"Escapar de la guerra me ha podido hacer más fuerte..."
Camavinga nació en Angola, en un campo de refugiados, porque sus padres huyeron de la guerra del Congo. En 2013, ya en Francia, su casa ardió por completo...
La de Camavinga es una historia de superación. O más bien la de sus padres, puesto que al nuevo jugador del Real Madrid (18 años) le tocó vivir una durísima situación personal de la que aún no era consciente porque era un bebé. Nació el 10 de noviembre de 2002 en el campo de refugiados de Mejide, en Angola, a donde sus padres, Celestino y Sofía, se fueron huyendo de la guerra del Congo. Poco después toda la familia (él es el tercero de seis hijos) se marchó a Lille, aunque se instalaron en la pequeña localidad de Fougeres, en la Bretaña francesa..
“Evidentemente haber tenido que escapar de la guerra me ha podido ayudar, hacerme más fuerte. Pero sobre todo es que mi familia me ha ayudado mucho y cuando juego, juego por ellos. Esto me ha hecho más fuerte”, dijo el jugador en su presentación. Florentino Pérez, en su discurso, también se acordó de las adversidades que han tenido que superar: “Tus padres, Celestino y Sofía, y tus hermanos saben muy bien lo que es el sacrificio y la lucha por hacer frente a las adversidades de la vida. De tus padres y de tu familia has aprendido unos principios que te acompañarán siempre y te ayudarán a superar las mayores dificultades que puedas tener.
Los problemas de la familia de Camavinga no terminan ahí. Él empieza a jugar al fútbol muy joven en el Drapeau Fougeres y pronto despierta el interés del Rennes. Eso coincide con otro hecho dramático: en 2013, cuando el jugador tenía sólo once años, la casa de la familia en Fougeres arde por completo, perdiendo todos sus bienes materiales y también los documentos (eso provocó que después tuviera problemas para lograr la nacionalización francesa). Finalmente, su primer club montó una cadena solidaria para ayudar a la familia y que pudieran salir adelante.
Camavinga fichó por el Rennes se convirtió en la esperanza de su familia, con la que está profundamente unido, para salir adelante. Su carrera en el Rennes ha sido meteórica, adelantándose siempre a su edad, y con 18 años le ha llegado la oportunidad definitiva de fichar por el Real Madrid y dejar atrás todas las piedras en el camino que le ha puesto la vida casi desde el día de su nacimiento.