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PRIMERA RFEF

Yago Iglesias: "No diré que el Deportivo mete miedo, pero este verano acertó en todo"

El técnico gallego está teniendo un notable regreso a los banquillos con el Zamora y habla para AS de sus meses en paro, la Primera RFEF, el contacto con el Depor...

Yago Iglesias elogia al Deportivo y está encantado en Zamora.
JESÚS SANCHOSANCHOFOTO

Tener a Yago Iglesias (Ribeira, 1982) fuera de los banquillos era un lujo que la Primera RFEF no se podía permitir durante mucho tiempo. El joven técnico gallego devolvió al Compostela a Segunda B y el año pasado fue una de las revelaciones en una temporada marcada por la reestructuración del fútbol no profesional. En verano sintió que necesitaba cambiar de aires y el Deportivo llamó a su puerta, aunque finalmente no fue el elegido y se quedó sin equipo. Tras varios meses, "estoy más preparado que en verano", el Zamora recurrió a él para salir del pozo. A finales de noviembre cogió el equipo a siete puntos de la salvación y hoy tiene la permanencia a tiro de un punto tras cuatro partidos sin perder y dos victorias consecutivas. Y todo ello, sin renunciar a una idea que despierta ilusión en el Ruta de la Plata.

No ha sido mala forma de empezar tras el periodo fuera de los banquillo...

Estoy muy contento. Empezamos con derrota, aunque es cierto que llevábamos apenas dos días. Pero a partir de ahí, en los cuatro siguientes partidos y también la Copa, con buenas sensaciones, el equipo ha sido capaz de recortar puntos. La distancia era importante cuando llegamos y ahora estamos a uno. Y sobre todo las sensaciones son buenas. A nivel de juego, en poco tiempo el equipo está haciendo muchas cosas y estamos contentos con todo. El club, la ciudad...

Llegó a un equipo que venía de éxitos recientes y se veía hundido en la tabla, ¿qué vestuario se encontró?

Ya sabemos cómo es el fútbol en cuanto a ciclos y dinámicas. Este club tiene muchas similitudes con el Compostela. Muchos años haciendo las cosas bien, de ganar más que perder. De tener muchas alegrías y pocas tristezas. Esta categoría es dura. Las cosas se siguen haciendo bien, pero los resultados no acompañaban. Nos encontramos un grupo de jugadores muy mentalizado. Con ganas de sacarlo adelante. Muy mimetizado con lo que es el club. Se está trabajando muy bien y hay una filosofía clara. Da igual la categoría. La idea es crecer como club y darle ese punto de profesionalización.

 ¿Y cómo se vio usted? Suele decirse que para entrenadores con una idea tan marcada es complicado comenzar con la temporada en marcha.

Son pequeños clichés establecidos en este mundillo, pero nada más lejos de la realidad. Los entrenadores tenemos que adaptarnos a los contextos. Todo el mundo quiere trabajar en uno ideal. Principio de temporada, incluso elegir el perfil de jugadores que más se ajustan a tu idea... pero la realidad es que todos tenemos capacidad para llegar y subirnos a un coche en marcha. En el tiempo que estuve parado me dio tiempo a conocer bien la categoría. Había un análisis previo. Y en el momento que llego a Zamora hago un análisis inicial y saco conclusiones para empezar a trabajar.

¿Y esas conclusiones lo obligan a cambiar?

Mi idea de juego es igual en el Compostela, en el Zamora o en el equipo que esté. Hay matices que están a favor o en contra de la tipología de jugadores y el tiempo que tengas para conseguir resultados. Estamos rompiendo esos clichés, esas pequeñas ideas, porque en poco más de un mes y con una densidad competitiva altísima - de hecho esta es la primera semana que tendremos limpia para entrenar - el equipo está haciendo muchas cosas. Creo que es injusto poner etiquetas a unos entrenadores u otros. Pero para eso estamos, para romper barreras y demostrar que no tiene que ser así. Particularmente le doy las gracias al Zamora por no pensar así. Por creer en la idea y que el equipo necesitaba un cambio tirando más hacia esa filosofía parecida a la que yo pueda tener. Y de momento la cosa va bien.

No se concretó, pero al Deportivo en verano también parecía agradarle su idea...

No puedo estar más que agradecido, de ver como algo muy positivo que el Depor se fije en ti. Que te tenga en cuenta para ser su entrenador. Es algo a tener en cuenta. Las circunstancias no se dieron, pero para mí fue un orgullo que mi nombre estuviera vinculado a un club como el Deportivo.

¿Llegó a verse cerca del puesto?

No es verse cerca o lejos. Cuando se dieron las conversaciones yo sabía que no era el único. Un club tan grande tiene que valorar y tomar las mejores decisiones. Hay muy buenos entrenadores y yo, siendo tan joven, encima gallego porque a veces parece que lo de casa no vale, que el Depor me valorara como opción me motiva para seguir trabajando fuerte. Para ser cada año mejor entrenador y que en un futuro, si esa puerta se puede abrir, volver a trabajar en un grande al lado de casa.

