La Sub-19 se complica el Europeo en la piscina de la Nucía

Las cuentas de la selección española Sub-19 para estar en el próximo Europeo de la categoría no son fáciles: la Rojita tiene que esperar a ver qué ocurre en el Dinamarca-Austria del sábado para saber lo que necesita hacer en el último partido de la ronda élite ante los daneses el próximo martes. El empate de los chicos de Santi Denia ante la selección austriaca hace que el choque contra Dinamarca alcance la etiqueta de 'final', una vez que la FIFA decidió que Rusia, que formaba parte del grupo de España, quedase expulsada de todas las competiciones por el conflicto en Ucrania. No queda margen de error.

La Sub-19 tiene motivos para ser optimista. Esta generación de futbolistas nacidos a partir del 1 de enero de 2003 es una de las más prometedoras de los últimos años. Nombres como los de Pablo Torre, fichado por el Barça para la próxima temporada, y Nico Serrano, que ya ha debutado con el Athletic en Primera División, lideran a esta selección que ayer, en La Nucía, empezó como un auténtico avión. Entre los dos jugadores cocinaron el primer gol ante los austriacos. Torre, todavía en el Racing, metió un balón en profundidad a Nico Serrano, que en carrera lanzó un centro medido al corazón del área para que Artero rematara a gol en el minuto 13. Diez minutos después, la Rojita parecía dejar el choque encarrilado gracias al tanto de Ilias Akhomach, que aprovechó una asistencia de Hugo Novoa, del Leipzig, para hacer el 2-0.

Pero en la segunda parte la lluvia torrencial ahogó a España. Lo que se vió se parecía más al waterpolo que al fútbol. El campo era una piscina y el el juego se volvió vertical de un lado a otro. Nada más salir del vestuario, Waydra recortó distancias aprovechando un rechace en el área. El susto fue aun mayor cuando Padilla hizo un paradón apenas un minuto después para evitar el empate. Zuñiga pudo sentenciar el encuentro en la jugada siguiente, pero entre tanta lluvia se le aguó la pólvora y solo ante el portero remató al muñeco. Entre las idas y venidas, Austria volvió a golpear. Otro barullo en el área hizo que el balón le cayera a Kanuric, que fusiló sin piedad a Padilla y logró el empate.

En los minutos finales, Mosquera y Navarro, los dos centrales, pudieron adelantar a España a balón parado gracias a dos centros de Pablo Torre, el mejor de la Rojita, pero en ambas ocasiones, la pelota no quiso entrar. La ciencia no podría explicar por qué sus remates no acabaron en gol. El empate final no deja margen de error. Una goleada a Dinamarca clasificará a España. Pero antes toca sentarse frente a la tele y ver qué hacen los daneses ante Austria. El empate sería perfecto.