Mbappé altera el caso Asensio
La no llegada de Mbappé dibuja otro paisaje cuando van a empezar las negociaciones de su renovación. Sin el francés, jugar no estará tan caro. Acaba contrato en 2023.
El temblor del 'terremoto Mbappé' se ha sentido en muchos despachos, en muchas operaciones, en muchos planes. Y aunque la continuidad -o no- de Asensio en absoluto estaba supeditada a lo que pasase con el de Bondy, su rechazo, inevitablemente, ha cambiado el paisaje de las negociaciones. Porque el balear, con contrato hasta junio de 2023, ve ahora una puerta más grande hacia el césped en caso de quedarse: con Mbappé, jugar se habría vuelto una misión complicada, al menos como titular; pero sin él, los minutos vuelven a precios asequibles. Las negociaciones sobre su futuro se han encontrado con un giro inesperado.
Aunque, tal y como ha ido contando AS en las últimas semanas, Asensio estaría encantado de continuar en el Real Madrid. En febrero el conjunto blanco contactó con el entorno del jugador para emplazarle a negociar a final de temporada... Es decir, ahora. Marco, sabedor de que se le avecinaba un momento clave en su carrera, decidió cambiar de representante y dejó su futuro en manos de Gestifute, agencia de cuyo mandamás es Jorge Mendes. Para ello, rompió con Horacio Gaggioli, su anterior representante.
Fue una ruptura de mutuo acuerdo, nada traumática. El propio futbolista decidió compartir un cariñoso mensaje en sus redes sociales hacia Gaggioli, agradeciéndole todo lo hecho en los últimos años y haberle llevado hasta Chamartín. "Has sido una parte fundamental para que pueda conseguir mi sueño y nunca me olvidaré de todo lo que has hecho por mí. Agradezco tu comprensión y apoyo en este nuevo paso que he dado ahora. Eres parte de mi familia y eso no va a cambiar. Muchísimas gracias por acompañarme en este camino, my friend", escribió.
Un pulso a tres
Su titularidad seguirá dependiendo de su capacidad para sentar a Rodrygo y Valverde, los otros candidatos a estribor. El balear tuvo un tramo brillante a mediados del curso, en el que pareció volverse indiscutible. Fue su zarpazo al Granada lo que cambió todo (1-0), una noche en la que soltó su zurda y demostró el francotirador que atesora. Con tres golazos se ganó un puesto en París, pero precisamente a la vuelta de esa eliminatoria, la historia pegó un giro de 180º. Porque Rodrygo rugió con fuerza y recuperó el puesto, licenciándose con dos milagros en tres días: el primero para forzar la prórroga ante el Chelsea; el segundo, para dar el pregón de la remontada del Pizjuán.
Asensio desapareció, dando paso a la 'era Rodrygo'... Y del Halcón, que tuvo noches en las que sentó a los dos y se ganó la titularidad por su aporte físico y su capacidad para fortalecer la sala de máquinas. Ejemplo de ello es que el día de la remontada al City, quien jugó fue Valverde, aunque quien se coronó fue Rodrygo, con los dos goles que llevaron el duelo a la prórroga y, por consiguiente, a París. Asensio perdió fuelle en el tramo final (de los tres, al final, fue el que menos minutos jugó; 2.110', por 2.435' de Rodrygo y 2.774' de Valverde), pero es consciente de que tiene calidad de sobra para recuperar la banda derecha. Al fin y al cabo, ha sido el tercer máximo goleador del equipo (12). Y sin Mbappé, su futuro ha pegado un giro inesperado.