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BARCELONA 3 - GIRONA 1

Messi se reinicia

El argentino fabrica un gol, marca otros dos en el amistoso ante el Girona y da síntomas de recuperación anímica después de la tormenta del burofax.

Actualizado a
Messi se reinicia
David RamosGetty Images

"Me quedo y daré el máximo", dijo Messi el 4 de septiembre para cerrar la tormenta del burofax. Personaje indescifrable, e introvertido, era difícil anticipar cuál iba a ser su reacción después de que el club de su vida le cerrase en las narices la puerta de salida. Aquel mensaje de Messi cogió fuerza contra el Girona.

Ferozmente competitivo como es, dio la sensación de haber borrado del disco duro dos semanas esperpénticas, de haberse reiniciado y estar ya manos a la obra. Otra cosa será las secuelas que queden de aquello cuando pase el tiempo. Pero de momento, Messi se ha puesto en faena en el césped. Dos asistencias, una maniobra mágica en el 1-0 y, otra vez, y seguramente demasiado pronto, el Barça, también el de Koeman, a su espalda.

Su delicatessen en la jugada del 1-0 fue esperanzadora. Colocado como falso nueve por Koeman para darle cancha a Griezmann en la posición que le gusta y equilibrar defensivamente al equipo, el argentino se sacó de la chistera un pase sólo en la cabeza de los elegidos. Trincao, jugador con el que podría entenderse porque va bien al espacio, pensó lo mismo que el argentino y Coutinho marcó el 1-0.

No está muy expresivo Messi, pero parece haber cerrado la carpeta del burofax, la entrevista en chanclas y los lamentos. Él sabe mejor que nadie que de su ánimo va a depender de la salud de su equipo y no parece estar forzando los tiempos sino superando un trance con madurez. "Construyamos el futuro juntos", le invitó Pjanic. Eso sí, a Messi, como a Busquets, Alba o Piqué, les toca exprimirse físicamente. La edad no perdona y la exigencia será alta.

El primer tiempo, por lo demás, trajo alguna buena noticia más como Araújo. Y alguna inquietante. De Jong fue una máquina de perder balones, recuperó con lentitud y pareció de todo menos preparado para coger el volante del equipo. El holandés completó su día 'horribilis' con un regalo que Samu Saiz convirtió en el 2-1. Antes, al borde del descanso, Messi había metido un derechazo. El argentino cerró su participación con el tercer gol.

Dijo Koeman a su llegada que Messi debía participar en la evolución del equipo. De momento, más allá del cambio de sistema, el Barça tampoco ha cambiado tantos jugadores (sólo han dejado de jugar Vidal, Rakitic y Suárez), apunta a un once similar parece el mismo equipo con las mismas taras físicas que podrían enviarle otra vez a los infiernos. Y, por supuesto, sigue siendo tan dependiente de Messi como siempre.