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LEGANÉS

José Arnáiz, talento de pico y pala

En Butarque alaban la transformación del extremo. En un Leganés en el que es difícil brillar, ha cambiado su rol para trabajar más en defensa.

José Arnáiz, talento de pico y pala
JAVIER GANDULDIARIO AS

José Arnáiz (26 años) llegó a Butarque con fama de futbolista gambetero. Firmó por el Leganés en 2018 procedente del FC Barcelona a cambio de cinco millones de euros para adquirir en propiedad el 50% de sus derechos. Todavía los culés retienen la mitad de sus derechos. Los mantuvieron porque el de Talavera ejerció en su único año en la Ciudad Condal como hombre de vértigo en el regate. Había esperanzas potenciales de verlo volar en un futuro por la banda del Camp Nou. La mala fortuna frenó el sueño.

Lesiones mediante, el ‘10’ blanquiazul no ha llegado a recuperar semejante eslalon frenético, aunque sí a mostrar regularidad ofensiva, como demostró la temporada pasada, cuando, por momentos, recordó aquella versión frenética que portaba las franjas azulgranas o las blanquivioletas del Valladolid, donde estalló. Ahora, en medio de un Lega deprimido y anclado a la supervivencia extrema, le cuesta lucir la pegada y regate de antaño. Es difícil destacar en este Leganés de entreguerras.

Con el mono de trabajo en Tenerife

Sin embargo, y para compensar, Arnáiz se ha transformado en un trabajador de la banda para aportar al equipo la estabilidad defensiva que le reclama su entrenador, Mehdi Nafti. El extremo ha cambiado los quilates y el bisturí por el pico y la pala. Quizá ante el Tenerife, el pasado domingo, se mostró esta nueva versión de un Arnáiz obrero difícil de imaginar hace no tanto tiempo.

Fue el del Heliodoro Rodríguez López un partido feo. Tosco especialmente por la parte de un Leganés que, marcado por la goleada de Burgos, parece haberse encaminado hacia sendas blindadas. Objetivo: no encajar con la facilidad de aquel mediodía. Se cumplió aunque con la eficacia de un camión subiendo cuesta arriba. Nada de belleza hubo en semejante despliegue. Poco importaba. No se encajó y se sacó un punto valioso ante un rival de enjundia.

Un robo fundamental

Características que marcaron también el partido de Arnáiz, un ‘10’ al servicio del colectivo y con obsesiones defensivas. Tantas, que sumó más recuperaciones e interceptaciones (cinco en total) que regates intentados y conseguidos (tres y uno). Así es esta nueva versión de Arnáiz que, paradójicamente, ante los canarios se convirtió en jugador más relevante por lo que sumó en su propia área, que en la rival.

Porque allá por el minuto 23, le robó a Elady un balón franco cuando el delantero iba camino de un remate a bocajarro ante Asier Riesgo. Arnáiz ejerció casi como lateral experimentado para robarle el esférico y, de paso, desbaratar la ocasión más clara del Tenerife junto con el palo de Enrique Gallego. Es ese espíritu de sacrificio el que aplauden desde Butarque al señalar a un jugador más responsabilizado con la causa común y al que Nafti piropeó por semejante esfuerzo desde su primer partido. “Es de alabar ver a jugadores de tanto talento como Arnáiz defender como lo han hecho”, ya le aplaudió en su primer partido debut ante el Cartagena, cuando ya atisbó la nueva versión del Arnáiz más 'currante'.