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TENERIFE

Un banquillo de pocos revulsivos

Solo en diez partidos el marcador cambió su rumbo cuando ingresó un jugador como suplente. Futbolistas como Suso, Pomares, Valera o Jorge son las pocas excepciones.

Actualizado a
Entrenamiento del Tenerife durante la pasada temporada.
CD Tenerife

Aunque en el fútbol muchas veces se mira más al once titular que al que acaba el juego, lo cierto es que ambos son igual de importantes. Sin embargo, en el Tenerife, este campeonato, el banquillo no resultó ser el revulsivo deseado ya que solamente en diez partidos (sumando Liga y Copa), los jugadores que ingresaron de refresco consiguieron marcar y alterar el marcador.

El caso más reciente fue el de Suso Santana ante el Real Oviedo que de no ser por el gol de Blanco Leschuk en el epílogo del encuentro, le hubiese valido al Tenerife para ganar (y hacerlo, además, por primera vez a remolque). El capitán ingresó faltando media hora y marcó de penalti el 2-1 parcial.

Para encontrar algo parecido hay que remontarse muchas semanas para atrás cuando el 28 de febrero, Sam Shashoua y Germán Valera colaboraron en el 3-1 final contra el Alcorcón siendo suplentes. Un par de partidos antes, el joven cedido por el Atlético de Madrid le había dado la victoria al Tenerife ante la Ponferradina tras ingresar por Bermejo.

Lo cierto es que la temporada, en este sentido, no había empezado mal para el banquillo tinerfeño porque en la primera jornada Jacobo González anotó el 2-0 contra el Málaga cinco minutos después de haber entrado en la cancha. En la quinta jornada, Álex Bermejo, ingresando en el 76, acertó en el 80 para darle el triunfo frente al Rayo Vallecano (1-0).

Pasaron entonces algunos encuentros sin revulsivos hasta que Jorge Padilla aprovechó su oportunidad e igualó el duelo contra el Fuenlabrada (1-1). En la 15º jornada, los de Ramis no podían ante el Albacete hasta que Shashoua y Sol, que entraron tras el descanso, convirtieron para ganar 0-2.

En Copa del Rey, Manu Apeh sentenció al Sestao River (0-2) en la prórroga después de haber empezado el encuentro desde el banquillo. Ante el Castellón, por ejemplo, Carlos Pomares le dio los tres puntos a su equipo ante el Castellón en Castalia (0-1). Ese día, Ramis decidió meterlo en cancha y al minuto cabeceó a la red. El propio lateral zurdo volvió a ser determinante unas semanas después contra el Fuenlabrada (1-1) en el Heliodoro siendo suplente.

En definitiva, que solo en diez de los 45 encuentros oficiales que disputó el conjunto blanquiazul esta campaña el banquillo aportó algo. Son registros insuficientes, lo que demostró que el ‘fondo de armario” del equipo no fue de mucha garantía.