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FÚTBOL FEMENINO

Virginia: "He tenido que superar días muy difíciles hasta llegar a mi redebut en el fútbol"

La jugadora del Atlético atiende a AS para hablar de su emotivo regreso a los terrenos de juego tras superar un cáncer. "Soy una Virginia nueva", afirma.

Actualizado a
20/01/21 PARTIDO SUPERCOPA DE ESPAÑA FEMENINA 2022
 VIRGINIA TORRECILLA
 LEVANTE - ATLETICO DE MADRID
DANI SANCHEZDIARIO AS

Volvió Virginia Torrecilla (Cala Millor, 27 años). Y, con ella, triunfaron la vida y el fútbol, en un redebut tras superar el cáncer que alzó la deportividad y el compañerismo por encima de todo. La centrocampista del Atleti habla en una entrevista para AS tras vivir un día que jamás olvidarán ella, sus compañeras y todos los aficionados a este deporte.

Los motivos sobran para que así sea. En mayo de 2020, tuvo que ser operada de un tumor en la cabeza. Un cáncer del que se recuperó, radioterapia y quimioterapia mediante, sin borrar la sonrisa de su cara. Este domingo, sobre el verde de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, se convirtió en la gran campeona de la Supercopa de España, en la que el Barça levantó mucho más que un título, manteando a Virginia tras la final.

Con una gran naturalidad y cercanía, la también conocida como 'Vir' sacó tiempo y fuerza para atender a este periódico y otros tantos medios que querían saber qué tal estaba tras un día tan especial. Ella, como siempre, no falló ante ninguno y respondió a todas las preguntas con gran sinceridad y con aún lágrimas en los ojos. Así es Vir, auténtica y ejemplar. "Hay que normalizar que llorar es bueno. Es necesario para la vida. No hay que avergonzarse de ello. Yo soy fuerte y lloro todos los días", asegura, tras protagonizar uno de los momentos más emotivos de la historia del fútbol.

Tras un día lleno de emociones, ¿qué tal está?

Ha sido todo muy rápido. Cuando la gente me dice que soy una referente y una luchadora no me doy cuenta de todo lo que ha pasado. Echo la vista atrás y pienso en todo lo que he vivido y en lo mal que lo he pasado. Pese a todo sigo aquí y es increíble.

Siempre ha tenido una gran personalidad dentro y fuera del campo, ¿ha sentido presión por tener que ser fuerte?

Sí. Cuando hice oficial mi enfermedad lo hice con el objetivo de mostrar que a todos nos puede pasar y que hay que luchar y seguir adelante. Enseñé el lado bueno de todo lo que viví, pero he pasado momentos muy, muy malos. He tenido que superar días muy difíciles para poder estar hoy aquí. Ha habido momentos de querer tirar la toalla y de llorar mucho, mucho.

¿Imaginó su redebut así?

Soñé con mi redebut y con volver a jugar al fútbol de mil formas y jamás imaginé que sería así. Ni que sería en una final de la Supercopa, ni contra el Barcelona, ni con ese resultado. Jamás pensé que viviría algo así. Fue increíble, independientemente del resultado. El fútbol femenino ganó muchísimo después de que las jugadoras del Barça me mantearan antes de celebrar su título de campeonas.

¿Con qué se queda de este redebut?

Con las personas. Sólo tengo palabras de agradecimiento para todos. Destaco el caso del Barça de que se han portado muy bien y es algo de admirar y que pasa muy pocas veces en la vida en el deporte. Es una lección más de los valores del deporte y el fútbol femenino.

Va más allá del fútbol...

Sí. Va más allá. No te das cuenta de lo que es la vida hasta que pasa algo así. Yo siempre decía que si me rompía el cruzado dejaba el fútbol y a los meses de aquello me diagnosticaron un cáncer y saqué fuerzas para seguir adelante. Las personas somos así. No te das cuentas de lo fuerte que somos hasta que llega algo de este tipo.

Hace unos meses dijo que volvería a jugar al fútbol porque se lo prometió a su madre, ¿qué le dijo ella nada más redebutar?

Sí. He pasado momentos muy críticos y cuando he pensado en tirar la toalla mis padres siempre han estado ahí. Ellos han sido los que me han empujado para que siga adelante y los que han permitido que hoy esté aquí después de tanto trabajo. Hemos recibido golpes muy duros en la vida, como el accidente de coche con mi madre. Cuando salté al campo sólo me acordé de ella, de mi madre, y del afán de superación que tiene. Sabía que tenía que redebutar y ser mejor cada día en lo que me queda de proceso. Cuando mi familia me vio en la televisión, se pusieron todos a llorar. Cuando los llamé no paraban de llorar y de decirme que estaban muy orgullosos de mí. Hemos pasado mucho y verlos llorar de nuevo de alegría ha sido muy bonito.

¿Qué es lo más echaba de menos del fútbol?

La sensación de competir y tener minutos en una competición, ya sea la Copa, la Supercopa o la Liga. Es para mí lo mejor. Sobre todo, por volver a luchar con mis compañeras por este escudo en el campo, estar nerviosa y sentir todas esas emociones antes de jugar un partido.

Han sido 683 días sin jugar, ¿se ha hecho más o menos largo de lo que muestra esta cifra?

Cuando vi la cifra dije: 'Madre mía, ¡cuántos días!' No pensaba que era tanto porque siempre hablamos de meses o años, pero sí que es verdad que miras para atrás y ves que ha sido mucho, mucho trabajo y tiempo.

¿Qué valor psicológico tiene este redebut para usted?

Tengo que agradecer a todos, a Óscar Fernández y al cuerpo técnico, a Iván, que ha estado muchos meses conmigo, a mi doctor, Javi... Todos han estado conmigo en este proceso y sabían perfectamente lo que suponía entrar en una convocatoria para mí. Sí que es verdad que físicamente he dado un cambio brutal en los últimos meses, pero psicológicamente cuesta mucho. Se me puso cuesta arriba muchas veces y fue complicado por el hecho de seguir superándome cada día y ver que no redebutaba. Cuando entré en la convocatoria sentí un subidón de adrenalina para seguir luchando por mis objetivos. Y redebutar ya es algo que nunca olvidaré y que me va a hacer mejorar seguro. No dudo de ello.

¿Qué ha sido lo más duro de todo este proceso?

Todo ha tenido su tiempo. Ahora he mejorado mucho en lo físico, pero hubo un tiempo en el que estuve estancada y no subía de peso. Pesaba 54 kg, diez menos de lo normal, y fue muy complicado porque no veía resultados. Yo quería engordar y ganar peso. Si no lo conseguía no podía ni generar músculo ni mejorar en ningún aspecto físico. Han sido momentos durísimos. Ahora soy consciente del momento en el que estoy y que tengo que mejorar muchísimo, pero esto me impulsa a seguir peleando.

¿Queda mucho de la anterior Virginia o estamos ante una nueva Virginia?

No tengo nada que ver con la Virginia de hace dos años. Esta enfermedad y todo el proceso de mi madre tras el accidente me han hecho aprender y madurar mucho. Soy una Virginia nueva, que piensa mucho y le importa lo que tiene alrededor. Sobre todo, disfruto más la vida, el día a día. Y que sea lo que tenga que venir. Voy a por todas.