Garrido: “Castellón respira fútbol, hay fe en la salvación”
Juan Carlos Garrido (Valencia, 1969) tomó en enero las riendas del Castellón con el cometido de tratar de salvar la categoría a este histórico del fútbol en la Comunitat Valenciana.
Juan Carlos Garrido (Valencia, 1969) tomó en enero las riendas del Castellón. Regresaba así a España, donde ya entrenó al Villarreal y al Betis, tras llevarle su pasión por los banquillos por Bélgica, Egipto, Arabia, Emiratos Árabes, Túnez y Marruecos.
¿Se ve todo diferente tras un 4-0 como el del sábado a Las Palmas?
Desde el día que llegué sabía la dificultad que tiene salvar la categoría. Es un camino largo y duro. Hay que ser fuertes mentalmente. Una victoria como la de Las Palmas nos ayuda a seguir creyendo. Pero necesitamos más.
¿El equipo tiene fe?
Eso seguro. Se entrena bien, el ritmo de trabajo crece y cada día veo que el grupo es más competitivo, más agresivo. Hay unos jugadores profesionales y con buena actitud. Podemos conseguirlo.
Viene de proyectos en el extranjero en los que peleaba por títulos, ¿cuesta adaptarse a la pelea del descenso?
No. El que es entrenador, que lo somos por vocación y pasión, tiene que estar para trabajar en diferentes situaciones. Tienes que saber adaptarte; tener recursos y alternativas para las necesidades reales de cada equipo.
¿Qué le llamo del Castellón?
Querer ser profeta en tu tierra. Esa fue la razón. Quiero sentir que triunfo en casa y en un histórico de la Comunitat Valenciana. Quienes conocemos su historia y tradición, sabemos que es un orgullo poder entrenarlo.
¿Necesitaba volver a casa?
La pandemia ha contribuido. Antes del COVID estaba en un proyecto muy bueno en Casablanca, mi segunda casa. Pero la pandemia fue dura, me vi obligado a pasar mucho tiempo lejos de mi familia. El primer confinamiento lo aguanté, pero cuando se volvió a repetir, decidí rescindir y volver a casa. Fue duro. Luego salió lo del Castellón, un club al que con pandemia o sin pandemia le hubiera dicho que sí.
¿Por dónde pasa la salvación?
Por la unidad sin fisuras de toda la plantilla y del club. Mi experiencia me dice que en los clubes que hay tranquilidad, calma, en los que se dan las condiciones adecuadas para cada uno se centre en lo suyo... cuando un club tiene orden, los resultados son mejores.
¿Y en la actualidad el club tiene orden?
En el día a día sí veo esa unión. Y también que todos los empleados son conscientes de la exigencia que tiene el Castellón, que es la que fijan su gran masa social. Aquí los aficionados sienten pasión por el equipo. Castellón es una respira fútbol y la afición es tan pasional como exigente. Ojalá estuvieran en la grada. Hay fe en la salvación.
¿Qué plan personal y profesional tiene más allá de junio?
Con los temas de contratos yo soy muy fácil. Ahora quiero estar aquí y el objetivo principal es salvar la categoría. No me planteo otra cosa que la permanencia.