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INGLATERRA

Seis policías heridos durante una protesta en Old Trafford

Las protestas contra los Glazer, propietarios del club mancuniano, han dejado a uno de los policías con una fractura en la cuenca del ojo y a otro con una herida en la cara.

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Seis policías heridos durante una protesta en Old Trafford
REUTERS

Seis policías resultaron heridos en las protestas que tuvieron lugar este domingo en los aledaños de Old Trafford según la policía de Manchester tal como recoge Manchester Evening News. Las protestas de unos 200 seguidores en el Hotel Lowry y de 1.000 aficionados desencadenaron en el asalto al estadio del United y en la suspensión del Clásico de Inglaterra: Manchester United-Liverpool. La policía ha informado de la detención de un hombre de 28 años tras la investigación.

Las protestas contra los Glazer, propietarios del club mancuniano, por la entrada del United en la Superliga han dejado a uno de los policías con una fractura en la cuenca del ojo y a otro con una herida en la cara. Ambos han sido hospitalizados. La policía calificó las acciones como "absolutamente atroces" después de que algunos seguidores entraran al campo por la fuerza.

Nick Bailey, subcomisario de la GMP aseguró sobre los hechos: "El comportamiento mostrado en esta protesta fue absolutamente atroz. Los agentes sólo intentaban hacer su trabajo y facilitar una protesta pacífica, pero algunos de los presentes se mostraron hostiles y agresivos con los agentes y forzaron la entrada al campo de fútbol, dejando muy claro que esta protesta no era pacífica y arruinándola para la mayoría de los manifestantes, que no tenían intención de que la protesta se volviera violenta".

El subcomisario indicó: "Nuestros agentes intentaron dialogar con los manifestantes, pero se encontraron con violencia y agresividad, lo que dio lugar a la adopción de medidas coercitivas. Las medidas coercitivas son siempre el último recurso, pero en estas circunstancias se consideraron necesarias para mantener la seguridad en una situación que estaba aumentando la hostilidad.

"Ningún agente debería venir a trabajar y enfrentarse a estas condiciones. Esta violencia fue completamente innecesaria y dio lugar a que se retiraran agentes de la policía de primera línea y de las fuerzas vecinas para evitar que los desórdenes se agravaran, lo que aumentó la presión y la tensión en nuestro servicio y, en última instancia, restó recursos a quienes podrían necesitar desesperadamente nuestra ayuda", añadió.