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MEMORIAS DEL DERBI CANARIO (VII)

Marcos Márquez: "Un derbi nunca es descafeinado"

'El Matador', del que muchos añoran sus goles en Segunda, afirma que “aunque no te juegues nada, el jugador es consciente de la importancia de ganar y la alegría que se le da a la afición”.

Marcos Márquez: "Un derbi nunca es descafeinado"

Uno de los últimos ídolos de la delantera grancanaria, Marcos Márquez, sigue presente en el recuerdo de buena parte de la afición amarilla. Héroe del celebrado ascenso de la UD a Segunda División en 2006 tras aquel gol al Linares en el Estadio de Gran Canaria, vivió varios derbis, con uno, en especial, que todos llevamos en la memoria y en el que él fue protagonista. Un minuto 96 que nunca se le olvidará de la memoria.

Corría el año 2008, principios de abril, y los dos conjuntos se medían en un derbi en el que los amarillos luchaban por alejarse de la quema de los puestos de descenso mientras que los blanquiazules peleaban por cotas más altas. Presupuesto y mejor plantilla marcaban aquellos años a favor de los tinerfeños.

Aquel duelo pasó a la historia por una UD que “nos quedamos con uno menos en la primera mitad, estuvimos peleando y aguantando el resultado hasta que al final se adelantaron en el marcador (con gol de Pablo Sicilia en el minuto 80) y la sensación era que todo estaba perdido”, relata el sevillano como si fuera ayer mismo. De hecho, confiesa que sentía que “en el ambiente se respiraba esa derrota”, pero “nos encontramos con ese gol en el que yo tuve la fortuna de ser el protagonista. Lo guardo con mucho orgullo y emoción. Hay veces que lo recuerda uno o ve algún vídeo que ponen en las redes sociales y todavía hoy en día se me ponen los bellos de punta por recordar aquel momento y no permitir que se escaparan los tres puntos del Gran Canaria”.

Eran tiempos complicados para Las Palmas en los derbis frente a un todopoderoso Tenerife, pero Márquez, echando la vista atrás, nos dice que “nosotros dentro del vestuario no lo veíamos así. Intentábamos no sentirnos en inferioridad en ese aspecto y plantarles cara con todas las de la ley. Obviamente era una situación complicada para nosotros y se notaba a nivel de jugadores que la mayoría habíamos jugado en Segunda B y, si es verdad, que ellos tenían jugadores contrastados que a nivel económico y profesional tenían una trayectoria. Nosotros intentábamos por todos los medios en el campo que eso no se notara, tirando de casta, orgullo y, sobre todo de un compromiso que tenía esa plantilla enorme. Un compromiso de que aquello era nuestro. Tú notabas de alguna forma que habíamos conseguido el ascenso junto a la gente y eso hacía que a la hora de jugar esos partidos estuviéramos a la altura”.

Metidos ya en plena faena hablando de los derbis, le preguntamos sobre cómo se vive esa semana de duelo regional internamente y nos comenta que "es una semana especial donde, incluso desde antes de que se acabe la anterior jornada, ya se habla del partido. No es importante solo para los jugadores, si no para la afición, la isla; en definitiva, es una semana diferente al resto". Y se nota entre los propios compañeros, puesto que "ya de por sí es un partido que todos quieren jugarlo, todos quieren estar a tope y recuperarse cualquier molestia o cualquier lesión que puedan tener, por lo que conlleva. Ahora, por las circunstancias en las que estamos, con el COVID-19 y sin público es diferente. Pero si es verdad que en la etapa que yo viví sabía que toda la isla iba a estar pendiente y es un ambiente muy bonito el cual todos los jugadores querían vivir".

Una de las cosas que con mas cariño recuerda el sevillano de los derbis es esa mancha de aficionados amarillos en el Heliodoro que, por la pandemia no podrán estar, pero que él nos comenta que se hacían notar, puesto que “aunque en comparación con el resto del estadio son menos se notan y se sienten. Cuando entras al campo, lo ves todo de azul y ves esa marea amarilla apoyándote durante todo el partido hace que vayas al partido con todo. Te dejas el alma para no fallarle a esa gente que se ha desplazado. Eso ahora se echa de menos, pero bueno. Hay que intentar tirar de otros factores como la concentración para afrontar la motivación de este tipo de partidos”.

En cuanto a la actualidad, no se atreve a dar un favorito. Ambos llegan con posiciones similares en la tabla y el ex delantero amarillo, que anotó 61 goles en cuatro temporadas con la UD en Segunda, considera que “yo creo que ambos llegan más o menos parejos, la tabla así lo demuestra con el Tenerife con 40 y la UD con 39. Si olvidamos el último partido, quizás ambos lleven una racha similar y más igualado no puede estar. Ahora mismo, por la posición de ambos, lo que está en juego es esa rivalidad sana”. Además, a pesar de que no se juegan nada recalca que “un derbi nunca es descafeinado y menos este porque todo el mundo, aunque no te juegues nada, es consciente de la importancia de ganar y la alegría que se le da a la afición. Otra cosa es cómo se da el partido y que sea de mutuo respeto, donde los equipos se priven de atacar y no sea abierto, que también puede ocurrir por el temor a perder, pero, a priori, va a ser un partido intenso y que el equipo que menos errores cometa se llevará el gato al agua”.

En en plano personal, por el momento, no se plantea entrenar, pero afirma que “siempre lo he dicho, Las Palmas es mi segunda casa. El club en el cual he disfrutado, con sus momentos de sufrimiento, pero tengo muchos amigos allí. Tengo muchos amigos y viví muchos momentos al límite y emocionantes. De momento veo mucho fútbol, vinculado a una escuela en Sevilla donde hay muchos equipos de todas las categorías intentando actualizarme para estar preparado para cuando salga un proyecto”, pero entrenar “no me lo he planteado, aunque es una parcela que me gusta. He estado entrenando en categoría regionales. Es lo más cercano a sentirte a lo que has hecho durante muchos años como futbolista y me encanta. Me preparé, tengo los carnés de entrenador, pero de momentos sigo con la escuela. No descarto el día de mañana comenzar en los banquillos, pero ahora mismo a corto plazo no me lo planteo.

Un resultado para el derbi

“Espero y deseo que Las Palmas gane, que la gente disfrute en casa y, sobre todo, que rompamos esa racha de casi 20 años y que consigamos una victoria por fin en el Heliodoro”, se despide el eterno Matador.