34 partidos.

Capaz de correr más de 12 kilómetros por partido, Soucek se puso definitivamente en el escaparate cuando el Slavia saltó a la Champions y se midió al Barça; o en la Europa League al Sevilla o el Chelsea. Así, terminó de manera inevitable en la Premier League.

Ha conducido al West Ham a las semifinales de la Europa League de David Moyes esta temporada y ha puesto su nombre a la altura de grandes checos que pasaron por la Premier como Rosicky, Berger o Smicer. Ha marcado 19 goles en 105 partidos con los hammers y ha elevado su valor de mercado a 45 millones de euros.

Referente del West Ham, está envuelto en rumores que lo relacionan con el Tottenham y algún equipo más. Seguramente hoy se cruce con Rodri, con el que ya ha mantenido buenos duelos en la Premier. Ante España tiene la oportunidad de seguir aumentando su prestigio.