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BARCELONA - BAYERN

Messi ante un rodillo

El Barça, convencido de que puede ganar al Bayern. La clave será si el equipo azulgrana puede sostener el empuje alemán... y la inspiración de Messi.

El optimismo reinó en la sesión preparatoria del equipo blaugrana en el Estadio da Luz de Lisboa.
El optimismo reinó en la sesión preparatoria del equipo blaugrana en el Estadio da Luz de Lisboa.AFP
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No hace mucho tiempo, el partido que se jugará esta noche entre el Barcelona y el Bayern de Múnich en el Estadio da Luz de Lisboa (21:00 Movistar Liga de Campeones) se hubiera afrontado como un duelo de estilos en el que el juego de posición y toque del Barcelona desafiaría a la potencia física y el despliegue germano en un enfrentamiento de poder a poder. No es el caso de la cita de esta noche en el que el Barça comparece claramente como un conjunto inferior al bávaro, que es inmensamente favorito en los pronósticos. Ante esta situación, los de Setién saben que les toca salir a sufrir y tratar de dar la sorpresa ante un rodillo que lleva una segunda mitad de temporada intachable. Pero esto es fútbol y si alguien tiene a Messi entre sus filas, no hay sorpresa que pueda descartarse (sigue el partido en directo en As.com).

Después de dos años de batacazos llegando como favorito tras los resultados de la ida ante Roma y Liverpool, los blaugrana estrenan condición de tapados contra el Bayern. Se jugarán el pase a semifinales a partido único y a puerta vacía y nadie espera de ellos una exhibición de estilo. Se espera orgullo, resistencia y que, por una vez, la sorpresa caiga de su lado. El estilo, el ADN y lo demás, a priori, queda como adorno.

Motivos para creer tiene el Barça. Para empezar, Leo Messi, pero si hay algo en lo que los alemanes con sus bravatas previas al partido tienen razón es que con Messi solo no bastará. Ahí, el Barça tampoco anda descalzo. Detrás del argentino hay un gran equipo. El problema es ver cuanto dura.

Sabe Setién que su equipo, en el plano físico, deberá dar un paso adelante. La gran diferencia entre ambos contendientes está en el ritmo de juego. El Barça, como reconocía su entrenador tras eliminar al Nápoles, no está para aguantar 90 minutos dominando el juego. Y en este sentido, los de Flick son todo lo contrario. Son capaces de jugar dos velocidades por encima de los blaugrana. Pero está Messi.