El Real Madrid y la Selección española han ido siempre de la mano. Los blancos, históricamente, han tenido una representación muy importante en todas las generaciones de La Roja. Sin embargo, en el Siglo XXI esa tendencia cambió en algunos momentos. El fútbol se fue convirtiendo cada vez más en un fenómeno global en el que a los jugadores ya no les daba miedo salir al extranjero para triunfar. Eso provocó dos situaciones: el Madrid comenzó a fichar cada vez más talento de fuera y los canteranos blancos, al ver tapado su sitio, probaban fortuna en otros equipos para tener oportunidades.

Esa tendencia se vio más acentuada que nunca en la última convocatoria de Luis Enrique. En la lista hubo sólo un futbolista del Real Madrid (Sergio Ramos), aunque el seleccionador contó con tres jugadores formados en la cantera blanca (Reguilón, Marcos Llorente y Morata) que no juegan en el Madrid. Después se unió también Marco Asensio por la baja de Ansu Fati, pero los canteranos seguían ganando 2-3. En el caso de Morata, no está en el Madrid por decisión propia, ya que pidió salir para tener más protagonismo y actualmente triunfa en la Juventus. Pero Reguilón y Marcos Llorente tuvieron que hacer las maletas porque Zidane no cuenta con ellos.

Analizando los madridistas que han ido a los grandes torneos de la Selección en el Siglo XXI se observa que esta tendencia que se acentuó como nunca en la última convocatoria se ha ido produciendo de manera gradual en las últimas convocatorias.

El Mundial de Corea y Japón fue el primer gran campeonato de selecciones del siglo actual. Con José Antonio Camacho de seleccionador, el Madrid cumplía con lo habitual: gran representación en La Roja. Casillas, Helguera, Hierro, Raúl y Morientes fueron convocados y todos con un rol importante dentro del equipo. De ellos, dos (Casillas y Raúl) eran además canteranos. En el otro lado de la balanza, únicamente había un jugador formado en La Fábrica que ya no estuviera en el club blanco: Pedro Contreras, tercer portero que acudió por la baja de última hora de Cañizares. Un caso normal, ya que triunfaba en el Málaga porque en el Madrid estaba Casillas como titular indiscutible.

Ese campeonato es recordado por todos los aficionados por aquella eliminación ante Corea del Sur, anfitriona del torneo, en unos cuartos de final rodeados de polémica. Precisamente dos madridistas son especialmente protagonistas en aquel partido: Morientes por el gol que le anulan en la prórroga y Helguera por sus protestas a Al Ghandour tras el pitido final.

Hubo cambio de seleccionador (Iñaki Sáez sustituyó a Camacho), aunque tres de los cinco madridistas que fueron al Mundial, repitieron (Casillas, Helguera y Raúl). A ellos se unió Raúl Bravo, por lo que disminuyó en un miembro la presencia de madridistas pero aumentó la de canteranos.

En el lado de los futbolistas formados en La Fábrica, otra vez hubo un único representante y también fue un portero suplente, en este caso Santi Cañizares. Indiscutible en el Valencia, pero suplente de Casillas en la Selección. En su momento tuvo que abandonar el Madrid cuando en 1996 llegó Fabio Capello al banquillo y le relegó a la suplencia porque quería un portero más alto y pidió que le ficharan al alemán Bodo Illgner.

Este campeonato disputado en Portugal fue un fracaso para la Selección española, porque cayó en la fase de grupos.

La Selección española volvía a ilusionar con la llegada de Luis Aragonés al banquillo y con una nueva hornada de futbolistas (Cesc, Iniesta, Torres…) que prometían dar alegrías a La Roja. El cambio de ciclo provocó también un cambio en los nombres de los madridistas, pero no en la importancia del club en España. Repitieron dos de la Eurocopa anterior (Casillas y Raúl) y a ellos se unieron Míchel Salgado y Sergio Ramos. Se reducía, eso sí, la presencia de canteranos (de tres a dos).

Como canterano que no jugaba en el Madrid volvía a repetir Santi Cañizares, que también con Aragonés era suplente de Iker Casillas. En aquel Mundial de Alemania se crearon muchas expectativas por el buen juego desplegado en la primera fase, pero cuando llegaron los cruces la Francia de Zidane mandó a casa a La Roja en octavos de final.

Esta es la primera vez en la que se ve en la Selección española el cambio de tendencia con respecto a los madridistas porque se produce un hecho insólito hasta ese momento: había tantos jugadores del Madrid (Casillas y Ramos) como canteranos que no estaban en ese momento en el club (Arbeloa y De la Red).

Es cierto que en el caso de De la Red actuaba como cedido en el Getafe como parte de su proceso de formación y después de esa temporada regresó al club blanco (poco después tendría que retirarse del fútbol profesional). Arbeloa, por su parte, triunfaba en el Liverpool y un año más tarde el Madrid le ficharía después de haberle formado en la cantera.

