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FRANCIA

De crear una web de fútbol con 14 años a presidente del Marsella

Pablo Longoria vivirá su primer clásico como presidente del histórico francés tras haber tenido una carrera única dentro del mundo del fútbol.

De crear una web de fútbol con 14 años a presidente del Marsella

Pablo Longoria (1986, Oviedo, España) pasea por la Corniche, el maravilloso paseo marítimo de Marsella, como si fuera un ciudadano más. A sus 35 años, el asturiano ha roto todas las barreras posibles dentro del fútbol al erigirse en uno de los presidentes más jóvenes de la historia del fútbol francés. Eligió Marsella para reflotar a un histórico del fútbol europeo y, paso a paso, lo está consiguiendo. Mañana vivirá ante el PSG su primer clásico como presidente tras haber forjado un proyecto ambicioso a través de un trabajo previo inigualable a cualquier otra figura dentro de un organigrama futbolístico.

Con tan solo 14 años, Longoria decidió que su pasión era el fútbol. Solo quería vivir por y para el fútbol. A una edad en la que muchos jóvenes empiezan a experimentar lo que es la fiesta, el alcohol y el salir solo a la calle, el ovetense era la excepción de su generación. Su pasión por el fútbol, en una época en la que Internet estaba comenzando a llegar a todos los hogares, le llevó a contratar a un diseñador de páginas web para crear un portal de fútbol llamado “Soccerole”. Allí, Pablo decidió que hacer informes de jugadores jóvenes de ligas nórdicas o escandinavas era más importante que probar la negrita con sus amigos en la calle. A raíz de su excepcional análisis del deporte rey, a Longoria le llegó, tras ya haber entrado a hacer colaboraciones en varias radios de prestigio (como, por ejemplo, Radio Marca, en una época en la que Àxel Torres iluminó a toda una generación joven para ser amante del fútbol internacional), su primera oportunidad en un club. En 2007 estuvo en el departamento de reclutamiento del Newcastle, iniciando una aventura que se ha prolongado durante más de una década y que ha culminado con la presidencia del equipo más importante de Francia.

De Inglaterra, Longoria decidió probar en España. De la mano de Eugenio Botas, fiel seguidor de “SoccerOle”, el agente le invitó un fin de semana a su casa para analizar varios aspectos del juego que acabaron convirtiéndose en dos meses y medio de charla incondicional. Longoria fue partícipe del Recreativo de Huelva que, además de ganar en el Bernabéu por 0-3 en 2006, acabó octavo en La Liga. También fue el arquitecto del Racing de Santander que se clasificó para la antigua Copa de la UEFA y que llegó a tutear a dos colosos del fútbol moderno actual como son el Manchester City y el PSG. Eran otros tiempos, pero Longoria ya comenzaba a dejar su semilla con un trabajo extraordinario diseñado a la medida para triunfar en un fútbol que estaba evolucionando a una velocidad supersónica.

Antes de ser fichado como “Director de Fútbol” del Olympique de Marsella, Longoria tuvo un paso en el Sassuolo, al que instauró prácticamente en la Serie A y por la Juventus, además de estar más de un año y medio en el Valencia, en el que volvió a coincidir con Marcelino García Toral (Recreativo) y con el que logró la gloria ganando la Copa del Rey ante el Barcelona en 2019. Era un Valencia extraordinario, asentado en la Champions League y con un proyecto sólido, Peter Lim decidió tirar todo por la borda y despidió de un plumazo a Alemany, Marcelino y el propio Longoria. Fue entonces cuando el actual presidente del Marsella paró durante un tiempo, pero sin freno, ya que, durante el confinamiento, preparó un equipo de trabajo extraordinario (entre los que se encuentra el experiodista de Radio Marca, Sergio Santomé) y aceptó el reto de relanzar al Marsella, que estaba en una crisis deportiva e institucional y le dio las riendas de la dirección deportiva.

En tiempo récord, y tras otra crisis, esta vez en marzo de este año y con un asalto de los ultras al centro de formación incluido, el Olympique de Marsella anunció un cambio histórico en el organigrama. Pablo Longoria se convertía, a los 35 años, en el presidente más joven de la historia del único equipo francés que tiene una Copa de Europa en su haber y su primera decisión fue la de fichar a Sampaoli como entrenador. Un técnico con carácter, fiel seguidor de Bielsa, que es un ídolo en la ciudad, y con una idea de juego claramente marcada. En verano, el asturiano hacía, a través de un método financiero milimétrico y preciso (además de saberlo todo sobre fútbol, es un enfermo de las finanzas y de cómo llevar un equipo en el plano económico), un mercado extraordinario. Jugadores como Saliba, Luan, Pau López, Gerson, Guendouzi o Ünder aterrizaban en el sur de Francia para intentar recuperar el prestigio de una entidad que vive al límite el fútbol a través de la pasión de sus aficionados. De momento, la ciudad está encantada con su presidente, que sale a la calle a tomar café como un aficionado más, recibe numerosos gestos de cariño por parte de los hinchas y se ha ganado al Velodrome por su cercanía y por su amor al club. Mañana, en el palco del Velodrome, Longoria buscará cambiar la historia de los Clásicos y devolver al Marsella al lugar que se merece, que es codearse con los equipos más importantes de Europa.