Óscar Rodríguez recupera un trozo de crédito ante el PSG
El golazo del exmadridista a Keylor Navas fue casi lo mejor en el empate entre un Sevilla y un PSG experimentales en la cita de Faro.
Empate del Sevilla ante el París Saint-Germain en un partido con más nombre mediático que chicha, jugado entre una mezcla de las segundas unidades de ambos equipos y el sinfín de canteranos que hacen la pretemporada estos días. Faltaban Neymar, Mbappé, Di María, Ramos, Verrati, Kimpembe, Paredes, Donnarumma, De Jong, Diego Carlos, Fernando, Acuña y Óliver Torres. Koundé no jugó porque se había incorporado el viernes y medio lesionado a la concentración del Sevilla, equipo en el que no seguirá si el Chelsea decide ir a por él en serio... Así que Pochettino y Lopetegui colocaron los onces más potables de los que disponen, onces que al fin y al cabo se parecerán poco a los que comiencen la temporada en unos días, menos para un PSG que ya el próximo domingo disputa la Supercopa de Francia.
Bono sostuvo a un Sevilla timorato en el inicio. El guardameta le ganó un mano a mano a Achraf, capaz de dar la tarde a Rekik y a Ocampos. El argentino jugó de improvisado carrilero por la izquierda en una defensa de cinco sevillista, con el joven José Ángel como aparición en la línea de zagueros.
Fue Pedro Ortiz, otro canterano que acababa de salir por un lesionado Jordán, quién se inventó un buen balón entre líneas para dejar a En Nesyri solo ante Keylor Navas. El costarricense tocó pelota pero también delantero, cuando éste se disponía a rematar a puerta vacía. Y Rakitic (0-1, 40') convirtió el penalti que puso por delante a su equipo justo antes de que concluyera la primera mitad.
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Igualó Icardi (1-1, 48') antes de que los cambios del descanso rompieran a sudar. Bono salvó de nuevo, contra Draxler, justo antes de que Óscar Rodríguez exhibiera por fin una de las grandes virtudes por las que le fichó Monchi y pusiera el 1-2 con magnífico disparo desde fuera del área (63'). Cada vez más repleto de chavales, el duelo se rompió durante la última media hora, para bien y para mal. Un torpe entendimiento entre Bono y su jovencísima defensa terminó en el empate del PSG (Nagera, 88').