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REAL MADRID

Expediente Militao

Los errores del central brasileño en los últimos partidos, unido al excelente rendimiento de Nacho, abren debate sobre la pareja de Alaba para la final de París.

Actualizado a

Una de las noticias positivas que aspiraban a aparecer en todos los análisis de la temporada madridista era el buen maridaje que Militao y Alaba habían hecho como pareja de centrales. Ante la difícil tarea de hacer olvidar a la duradera dupla Varane-Ramos, el brasileño y el austriaco habían respondido a las primeras de cambio a la perfección. Un fichaje que encajó sin necesidad de periodo de adaptación y un futbolista que, si bien había dejado muchas dudas en las pocas oportunidades que había tenido en las dos temporadas anteriores, al poco que ha tenido continuidad justificó por que el Madrid pagó 50 millones al Oporto para convertirlo en el defensa más caro de la historia del club blanco. Sin embargo, en el último mes Militao ha recordado al central en ocasiones nervioso, inseguro y temerario que se había mostrado en los dos primeros años. El buen momento de Nacho, con excelentes actuaciones y la polivalencia de garantías que ofrece a Ancelotti para cualquier plaza de la defensa, plantea el debate en la zaga para la final de la Champions.

Todo comenzó en el Pizjuán. Una mala primera parte obligó al Madrid a una de sus acostumbradas remontadas. Militao salió en la foto de los dos goles sevillistas. Rakitic aprovechó el resquicio que el brasileño abrió en la barrera para colar el libre directo que abrió el marcar y minutos después el Papu Gómez le ganó en la carrera tras la cual habilitó a Lamela para hacer el 2-0. También Osasuna aprovechó una vulnerabilidad que le brindó el paulista para marcar el tanto de Budimir. Perdió la marca e intentó despejar el centro con un centro técnico tan churrigueresco como vano.

En la eliminatoria contra el Manchester City volvió a denotar nerviosismo. En la ida puso en un aprieto a Courtois en una cesión comprometida y en el partido de vuelta tampoco se le vio resolutivo. En Mánchester perdió 16 balones y en la vuelta (jugó 115 minutos), 13; dos de sus tres peores datos en este apartado esta temporada.

Volviendo a la Liga, en el derbi sufrió en la velocidad y en el cuerpo a cuerpo con Cunha, aunque se mostró inexpugnable en una de sus fortalezas: su juego aéreo. En Cádiz apareció de nuevo la versión alocada de Militao, que dejó muchos espacios a Lucas Pérez. Aunque con el esférico estuvo notable y apenas perdió tres balones.

Perfil estadístico de Eder Militao.
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Algunos de sus datos reflejan las sensaciones que deja. En cuatro de los seis partidos que ha jugado en este último mes no ha sido capaz de estar a la altura de su promedio de la temporada en recuperaciones, duelos ganados (tanto en términos absolutos como en porcentaje de éxito), pérdidas ni despejes, según datos de Opta. Considerando únicamente los partidos de Liga, y pendiente de consolidar los datos del partido contra el Cádiz, está en su peor momento de forma (5,81 de nota media en el último mes) desde septiembre, según el algoritmo desarrollado por Olocip.

Mientras Militao parece flaquear, Nacho califica por sobresalientes sus actuaciones allá donde le ponga Ancelotti, sea en el centro de la zaga o en el lateral izquierdo. El canterano ha jugado 45 minutos o más en seis de los siete últimos partidos del campeón de Liga. El único encuentro que se perdió, precisamente el que sentenció el título contra el Espanyol, estaba sancionado. Providencial en muchas acciones y superlativo en la vuelta contra el City, su seguridad y su jerarquía le postulan como un digno y merecido candidato a ser titular en París. El debate está servido.