El gol de la paz
La asistencia de Vinicius a Benzema ante el Getafe tiene una historia detrás: 'Vini' y Karim habían ensayado la jugada los días previos. El incidente en Alemania ya es pasado...
Aquellas imágenes de televisión de Benzema diciéndole a Mendy en el túnel de estadio del Gladbach que no le pasase la pelota a Vinicius dejó marcado a Vini. Para bien o para mal, aquella cazada de la televisión francesa era la plasmación en voz de un peso pesado del sentir de parte de público y crítica: el brasileño fallaba demasiado, se aturullaba en los metros finales. La asistencia de Vini para Karim en el 1-0 del Getafe sella definitivamente y de manera pública aquel incidente. El centro con rosca y un pelín de folha seca del 20 blanco para la cabeza del nueve que terminó en la red no fue una improvisación. Esa jugada la habían ensayado entre ambos durante la semana en Valdebebas y por eso Vinicius se fue corriendo a buscar casi con ansia al francés, que le devolvió el favor con una colleja de hermano mayor. Buen rollo y escenificación pública de una paz que existía en privado.
El gol que venía precocinado. "Lo hemos practicado estos días en los entrenamientos", confirmó el propio Vinicius en RMTV tras un partido que le redime parcialmente. Convencer a Benzema es, en parte, convencer también a Zidane, que se mueve en las mismas coordenadas futbolísticas de su delantero fetiche. Por eso Vinicius está muy pendiente de Benzema. La asistencia ante el Getafe fue la cuarta que le da esta temporada, es su mejor asistente. De hecho, el franco-argelino se ha beneficiado en exclusividad de todas las que ha dado su compañero. En la flash interview Vinicius lo resumió fácil: "Karim nunca falla".
La importancia de asimilar a Vinicius y su fútbol anárquico al fluir del ataque madridista siempre estuvo en la mente del propio Benzema. "Karim está muy pendiente de mi", aseguró en público y en privado el brasileño en el verano de 2018, en sus primeros días con el Madrid. El francés sabe de sobra lo que es llegar al Bernabéu muy joven y quiso allanarle la adaptación. Fue uno de los primeros en unirse a la Viniciusmanía que se generó en la era Solari. Pero empezaron a asomar nubarrones. "Levanta la cabeza", le recriminó el veterano al novato presa de la ansiedad en un encuentro a finales de 2019.
Recuperar el idilio
La deformación de aquel idilio inicial, probablemente por el desgaste de un inicio de temporada 2020-21 tenso, parece haberse superado. Tras lo de Gladbach fue Karim el que tranquilizó a Vinicius en privado y ahora el carioca quiere seguir abonando esa sociedad en un momento donde no tiene competencia. La epidemia de lesiones ha mermado sensiblemente el ataque (Hazard, Rodrygo y Lucas) y quedan dos semanas para el Atalanta, momento cumbre de la campaña madridista mientras al Atlético no le entre una pájara en la Liga. Tiene Vinicius dos partidos para enamorar a Zidane. Este domingo contra el Valencia (16:15h.) en pleno San Valentín y la semana siguiente en Valladolid, equipo al que le ha hecho dos goles desde que llegó a España: uno de rebote en 2019 y otro en septiembre pasado. Por el bien de ambos, de Zizou y del Madrid, ese clic entre Benzema y Vinicius tiene que ser duradero.