Nuevo récord, manita y la final de la Champions en el bolsillo

El Camp Nou volvió a ser una fiesta del fútbol femenino y el Barcelona respondió con otro partido para recordar y una nueva goleada ante su público en las semifinales de la Champions League. El público respondió con otro récord. Por muy poquito, pero los 91.648 espectadores que acogió el coliseo azulgrana ante el Wolfsburgo le convierten en el partido con más espectadores de la historia de este deporte. Un público entregado que gozó del fútbol azulgrana en un partido coral. Sólo hay que decir que en los cuatro primeros goles participaron ocho jugadoras con cuatro asistentes y cuatro goleadoras distintas. Salvo la portera y las centrales, todas participaron en los goles. Schult, de hecho, fue la heroína alemana. 34 remates del Barcelona, 20 de ellos a puerta. El Barcelona es una apisonadora y, a día de hoy, no parece tener rival.

El Barcelona salió dispuesta a cerrar la eliminatoria en el Camp Nou. Quería que fuera otra fiesta y que la parroquía azulgrana volviera a disfrutar de la máquina de crear fútbol en la que se ha convertido el conjunto de Giráldez. Dos minutos tardó Aitana en abrir el marcador. Rolfö sacó una falta en largo y la canterana resolvió con calidad en el mano a mano ante Schult. Las azulgrana tenían la lección bien aprendida: buscar siempre la espalda de la defensa alemana. Porque el Wolfsburgo salió como se esperaba, presionando muy arriba y con la línea defensiva muy adelantada. A pesar de que intentaban poner el problemas a las de Giráldez en la salida de balón, las barcelonistas tienen recursos de sobra y si no se puede tocar en corto se puede en largo. La precisión y los mecanismos que rozan la perfección en el equipo barcelonista hacían muy pequeño a un Wolfsburgo considerado uno de los mejores equipos del continente. Sin embargo, frente a las catalanas, todos parecen pequeños. En el minuto 9, un robo de Crnogorcevic asistió a Hansen que encaró en el área, hizo el recorto y definió a la perfección delante de Schult. Eran dos en diez minutos, pero pudieron ser cuatro porque Alexia y Crnogorcevic tuvieron sendas ocasiones claras para dejar la eliminatoria vista para sentencia en los primeros compases. El Wolfsburgo se veía superado en todas sus líneas, sus planteamiento no funcionaba. Y, a pesar de ello, tuvieron una clara ocasión para recortar distancias. Huth se plantó delante de Paños y en su primer intento Irene Paredes sacó el balón bajo palos y en el rechace fue Paños la que evitó el tanto. Era un espejismo. Porque el Barça seguía a lo suyo. Schult sacó otra clarísima a Crnogorcevic tras el enesimo balón a la espalda que esta vez ganó Rolfö. Y, a la media hora, Patri metió un balón a la espalda para que esta vez fuera Torrejón la que ganase a la defensa y asistiese a Jenni para el tercero. Antes del descanso, Patri metió otro balón buscando a Alexia que también se quedó mano a mano con Schult para convertir el cuarto. El Camp Nou era una fiesta y el Barcelona tenía ya pie y medio en la final.

No querían quedarse ahí las azulgrana. Y, tras la reanudación, siguieron con la misma idea. De hecho, Crnogorcevic marcó tras un córner, pero la colegiada lo anuló por fuera de juego, la suiza gozó de otro mano a mano que tampoc supo resolver ante la meta alemana. Stroot movió ficha, necesitaba algo diferente y sacó a Pajor por Popp. Perdía fuerza en la medular, pero ganaba mordiente arriba y, en el 72', un pase de Wassmuth lo mandó al fondo de la red Roord. El gol fue anulado en primera instancia por fuera de juego, pero después de la revisión del VAR la árbitra dio el gol como válido. Giráldez metió a Oshoala y Pina para dar refresco y la canterana tuvo el quinto en un balón suelto en el área que mandó al larguero. También lo tuvo Oshoala en un mano a mano que paró la meta germana hasta en dos ocasiones. Pero la nigeriana, que volvía de lesión, no estaba acertada. Pero en el 82', una gran internada de Pina asistió a Alexia que fue derribada con contundencia por Jansen.Penalti clarísimo que la Balón de Oro no falló para firmar su doblete.