No hay sorpresa en el Clásico

Al Barça le quedan pocas cuentas pendientes en el fútbol femenino. Y este sábado, ante el Atlético, consiguió saldar una de ellas. Ni siquiera el mejor cuadro madrileño de estos últimos años pudo evitar que las catalanas llevaran a cabo su particular venganza en Alcalá de Henares. Y es que las últimas derrotas ante las rojiblancas, tanto en Supercopa como en Liga (4-3, siendo el único partido perdido para las culés en el campeonato liguero), escocieron, y mucho, en la Ciudad Condal. Dos espinitas que se quitó el Barça con gran determinación en un nuevo territorio conquistado (perdieron en sus dos visitas a la nueva C. D. Wanda). A todo ello, se sumó una inercia culé que no deja de derribar rivales: pleno de seis victorias en Liga.

Al equipo azulgrana se le puso pronto cara de campeón en este Clásico. Su juego, su dominio, su control, sus ocasiones... fueron muy superiores. En la línea de lo que nos ofrece con demasiada asiduidad este imparable Barça, que bailó a su antojo y volvió a demostrar por qué es el mejor equipo de Europa. Así, aunque el Atleti supo contener de inicio el ímpetu de las culés, el partido se terminó inclinando a favor de las de Jonatan Giráldez.

El cuadro catalán ahogó con sus internadas a una defensa rojiblanca desbordada. Incluso Aitana asistió a su habitual cita con la madera (lleva seis tiros al palo en seis partidos de Liga). El de la mediocentro del Barça no fue el único tiro que hizo tambalear una portería. El Atlético, que llegaba a la primera media hora de juego sin apuntarse ni una jugada de peligro, vio como el larguero dejaba el 1-0 en un gran 'uy' tras el disparo de Ludmila.

Del infortunio de la brasileña a, en la misma jugada, el buen saber estar de Oshoala en el día de su cumpleaños. La atacante nigeriana celebró sus 27 años colocándose como Pichichi de la Liga tras anotar el 0-1. Un gol que llegó casi de rebote después de una jugada espectacular de Graham Hansen, que le dio medio gol a la '20' del Barça. Corría por entonces el minuto 35 y al Barça no le dio tiempo a más, aunque su juego bien podría haber supuesto un resultado más abultado al descanso.

Aitana y Martens dictaron sentencia en el Clásico

El segundo tiempo dejó a un Atlético bien plantado de inicio. Pero ni siquiera la velocidad de jugadoras como Ludmila pudo poner contra las cuerdas al conjunto visitante. Las azulgranas fueron, una vez más, una máquina automatizada de juego. Sin errores atrás, lo único que se podía reprochar a las de Jonatan Giráldez era la falta de contundencia arriba. Aquí esto era más mérito de su rival (Lola Gallardo se sacó una mano salvadora para evitar el 0-2 de Oshoala).

Pese a la resistencia, el Atlético parecía condenado a la derrota. Y no sólo por mera sensación, sino que las rojiblancas vivían en un susto continuo en su área. Un vendaval azulgrana que terminó estallando de manera fugaz, con dos goles en apenas tres minutos. Primero, fue Aitana Bonmatí, que quiso también resarcirse de su tiro al palo y puso el 0-2 tras asistencia de Patri Guijarro y un gran disparo desde la frontal. Y seguidamente llegó el tanto de Lieke Martens, que hizo lo propio después de un buen centro de Graham Hansen.

Con el 0-3, el Atlético se vio más impotente que nunca. Las rojiblancas no pudieron articular palabra en busca de una reacción que, al menos, maquillara el resultado, no encontraron luces en su juego. Y es que el plantel de Óscar Fernández fue anulado por un poderío azulgrana que dejó unos minutos finales de gran dominio visitante, con la posibilidad de terminar el partido con una goleada mucho mayor.

El Barça sigue a lo suyo (lleva pleno de siete victorias en Liga) y continúa superando registros: gana al Atlético en casa tres temporadas después y gana por primera vez en Alcalá. Las culés han convertido las goleadas en una costumbre, al tiempo que se hacen más grandes en el liderato, en el que el Atlético perdió la oportunidad de dar un golpe sobre la mesa. La distancia en la tabla no es tan grande por ahora (5 puntos más para el equipo catalán), aunque sobre el verde el nivel de uno y otro equipo deja mucho en lo que trabajar para las rojiblancas...