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REAL MADRID

Ancelotti encuentra una solución

Ha contado en los entrenamientos del primer equipo con Rafa Marín, un central de 1,91m. que ha encandilado al italiano. Es una demarcación en la que el Madrid necesita efectivos.

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Ancelotti encuentra una solución

Carlo Ancelotti llamó este jueves a Rafa Marín (Guadajoz, Sevilla, 2002) para entrenarse con el primer equipo. No es la primera vez que lo hace este curso y en el pasado ya le reclutó Zidane, pero sí que resulta toda una declaración de intenciones: el entrenador italiano le considera el defensa central más prometedor de la cantera. Le ha sorprendido mucho en los meses que lleva en el banquillo blanco en esta segunda etapa como técnico. Ante el Algeciras, el defensa sevillano le dio la razón al marcar el segundo tanto de los de Raúl con un poderoso testarazo a la salida de un saque de esquina botado por Peter Federico.

Marín es un central con un físico muy poderoso (1,91 metros), al que añade buena técnica y salida de balón. Su altura también la utiliza a la perfección, porque es muy poderoso por alto, tanto en acciones defensivas como en jugadas de ataque a balón parado. Además, tiene una cualidad importantísima en el Real Madrid: es muy rápido gracias a su zancada.

Este curso se ha convertido en una pieza fundamental para Raúl en el Castilla (ha disputado siete encuentros) y en esos partidos ha ofrecido un rendimiento fantástico. Incluso Luis de la Fuente, para la Sub-21, le sigue de cerca porque es una demarcación en la que La Rojita siempre tiene muchos problemas. Su crecimiento puede ser la solución a la escasez de efectivos que tiene el Madrid en el centro de la zaga, ya que Alaba y Militao son indiscutibles pero en el banquillo están Nacho, que también debe cubrir las bajas en los laterales, y Vallejo, que todavía no ha debutado este curso.

A día de hoy, Rafa Marín es uno de los defensas más prometedores del Real Madrid y la Selección, aunque su vida pudo ser muy diferente de no ser por su madre. De pequeño, su pasión eran las motos. Con tres años tenía una de cross y a los cinco le compraron un quad. Pero a su madre no le gustaba esa afición de su hijo por la velocidad y decidió apuntarle con seis años al Alcolea, equipo donde entonces jugaba su padre. Ahí se descubrió que tenía talento y aparcó definitivamente su pasión por las motos.

En el Alcolea estuvo desde 2009 hasta 2013, cuando fichó por el Centro Histórico. Una sola temporada sirvió para que el Sevilla le reclutara en 2014. Tras dos años en la cantera sevillista llegó la llamada del Real Madrid y Rafa Marín entendió que era lo mejor para su futuro. Su familia le apoyó en esta decisión y, pasados los años, apunta a que fue la correcta, porque en Valdebebas cada vez asoma más su nombre como el próximo gran central del futuro.