YOUTH LEAGUE | ATLÉTICO 2 - LIVERPOOL 0
Gismera y Salim dan un triunfo de oro a un gran Atlético
El equipo rojiblanco fue muy superior al Liverpool y sumó su primera victoria en la Youth League que le aupa hasta la segunda plaza del grupo.
El Atlético se jugaba media vida contra el Liverpool y los chavales rojiblancos se crecieron ante el reto y mostraron el camino que quiere seguir en la noche de hoy el primer equipo. Si el empate contra el Milan había dejado la sensación de perder dos puntos capitales en busca de los octavos, el conjunto rojiblanco sacó su mejor versión ante los ingleses para igualar los cuatro puntos de los reds, pero con una mejor diferencia de goles que sitúa a los colchoneros en una segunda plaza que en estos momentos es el gran objetivo.
Comenzó el Liverpool dominando el balón, pero no el partido, ya que este seguía al pie de la letra los designios de Ricardo Ortega y Fernando Torres, para el que todo encuentro contra el Liverpool es especial. Los ingleses movían la pelota de un lado a otro sin profundidad y sin conseguir romper líneas mientras que el equipo rojiblanco esperaba agazapado para robar y salir buscando la velocidad de Salim y Vilán y el juego de espaldas de Carlos Martín.
Eso sí, fueron los ingleses los que tuvieron la primera gran ocasión del encuentro demostrando que también se sienten muy cómodos jugando a la contra. Una pérdida de Barrios se convirtió en veneno con la entrada del Liverpool desde la banda derecha, pero el remate peligrosísimo de Musialowski a la altura del punto de penalti se topó con los guantes de Iturbe, siempre atento y felino. El guardameta es uno de los nombres marcados en rojo en la cantera rojiblanca desde hace años.
Sin embargo, desde esa temprana ocasión, el Liverpool apenas pudo encontrar al peligroso Woltman y fue el Atlético el que comenzó a estirarse y a percibir las debilidades de la zaga visitante. Sergio Díez daba profundidad desde el lateral derecho, Salim comenzaba a entrar en juego y Carlos Martín lo hacía todo bien salvo la consecución del gol. Fue el punta el que tuvo las dos primeras ocasiones, la segunda de ellas salvada por Davies en una buena intervención, hasta que Gismera plasmó la superioridad que se estaba comenzando a ver sobre el césped con un disparo cruzado que tocó el palo antes de introducirse en la portería.
Una madera que no deparó la misma fortuna a Pablo Barrios pocos minutos después. El centrocampista había buscado el segundo con un gran zurdazo, pero en esa ocasión el mismo palo que había concedido el gol de Gismera determinó que ese balón saliese repelido hacia fuera. Entre medias, el Atlético había merecido con creces ampliar su ventaja y Carlos Martínez y Curras habían estado a punto de conseguir ese segundo tanto.
El Liverpool se marchó al descanso noqueado, pero muy vivo por lo corto del marcador. Y los cambios revitalizaron ligeramente al conjunto inglés, que aumentó la intensidad en la presión y pudo volver a incomodar a los jugadores rojiblancos en los primeros minutos, aunque sin generar peligro y topándose siempre contra el muro defensivo, con Ibrahima a la cabeza. Y el Atlético fue de nuevo encontrando los espacios según iban pasando los minutos, con un hiperactivo Curras y de nuevo intentando buscar a un Sergio Díez apareciendo casi como extremo.
En una salida al contragolpe, Salim pudo correr metros por delante, driblar y conseguir ese segundo gol que tanto había merecido el Atlético. El madrileño de origen marroquí, selección que defiende en las categorías inferiores, anotó su tercer gol en la competición (el 75% de los tantos del equipo) y volvió a dejar patentes esas buenas sensaciones que viene mostrando durante todo el torneo. Un tanto ante el que el Liverpool no pudo responder y que da vida al Atlético en la búsqueda de los octavos. El equipo colchonero dejó un gran rendimiento, fue muy superior al rival y consiguió su primera victoria en el torneo europeo para demostrar que puede ser protagonista en la Youth League pese a la dimensión de las categorías inferiores a las que se enfrenta en un grupo de máxima dureza.