¿Qué cree que vieron en Borja Jiménez que usted no tenía?

No lo sé, no es una pregunta para mí. Entiendo que visto desde fuera, Borja es un entrenador con un recorrido importante. Y algo que he dicho siempre, es muy buen entrenador. Creo que optando por uno o por otro la decisión iba a ser acertada. Sé mis fortalezas y mis debilidades, pero tengo claro que esto es una profesión de largo recorrido. Todos tenemos que mejorar y aprender y en ese proceso estoy.

Eso sucedió al inicio de verano, ¿fue una decepción ver pasar las semanas y ver que los banquillos de Primera RFEF se iban agotando?

Son cosas que no dependen de uno. No fue una decepción. En el momento que dejo el Compos ya dije que no tenía absolutamente nada con otro equipo. Aunque mi intención era, si podía, seguir creciendo en otro sitio. Pero también podía ser que no saliese nada. Porque se trata de ley de oferta y demanda. ¿Que me gustaría haber empezado la liga con equipo? Claro. Pero al final en esta profesión tienes que estar preparado para todo. Ahora, viéndolo con la perspectiva que da el tiempo y viéndome cómo estoy ahora, creo que empezar la temporada sin entrenar fue muy positivo. Crecí como entrenador en aspectos a los que quizá no le daba tanta importancia o que no tenía tiempo. La visualización, el análisis de la categoría desde fuera... y ahora estoy en Zamora y me ha llegado en buen momento. Creo que estoy más preparado que en verano, por eso no contemplo la palabra decepción o desilusión.

Ha visto mucha Primera RFEF desde la distancia, ¿hay más nivel que en Segunda B?

Es que desde fuera miras los nombres de los clubs, su capacidad económica, los estadios... luego ves a los jugadores y las plantillas... Hay muchos futbolistas con muchos minutos en Segunda B, incluso en categorías superiores. Con esta reestructuración, ahora en Primera RFEF están todos los equipos top que antes estaban divididos en cuatro grupos. Los jugadores que antes estaban en esos equipos con cierto potencial, ahora están todos en esta categoría. Todo el mundo dice que el nivel es muy alto, se respira fútbol profesional.

¿Y eso lo nota también en su trabajo como entrenador?

Cada fin de semana, cuando compites, pisando el césped ya se ve otro ritmo, otras capacidades por parte de los jugadores. Y otros planteamientos de los entrenadores que siempre te obligan a crecer y ser mejor. La categoría tiene un nivel altísimo, está más cerca de Segunda que de lo que era la Segunda B. Antes en el grupo gallego, por ejemplo, había cuatro o cinco equipos que partían como favoritos al ascenso por capacidad económica y demás. El resto teníamos plantillas cortas, capacidad para tener dos o tres jugadores con nivel superior, de Primera RFEF, pero el resto eran jugadores normales. Ahora todos los equipos tienen jugadorazos.

Le han cortado el ritmo con el parón, pero vaya partidos le esperan a la vuelta. Primero esa visita al Talavera

Es importante, pero también lo era contra Unionistas y antes con el Valladolid B. Quedan 20 jornadas por delante, toda la segunda vuelta. Son 60 puntos y todo puede dar muchas vueltas. Si miras otras temporadas, los equipos que están arriba en dinámica positiva es difícil que vayan a hacer un segundo tramo desastroso. Pero abajo... los que estamos abajo estamos yendo a más, consiguiendo más puntos, y hay un grupo de equipos con 25 o 26 puntos que van a tener que evolucionar. Esa ruptura que se ve en la clasificación se puede volver a juntar. Nuestro objetivo es ir semana a semana y en la medida de lo posible meter a más equipos en la pelea para que haya más competencia.

Y luego el Deportivo...

Ahora sólo pensamos en el Talavera, pero que tengan por supuesto que cuando juguemos contra ellos vamos a intentar que los tres puntos se queden en Zamora.

¿Cómo está viendo a un líder tan incontestable?

Lo primero que merece una mención especial es el buen trabajo que hizo la secretaría técnica en verano con Carlos Rosende a la cabeza. Fue un trabajo espectacular desde el primer momento. Un estudio de mercado, entre comillas, muy bueno para darse cuenta de dónde estás, de qué necesita el equipo para salir de esta categoría. Todos entendemos que el Deportivo es un club profesional y está aquí de paso, pero luego la confección de la plantilla, el entrenador... acertaron en todo.

Como rival, ¿cuál es el secreto de ese dominio?

Analizas el equipo a nivel individual y todos los puestos están doblados y todos con un nivel altísimo. Mezclaron experiencia de categoría superior con experiencia en la propia categoría. Creo que eso es lo más acertado. La palabra que mejor define al Depor a nivel futbolístico y táctico es el equilibrio. El que más goles mete, el que menos recibe... con eso está todo dicho. Hay que analizar lo que hace durante 90 minutos y ver lo que no hacen tan bien para intentar hacerles daño. Pero este año... no diré que mete miedo, pero sí parte con ventaja porque el trabajo del verano es fundamental y el Deportivo es un claro ejemplo de ello.