Ese torneo preocupó al club blanco, porque España salió campeona desplegando un juego muy vistoso. Es cierto que los dos madridistas fueron pilares básicos. Casillas era el capitán y fue decisivo en muchos tramos del campeonato, mientras que Ramos era un fijo como lateral derecho. A pesar de eso, el Madrid no tenía representación en el nuevo estilo de fútbol que estaba triunfando. El estilo de La Roja lo marcaban jugadores como Xavi, Silva, Iniesta o Cesc Fábregas. Ninguno jugaba en el Madrid…

Florentino Pérez regresó a la presidencia del Real Madrid en 2009 con dos objetivos principales: volver a fichar a los mejores del mundo y devolver al club el protagonismo perdido en una Selección española que era la referencia mundial. En la primera parte de la estrategia llegaron Cristiano, Benzema y Kaká, mientras que para españolizar la plantilla ficharon a Xabi Alonso, Albiol y Arbeloa.

Por tanto, en ese Mundial de 2010 repitieron los dos madridistas de la Eurocopa de 2008 (Casillas y Ramos) y se les unieron los tres fichajes recientes (Alonso, Albiol y Arbeloa). Cinco en total, igualando lo que ocurrió en el Mundial de 2002. España alcanzó la gloria y fue Casillas, capitán y canterano blanco, quien levantó la primera Copa del Mundo de la historia del fútbol español. 

En el apartado de canteranos triunfando fuera volvía a haber un representante: Juan Mata. Esta vez, en cambio, era diferente a las anteriores y se comienza a advertir un cambio. No se sintió valorado en el Castilla y en 2007 hizo las maletas y se marchó libre al Valencia, donde se ganó su plaza en el Mundial.

El broche de oro para esa generación irrepetible que encadenó Eurocopa-Mundial-Eurocopa. Igual que dos años antes en el Mundial de Sudáfrica, el Madrid tuvo cinco representantes entre los campeones. Repitieron Casillas, Albiol, Xabi Alonso, Ramos y Arbeloa.

Entre los canteranos, comienza a aumentar la nómina de madridistas que triunfan fuera. Tres jugadores criados en La Fábrica fueron campeones de Europa con España pero vistiendo las camisetas de otros clubes: Mata (que ya lo había sido en el Mundial), Juanfran (Atlético de Madrid) y Negredo (Sevilla). Juanfran se convirtió en un ídolo en el Calderón después de irse a Osasuna procedente del Madrid. En Pamplona fue extremo, aunque en la Selección era lateral suplente de Arbeloa, posición a la que había sido reconvertido en su club. Negredo, por su parte, triunfaba en el Sevilla después de no haber contado con oportunidades en el Real Madrid.

Es un campeonato de salidas sin entradas en lo que al Real Madrid se refiere, comenzando a advertirse el cambio de tendencia. Albiol había abandonado el club, mientras que Arbeloa ya no contaba. Por tanto, el Madrid sólo tuvo tres representantes en Brasil: Casillas (que fue a pesar de perder el sitio en favor de Diego López en el Madrid), Ramos y Xabi Alonso.

En el apartado de los canteranos tampoco hubo novedades en el apartado de caras nuevas, pero sí en el de ausencias: no fue Negredo y se mantuvieron Juanfran y Mata. El Mundial, no obstante, fue un rotundo fracaso para España, que defendía el título conseguido en 2010 pero no consiguió pasar de primera fase.

Se produce un hecho que nunca antes se había dado: en la Eurocopa disputada en Francia fueron más canteranos del Madrid que no jugaban en el club (Casillas, Juanfran y Morata) que futbolistas que vistieran la camiseta blanca (Lucas Vázquez y Ramos).

Era tiempo de reconstrucción en La Roja y Xabi Alonso abandonó la Selección tras el fracaso en Brasil. Además, Casillas abandonó el club de su vida en 2015, cansado de tanta polémica alrededor de su figura. Se mantuvo Juanfran, que venía tras fallar un penalti en la final de Champions contra el Madrid. Y a ellos se sumó Morata, que se convirtió en el 'nueve' titular de La Roja tras triunfar en la Juventus (ese mismo verano el Madrid le recompró).

España, no obstante, volvió a fracasar: en octavos cayó eliminada frente a Italia. Después de todos los éxitos, se vivió una novedad por partida doble: Casillas era suplente en la Selección (el titular fue De Gea) y acudía como portero del Oporto y no del Real Madrid.

Después de su poco peso en la convocatoria de 2016, el Madrid lo recuperó en el último Mundial, disputado en Rusia. Hasta seis futbolistas blancos acudieron a la cita, la cifra más elevada en todo el Siglo XXI: Carvajal, Nacho, Lucas Vázquez, Ramos, Asensio e Isco. Sólo Lucas y Ramos, que estuvieron en la Eurocopa de 2016, sabían lo que era disputar un gran torneo de selecciones a nivel absoluto.

La otra gran novedad es que, por primera vez en lo que va de siglo, no había en la lista ningún canterano del Madrid que no estuviera jugando en el club blanco.

Dos años después de aquello, se vivió la situación de la última lista de Luis Enrique, donde había más canteranos madridistas que jugadores del Madrid. Una situación que puede revertirse en los últimos meses, puesto que Carvajal estuvo ausente por lesión. Más allá del lateral derecho, el Madrid tiene difícil que convoquen a ninguno más, puesto que Lucas Vázquez, Isco y Nacho, que acudieron al último Mundial, no han contado para Luis Enrique. Sólo Isco ha sido citado alguna vez por el asturiano, pero en su primera etapa. Desde que regresó sustituyendo a Robert Moreno, el malagueño no ha contado…