El gran salto de Odegaard
Físicamente hecho y con 150 partidos a cuestas, la perla noruega acaba de cumplir 22 años, la edad en que 'rompieron' en estrellas Cristiano, Kaká, Özil, James... Es su momento.
Cuando pisó Valdebebas por primera vez ya como jugador del Madrid (meses antes había acudido de incógnito) en enero de 2015, los que le vieron podían apreciar en Martin Odegaard lo que era, un adolescente. Físicamente fibroso y muy resistente, pero un futbolista de apenas 16 años. En unas semanas se cumplirán seis años de aquello y el noruego no sólo ha forjado un cuerpo de adulto, también es miembro de pleno derecho de la primera plantilla del Real Madrid, a sus 22 años recién cumplidos este pasado jueves, encara el tramo en el que sus predecesores dieron el gran salto. A esta edad Cristiano, Kaká, Özil y James, cuatro talentos superlativos que vistieron también la camiseta blanca, dieron el pistoletazo definitivo a sus carreras…
Este jueves, Odegaard celebró su cumpleaños con su padre Hans-Erik y de manera virtual su madre, su hermano Kris y sus hermanas Mari y Emilie. Lo hizo en un momento de impasse, intentando recuperarse del todo para estar en Ipurua porque no termina de encontrar continuidad por culpa de las lesiones (tres este curso). Incluso Zidane ha intentado integrarlo en la dinámica modificando el esquema para albergar un 4-2-3-1 que permitiera al nórdico tener toda la libertad necesaria para exprimir su fantasía cerca del área como mediapunta. Todo en un Madrid de rotaciones casi nulas.
Zidane lo hace porque sabe del talento de Odegaard y porque está al fin en una edad en la que tiene experiencia y físico. Hay precedentes. Cristiano ‘rompió’ en estrella en la temporada de su 22 cumpleaños. Fue la primera vez que se destapó como un goleador para el Manchester United, con 23 goles, nunca había llegado a las veintena en su carrera. Esa 2006-07 fue su primera Premier y al año siguiente levantó su primer Balón de Oro y FIFA World Player.
Odegaard es más un fantasista, en la línea de Kaká, que también saltó a primera línea con 22 años. Con esa edad, en la 2003-04, apareció en Milán para enamorar a Berlusconi y ganar el Scudetto con Carletto. Un título que le permitió brillar con tranquilidad en aquel equipo rossonero aunque no comenzara a cosechar éxitos individuales hasta 2006 (XI del FIFPro y de la UEFA) y 2007 (Balón de Oro y FIFA World Player).
Özil y James, el poder del diez
La presencia de Odegaard como jugador de pleno derecho del primer equipo blanco es nueva, pero su experiencia, no. Pese a sus 22 años, empezó con 13 a estar en la rutina del primer equipo del Stromsgodset noruego y suma 153 partidos como profesional en tres Ligas y cinco equipos distintos (Stromsgodset, Heerenveen, Vitesse, Real Sociedad y Real Madrid). Su balance es de 26 goles y 32 asistencias. También ha añadido 25 partidos con la absoluta de Noruega que colidera junto a Haaland. Bagaje para pensar en cotas más altas.
Como las que se marcó James, a su edad, cuando elevó el nivel en el Mónaco 2013-14 y salió del Mundial de Brasil convertido en el futbolista de moda... y de ahí al Bernabéu. 22 años eran también los que mostraba el pasaporte de Özil cuando llegó al Madrid y fue el máximo asistente de esa Liga 2010-11, terminó el decimotercero del Balón de Oro y fue elegido jugador del año alemán. Dos dieces que siguieron el camino que ahora emprende Odegaard, en el momento en que puede devenir en estrella definitiva. Si al fin las lesiones pasan, de una vez, al olvido.