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EL REPORTAJE

La Liga elige contragolpe

Más de la mitad de los equipos de Primera utiliza esta táctica. Solo cuatro apuestan siempre por el ataque posicional y otros cinco manejan a conveniencia indistintamente las dos variantes.

Actualizado a
11/01/22 SUPERCOPA DE ESPAÑA EN ARABIA ENTRENAMIENTO DEL REAL MADRID ENCUENTRO CON JUGADORES DEL BARCELONA
 XAVI HERNANDEZ ANCELOTTI
Pablo Garcia/RFEFDIARIO AS

Contraataque contra ataque posicional. Posesión del balón contra el dominio de los espacios. El debate futbolístico se ha vuelto a poner sobre la mesa y el Real Madrid y el Barcelona, el Barcelona y el Real Madrid son sus protagonistas estelares. La polivalencia táctica de los blancos en la que el juego ofensivo de contragolpe se presenta como uno de sus recursos más utilizados, contra el rigor táctico de los azulgranas que desde la llegada de Xavi intenta recuperar su estilo de juego escenificado en el ataque de posesión que se instaló en el Camp Nou desde la llegada del Johan Cruyff técnico.

Ancelotti ejerce de italiano. El técnico del Real Madrid no ha escondido en sus últimas comparecencias ante los medios de comunicación que su equipo se siente cómodo en este tipo de acción ofensiva. "Me gusta el contraataque, soy italiano. Estoy encantado de que mi equipo juegue a la contra. Jugar así no es tan sencillo, no es simple. Significa jugar vertical y tener jugadores que te den los pases en el tiempo justo y delanteros que ataquen en el tiempo justo. La contra del Real Madrid en el tercer gol de la victoria sobre el Barcelona 3-2 en la semifinal de la Supercopa, no fue una contra de un pase, fue una contra de cuatro o cinco pases rasos, con seis jugadores dentro del área rival, no uno. No fue un pase largo para la carrera de Vinicius. A veces escucho esto. Fue una contra bien hecha. El Madrid juega a la contra, encantado".

El técnico italiano es de los que defiende que en el fútbol no existe ni el estilo ni el sistema perfecto. "Todo está bien, no hay una magia que te hace ganar los partidos. El juego perfecto no existe. No es que si hago la contra voy a ganar todos los partidos, no es que si hago la posesión voy a ganar todos los partidos. Los partidos se ganan también a balón parado y de todas las formas".

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Miguel y Elena

Xavi, con el balón por bandera. El técnico azulgrana, por el contrario, se alinea absolutamente con los principios del ataque posicional que surgen de la idea de que la posesión y el balón es básico. "Lo más importante, lo más bonito y lo más precioso del fútbol es tener el balón e ir al ataque y dominar el partido con el balón. En el ataque posicional lo más importante es ensanchar el campo y abrirlo, hacerlo lo más abierto posible y lo más profundo posible. Hay que buscar en todas las zonas del campo superioridades numéricas. Si el contrario te espera atrás y no te presiona arriba lo que tienes es que encontrar soluciones para atacar esa defensa en bloque bajo". Un debate que, por supuesto, se extiende al resto de los equipos de la Liga y cuyo análisis con las herramientas y estadísticas que se manejan, nos conduce a señalar que la Liga es un campeonato más de contraataque que de ataque posicional, pero en cualquier caso muy rico en matices y variantes. En el primer apartado, con sus tonos y sus grados, se pueden incluir 11 equipos: Athletic, Valencia, Espanyol, Osasuna, Mallorca, Getafe, Cádiz, Levante, Granada, Elche y Alavés.

Entre ellos los hay que apuestan por un juego más directo con transiciones muy rápidas como suele ser el caso del Alavés, Cádiz, Getafe, Elche (los cuatro han cambiado de entrenador) y Osasuna, que destaca por su defensa adelantada. El Valencia no representa el juego directo tradicional de disputa en campo rival y segunda jugada, aprovecha sus transiciones rápidas para ser el segundo equipo con mayor tanto por ciento de pase largo y también es el cuarto equipo con más cambios de orientación del campeonato. Mallorca, Levante, Espanyol, Granada y Athletic, dentro de este estilo contragolpeador, se adaptan perfectamente a diferentes contextos hasta el punto, sobre todo en el caso del Levante (tres entrenadores) y el Athletic, que no hay datos estadísticos que apoyen y confirmen que son equipos predominantemente de contraataque.

