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TENERIFE 0-LEGANÉS 0

Tenerife y Leganés aburren en el Heliodoro

No supieron sacarse ventajas en un duelo muy parejo y en el que lo más emocionante fue un gol anulado por el VAR a Arnaiz al inicio de la segunda mitad.

No hubo goles en un Heliodoro que su hubiese tenido público, la silbatina hubiera sido el colofón de un encuentro aburrido y con dos equipos sin demasiados argumentos para llevarse el triunfo.

Ramis sacó un once con seis cambios con Alberto, Javi Alonso o Jorge Padilla como principales novedades. Martí presentó el equipo esperado y con una fuerte apuesta ambiciosa. Si bien el duelo empezó con el Tenerife mandando, en cuanto se activó Gaku, el Leganés enseñó sus cartas y pasó a dominar.

Los insulares abusaban demasiado del pelotazo, mientras que los madrileños no encontraban el último pase para inquietar a Dani. Así, el partido cayó en un pozo. Rompió el aburrimiento una buena jugada de toques del Leganés que acabó con Borja Bastón solo ante Dani quien respondió muy bien, aunque hubo falta previa y todo quedó invalidado (19’).

Llegando a la media hora, Fran Sol tuvo una buena oportunidad en el borde del área, pero su foribundo disparo dio en un defensa. Fue lo más parecido a una ocasión de gol para los blanquiazules que poco a poco dieron un paso hacia adelante.

La primera parte pasó sin pena ni gloria y con muy pocas aproximaciones a las áreas: el Tenerife no supo hacerlo, mientras que el Leganés fue de más a menos cayendo en el entramado defensivo tinerfeño.

En la segunda mitad, José Arnaiz facturó a poco de comenzar, pero el VAR avisó que el vasco estaba adelantado y su gol fue anulado. Por lo menos, hubo una emoción en el Heliodoro. Siguió dominando el cuadro visitante, que salió mejor. Otra vez la tuvo Arnaiz, pero no estuvo fino (59’).

Ramis metió a Shashoua para tratar de enlazar con el desasistido Fran Sol. Y nada más entrar el británico, un centro suyo exigió a Cuellar. Martí, por su parte, le dio cancha a Juan Muñoz para apuntalar la delantera.

Corrían (lentamente) los minutos, pero el fútbol seguía sin aparecer. Otra vez Arnaiz y luego Aitor Sanz intentaron romper la monotonía y el aburrimiento, pero sus disparos no estuvieron acertados. Dani Hernández evitó luego hasta en dos ocasiones el 0-1 del Leganés (79’): ni Juan Muñoz ni Sabin Merino pudieron con él.

En la recta final, el Lega se mostró un poco mejor, aunque le faltó creérselo para llevarse una victoria que visto lo visto, no mereció ninguno.