Dos clubes que son enemigos íntimos: Ponferradina y Lugo
El equipo berciano ha logrado ganar sus dos últimos enfrentamientos ante los lucenses y necesita repetir el domingo.
Bolo, entrenador de la Ponferradina, reiteró tanto en la previa como en el postpartido ante el Almería que la Ponferradina necesita una victoria cuanto antes para despejar la cabeza y empezar en serio la caza de la sexta plaza que se le escapó hace dos jornadas. El domingo ante el Lugo tendrá una oportunidad de conseguirlo, además ante un rival con el que tiene mucha historia y al que la afición blanquiazul le tiene especiales ganas de un tiempo a esta parte.
Sólo entre Segunda, Segunda B y Copa del Rey, bercianos y lucenses se han visto las caras en 42 ocasiones, con un balance favorable al Lugo, que ha ganado 19 partidos por los 12 de la Ponferradina. En la categoría de plata, la estadística se ha igualado tras las victorias de la Deportiva en los dos últimos partidos, dejándola en un 4-6 a favor de los gallegos.
No fue hasta esta misma temporada (el pasado 6 de noviembre) cuando la Ponferradina logró ganar por primera vez en el Anxo Carro en Segunda División, y lo hizo sufriendo hasta el final, pues hubo que esperar al minuto 94 para que un gol de Sergi Enrich rompiera la maldición a orillas del Miño.
Sin embargo, el partido más recordado por la afición blanquiazul se remonta a junio de 2013, en la última jornada de esa temporada, cuando la Deportiva llegaba a Lugo jugándose el playoff de ascenso. Para ello, los entonces dirigidos por Claudio Barragán necesitaban ganar en el Anxo Carro y no fueron pocas las voces que daban por hecha la victoria berciana por mor de un supuesto pacto entre dos equipos separados por apenas 100 kilómetros.
Lo ocurrido distó mucho de un amaño, pues el Lugo se adelantó 2-0 en la primera parte y la Ponferradina sólo pudo igualar en la recta final de la segunda con goles de Wellington Silva y Yuri, quedándose a un solo tanto de pelear por el ascenso. Para el recuerdo quedarán las celebraciones del meta lucense, Yoel, en cada parada que realizaba, algo que no sentó nada bien a los aficionados bercianos, que desde entonces guardan cierto rencor a los albivermellos.
El domingo llegará un nuevo capítulo de esta rivalidad en un partido que no es un derbi como tal, pero que se le parece bastante por proximidad y por la intrahistoria de sus enfrentamientos.