Con la etiqueta de conjuntos con clara tendencia al ataque posicional, mucha iniciativa de juego, posesiones más largas y que, en la mayor parte del partido, quieren y suelen llevar el peso del juego se encuentran el Barcelona, la Real Sociedad, el Betis y el Celta. En este grupo, por sus estadísticas y sensaciones también podrían incluirse otros cuatro ejemplos: Real Madrid, Sevilla, Villarreal y Atlético. De hecho, por sus datos, estos ocho clubes están en el top-8 de equipos con más pases por posesión, más iniciativa de juego y mayor tanto por ciento de posesiones largas (más de 30 segundos). Sin embargo, estos cuatro últimos equipos, en bastantes fases del partido se encuentran cómodos cediendo espacio para buscar el contraataque y explotar la velocidad de sus puntas y la precisión para lanzar este tipo de pases rápidos típicos de la contra. De hecho, los cuatro están entre los siete que más goles han anotado en contraataque.

Por estas características, Real Madrid, Sevilla, Villarreal y Atlético también podrían quedar integrados en un denominado grupo mixto, que vive a caballo de las dos tendencias y al que se uniría el Rayo Vallecano, un equipo especial, al que le gusta llevar la iniciativa con un juego combinativo, pero al mismo tiempo cuando tiene ocasión le gusta correr y hacer valer su intensidad, su gran valor, en el ida y vuelta.

La opinión de los técnicos. Este debate siempre ha estado vivo entre los técnicos, que nunca se decantan por un único modelo de juego. Del Bosque proclama la libertad de elección. El exseleccionador, en sus experiencias con el Real Madrid y en la Selección, apostaba más por un ataque posicional, con el balón como sujeto de las maniobras, pero en ningún momento ningunea el contraataque puro y duro. "Nosotros podríamos encuadrarnos en los que queríamos atacar con el balón, pero nadie les decía a los jugadores que no tiraran un contraataque si era la mejor opción. El contraataque es consustancial a lo que va ocurriendo en el juego. Si tu robas un balón, el cuerpo y la cabeza te pueden pedir seguir rápido la jugada. Lo importante es que, si el jugador ve posibilidad de contra, el primer pase sea siempre hacia delante. También tienes la opción de nada más recuperar, dar un pase de seguridad y ahí es cuando demuestras que quieres controlar la acción inmediata del juego y dices ahora mandamos nosotros. Incluso puedes dar el pase hacia atrás para asegurar".

Al comentarle que la mitad de los equipos de la Liga apuestan por el contragolpe, Vicente, reflexiona. "Tiene que ver siempre con la capacidad de los equipos. No hay una forma única de atacar. Uno no tiene todo el rato el balón. Hay que tener en cuenta siempre dónde quieres recuperar la pelota. La salsa o sustancia del contraataque es robar el balón y llegar pronto a la portería contraria. Lo puedes robar en su campo o en el tuyo. Si lo robas adelante, tardas menos, es una contra más corta, pero más inmediata. Si te repliegas y lo robas atrás, tardas más. Los grandes equipos dominan los partidos y son más proclives al ataque posicional, también influenciados por el repliegue del contrario. El Real Madrid hace bien las dos alternativas. Cuando llevan el peso del partido tienen mucho movimiento, mucha agilidad con el balón y cuando es contraataque lo interpreta perfectamente".

Irureta 'mamó' la contra en el Atlético. Si hubiera que elegir un equipo español que tradicionalmente se caracterizó por explotar el juego de contraataque, el Atlético de Madrid sería el máximo candidato. Sus primeras referencias datan de la década de los 50 con Helenio Herrera en el banquillo y se prolongaron con éxito hasta el comienzo de los 70 con Marcel Domingo y Max Merkel. En ellos se inspiró Luis Aragonés que fue un aventajado en la materia. Después de unos años de alternancia, Diego Pablo Simeone recuperó la idea y el Atlético ha sido el vivo ejemplo del equipo que prefiere los espacios al balón.

