Pintus mete miedo
Casi todos los jugadores se han venido entrenando durante sus vacaciones justo antes de regresar a Valdebebas para comenzar la pretemporada bajo el preparador físico italiano
"¡Caña, caña y caña!". Las palabras resonaban en el stage de pretemporada que el Real Madrid empezaba en las instalaciones que la Universidad de California, UCLA, posee en Los Ángeles. Allí, Antonio Pintus (Turín, 26 septiembre 1962) diseñaba unos circuitos de ejercicios físicos que agotaban a todos los miembros de la plantilla blanca, Zidane incluido, que incluían recorridos de carrera continua, ejercicios como abdominales, planchas, estiramientos… Era el verano de 2017 y los jugadores desplazados a la ciudad angelina no veían la hora de finiquitar las primeras sesiones de entrenamiento. En esas primeras semanas, Pintus se volvía a colgar la etiqueta que algunos futbolistas le habían puesto la temporada anterior, la de su llegada a la capital madrileña: El sargento de hierro (otros le apodaron Mister Proper por su calvicie y estado físico)
Antonio Pintus había llegado a un acuerdo para ser el preparador físico del Olympique de Lyon, cuando Zinedine Zidane, que coincidió con él en las filas de la Juventus, le reclamó. El buen estado físico con el que acabó la campaña hizo que el entrenador francés le diera todo el poder en el aspecto físico. Su segunda campaña acabó con un sonoro éxito: los blancos ganaron la Liga y la Champions, ésta ante la Juventus en una exhibición tal de poderío físico, que al final del encuentro, cuando el Rey Juan Carlos entró en el vestuario, tras saludar a los jugadores y a Zidane, sus primera palabras fueron hacia su compatriota italiano: "¿Dónde está Pintus?". Zizou fue el encargado de llamarle: "Han mejorado mucho", dijo, ante su presencia.
Y cierto es que la presencia de Pintus impone. Su anuncio como "jefe de la preparación física del primer equipo y responsable de metodología de preparación física de todos los equipos de fútbol del club", según reza el comunicado oficial del conjunto blanco, ha hecho que todos los jugadores se pongan manos a la obra antes del comienzo de la pretemporada. Futbolistas como Marcelo, Isco, Lucas Vázquez y Lunin, entre otros, ya han comenzado a entrenarse por su cuenta durante sus vacaciones veraniegas. No es raro el día que los jugadores suban a sus redes sociales sus entrenamientos: ya sean corriendo (bien al aire libre, bien en máquinas) o haciendo ejercicios. Ninguno quiere sufrir las famosas agujetas en estos primeros días de entrenamiento. Pero más allá del desgaste propio del inicio de la temporada, hay una sencilla explicación: los tres últimos campeones de Champions (Liverpool, Bayern y Chelsea, en ese orden) fueron superiores a sus rivales en el aspecto físico. La eliminación de los blancos a manos de los londinenses, sobre todo, la superioridad mostrada en ese apartado, ha hecho que la directiva blanca ponga a la plantilla bajo las órdenes del italiano.
El método de Pintus (una persona tímida y siempre dispuesta a aparecer en un segundo plano) es sencillo: su lema es "El que corra más rápido será mejor". Sus semanas de entrenamiento exigen entrenamientos con poco trabajo de balón. Ese trabajo se va incrementando tanto de volumen de carga como de intensidad conforme se acerca el fin de semana (la fecha del partido). Este año, el Madrid ha sufrido más de 60 lesiones musculares, algo a lo que la directiva madridista quiere cortar de raíz. Cuando Zidane se hizo cargo del primer equipo, los blancos habían sufrido hasta 26 lesiones musculares en apenas cinco meses de competición (se adujo a la pretemporada realizada en Australia ese verano de 2015 con lluvias, frío, etc etc). Bajo el liderazgo de Pintus, esa cifra descendió. Su metodología es que cada jugador debe saber cuál es su punto de sacrificio para luego poder explotarlo en los partidos. Y los veteranos lo saben. Prácticamente todos se han estado ejercitando en sus vacaciones. No quieren que el tren Pintus les arrolle.