Ancelotti esquiva las minas
El italiano ha reconducido al Madrid. Decidió aparcar los experimentos tácticos, recuperó estabilidad con Mendy y ha logrado que al fin Vinicius sea el Robin de Benzema...
De ese Madrid asediado por las dudas tras la derrota contra en Cornellà apenas queda nada. Carlo Ancelotti ha logrado aprovechar el reprise del parón de selecciones para pulir diferentes frentes que le preocupaban. Con una base vertebradora, quedarse al fin con un esquema tipo (el 4-3-3) como anunció que iba a pasar desde el Shakhtar, ha resuelto el acuciante problema de los laterales con el retorno de Carvajal y Mendy y sobre todo ha conseguido encontrar algo que veía vital, un acompañante ideal para Benzema en la figura de Vinicius. De un camino de minas, con esa semana trampa con el viaje a Kiev y al Camp Nou, Carletto ha salido reforzado y viendo la senda por la que llevar a su Real Madrid...
El 1-2 ante el Sheriff dejó a Ancelotti con mal sueño y dándole vueltas a algo que terminó de dar formar tras la derrota contra el Espanyol. Era imperante quedarse con un sistema de juego concreto, un dibujo más entendible para su plantilla. En esta misma temporada había pasado por el probador con diferentes trajes. El 4-4-2, un 4-4-1-1 poco usual en Mestalla, el 4-2-3-1... probaturas y más probaturas que terminaban con situaciones atípicas (Camavinga de lateral izquierdo) y el madridismo ciertamente confundido. Para Kiev, todo cambió. "Mi idea es clara, hay que jugar en un 4-3-3, no hay otra manera", expresó contundente antes de encuentro contra el Shakhtar tan peligroso si se perdía. El Madrid salió ante los ucranios con ese dibujo y la recuperación de triángulo Casemiro-Kroos-Modric. Bingo. El resultado, ese 0-5 que trajo de vuelta aquel Madrid que apabullaba rivales. También la solvencia para ganar sin pasar apuros un Clásico en el Camp Nou (1-2). Tampoco se dejó sorprender por este Osasuna que pasa por el rival más fuerte a domicilio...
Fin al suplicio en los costados
Muchos de los problemas en defensa de los que se quejaba Ancelotti durante este primer tramo de curso venían porque no termina de fiarse del todo de Lucas Vázquez como primera alternativa para ser el dos ni de Miguel Gutiérrez en la función de tres. Por eso el regreso de Carvajal, como un tiro contra Osasuna, y la estabilidad que le otorga Mendy, que permite asentar a Alaba de central e incluso animarle a subir en jugadas como el 0-1 al Barça, dan un alegría el italiano en los costados. Con el francés, la zaga empieza a dar más aire de solidez. El gol del Kun fue en el descuento y Osasuna no encontró portería cómo sí habían hecho antes hasta Celta y Mallorca pese a salir aplastados a goles.
Esa es, la de los goles, una nueva faceta que empezaba a preocupar al técnico madridista durante este mes de octubre. Benzema era un Batman sin Robin y Vini ha tomado finalmente la capa para ser el Chico Maravilla. La confianza prolongada y sin fisuras de Ancelotti ha sido la argamasa para ello. Son once titularidades consecutivas de Vini, algo impensable con Zidane (y sus antecesores), y el resultado es un incremento de su producción arriba. Fue el mejor en Kiev, el agitador del Clásico y el protagonista del posible penalti del rojillo Lucas Torró. Ancelotti, respira más tranquilo que antes del parón.