Javier Irureta, 14 años como jugador y 24 como entrenador, bebió directamente en las fuentes del contraataque cuando jugó en el Atlético y quedó impregnado de ellas para su posterior etapa como técnico. Su Deportivo campeón de Liga y Copa era un ejemplo vivo de esa tendencia. "Reconozco que me gusta ese estilo de replegarse, recuperar, salir rápido y pillar al adversario cuanto más desorganizado, mejor. Es importante que no le dé tiempo a volver. Marcel Domingo y Luis eran dos maestros. Ellos incidían en que era muy importante que la última línea no se hundiera muy atrás. El delantero o los dos delanteros, en el semicírculo y los centrocampistas cerca de los defensas. Es un estilo de juego muy efectivo que no morirá jamás y no considero que utilizarlo ahora pueda sonar a antiguo".

Jabo recuerda a su Deportivo campeón. "Con Makaay arriba, que era rapidísimo, o Tristán o Pandiani; Valerón por detrás, Víctor y Fran en las bandas, Valerón y dos mediocentros como Mauro Silva y Flavio o después Sergio, teníamos asegurada una buena salida. Sí es verdad que la contra te exige un alto estado de forma física porque explotas mucho la velocidad y te desgastas mucho en la recuperación".

Si el Atlético ha llevado la armadura del contraataque en el fútbol español, el Inter ha sido su mejor valedor en el fútbol europeo con sus dos Copas de Europa y dos Intercontinentales consecutivas (1964 y 65). Luis Suárez, el único Balón de Oro masculino de la historia del fútbol español, era la llave maestra de ese juego. "Helenio Herrera lo tenía muy claro, fue fichando jugadores para jugar de esa forma. Primero me llevo a mí, que era idóneo para aprovechar la velocidad arriba de Mazzola o Jair, después fue Peiró, que era un galgo de rápido. Corso y yo éramos los lanzadores del equipo. En la Copa de Europa siempre jugábamos a la contra. En Italia, en casa, teníamos que atacar por obligación porque los equipos se nos encerraban atrás, pero en cuanto nos poníamos por delante en el marcado, retrocedíamos. La cabra tiraba al monte".

Luis, desde Milán donde continúa viviendo, analiza todos los partidos del Barça para la Cadena SER y disiente de que el equipo azulgrana siempre quiere jugar igual cuando no tiene jugadores para ello. "Con Xavi, Iniesta, Messi… es normal que se quiera atacar desde la posesión y el control del partido. Pero Xavi quiere hacerlo ahora y no tiene, todavía, jugadores para ello. Y digo todavía porque los jóvenes están progresando mucho y pueden llegar a madurar y pueden llegar a jugar de esa forma, pero no todos triunfarán. Algunos se quedarán. Sin jugadores para ello no se puede defender una idea por defenderla".

Ataque posicional

Se entiende como ataque posicional aquel que el equipo con la tenencia de la pelota realiza su ofensiva desde una posesión prolongada en la que busca superar al rival con jugadas largas y con la participación de un elevado número de jugadores. Preferentemente se suele ejecutar con pases en corto que intentan atraer contrarios a esa zona del campo y después poder atacar los espacios defensivos más desprotegidos por el rival. La amplitud y la profundidad son claves en este tipo de ataque. El balón es la herramienta para desarmar al rival, crear zonas libres y ocuparlas.

Contraataque

El principal objetivo del contraataque es coger desprevenido al equipo contrario. Es un principio táctico ofensivo en donde el equipo que roba el balón, se dirige rápidamente hacia la portería con el objetivo de sorprender al rival y conseguir el gol. La velocidad es un factor vital en este tipo de acción ofensiva, tanto para el conjunto que la propone como para el que intenta defenderla. Cuando el contrario pierde la posesión en el centro del campo o en ataque, los defensas suelen estar alejados de su zona habitual, siendo este el momento oportuno para iniciar un contraataque.