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Valencia BC
57
Lointek Gernika Bizkaia
46
Finalizado

COPA DE LA REINA | SEMIFINALES

Primera final para el Valencia

Se verá las caras con el Spar Girona tras derrotar a un Gernika que aguantó hasta donde pudo físicamente después de tres semanas de castigo por el COVID.

Actualizado a
Alegría del valencia tras alcanzar la final
Alegría del valencia tras alcanzar la finalFEB / ALBERTO NEVADO

El proyecto del Valencia Basket va tomando forma y pocos dudan de que a medio plazo será no solo un rival directo de Perfumerías y Girona, sino que acabará dejando a ambos por abajo. Juan Roig es el arquitecto de un equipo de ACB que ya tiene las vitrinas con unas cuantas copas, y aspira a copiar la fórmula en la LF Endesa. De momento, ya tiene el pase para la primera final de la Copa de la Reina, una cita que alberga como anfitrión. La Fonteta últimamente se presta como sede para muchas cosas y seguro que anhela una sorpresa mañana ante el Spar Girona. En semifinales, el equipo taronja dio buena cuenta de un Lointek Gernika, que llegó hasta donde pudo. Se conocen muy bien ambos equipos por una rivalidad labrada recientemente como aspirantes a ese peldaño tras los dos gigantes. Bastante travesía ha tenido este grupo vizcaíno, que llevaba tres semanas sin competir, por los contagios, y al que la inactividad y el hecho de jugar dos partidos en dos días ha supuesto una barrera imposible de superar.

El Valencia tenía claro debía hacer un partido muy largo a las de la villa foral. Y dominó desde la defensa. Mario López trató de nuevo de parar la transición, de ir a posesiones largas y de que el ritmo no asfixiara a su tropa, pero les ahogaron la circulación y en ningún momento cogieron el aire a la eliminatoria. Ouviña-Casas-Allen formaron el triángulo en el que se apoyaron las locales, que marcaron distancias desde el comienzo: 19-10 al final del primer cuarto.

No le gustaba al entrenador del Gernika cómo marchaban las cosas, con tiros forzados y pocas situaciones de contraataque. El rebote ofensivo apenas les daba opciones de seguir en el partido, aunque nunca se fueron del mismo porque su ADN no se lo permite. Es más, se agarraron a él con un par de triples en carrera, de Roundtree, muy controlada por parte de una jugadora con etiqueta WNBA como Allen, y la estelar en cuartos Bjorklund, aunque faltaban pulmones y convencimiento. Nogaye Lo fue la que tiró del carro con más fe. A base de paciencia fueron encontrando vías de anotación con penetraciones verticales para dividir y doblar hasta encontrar un lanzamiento más liberado.

Recuperó Rubén Burgos a su quinteto inicial y el impulso de Allen y la calma para atacar las defensas alternativas de su rival le permitió llegar al descanso con el choque controlado: 31-24. Arrojo tiró de clase y raza, pero cada error era castigado por los contragolpes valencianos. La distancia no bajaba de los diez puntos y un 20-4 al final del tercer periodo dejó el debate para el olvido. A partir de ahí, las chicas de Burgos dosificaban, dormían el partido, pensando en la gran final ante el Girona. Con el dominio atrás, sumaron acierto en el tiro exterior y la diferencia se disparó al 53-37. Un tanteo bajísimo para las vizcaínas, que pedían el final a gritos. Faltó gasolina para tener opciones en el último acto. Pero nadie les va a reprochar nada.