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CHAMPIONS LEAGUE

El Gobierno portugués tendrá la facultad de suspender partidos

Las autoridades lusas podrían exigir que no se dispute algún encuentro si ordenan que un equipo se ponga en cuarentena, aunque cuente con más de 13 jugadores.

Actualizado a
El Gobierno portugués tendrá la facultad de suspender partidos
Nacho BallesterosEFE

Lisboa recibirá, a partir del miércoles, los siete partidos de la 'Final Eight' improvisada que la UEFA ha organizado para dilucidar el campeón de la Champions 2020. Lo hará en mitad de una pandemia que elevará al máximo el nivel de exigencia, en lo que a organización y compromiso se refiere, del máximo organismo del fútbol europeo y del propio Gobierno de Portugal.

Es por ello por lo que las autoridades lusas han dictaminado algunas medidas en coordinación con la UEFA para salvaguardar la salud colectiva y poder celebrar tan importante acontecimiento sin consecuencias que podrían resultar fatales. Como resultado, nos queda un estricto protocolo que, tanto los ocho equipos participantes como los posibles aficionados -pese a que se juegue a puerta cerrada- tendrán que acatar.

La primera norma es impuesta por la UEFA, y deja muy claro que, en el caso de que un equipo no disponga de 13 jugadores, el partido no se jugará. No obstante, la última palabra la tendrá el Gobierno y la Dirección General de Salud portuguesa en este caso, puesto que puede decidir que el equipo entero se ponga en cuarentena pese a contar con un número suficiente de futbolistas si se confirma un positivo por COVID-19. Por lo tanto, las autoridades del país vecino sí que tendrán la facultad para suspender un encuentro.

Además, un médico seguirá a cada equipo para vigilar sus movimientos desde su entrada a su salida del país y para corroborar que todos los futbolistas se someten al test de coronavirus justo después de la llegada y antes de cada encuentro. Quien no se haga esta prueba, no podrá entrar al estadio. La última medida que se ha impuesto a los equipos es la recomendación de que las directivas de los clubes -en grupos de diez como máximo- no tengan contacto con las plantillas.

En lo que respecta a los aficionados, como ya se conoce de sobra, los partidos se jugarán a puerta cerrada. Sin embargo, la Policía portuguesa ha elaborado un protocolo para que posibles hinchas o turistas que pudieran acudir a la ciudad lo hagan en condiciones de máxima seguridad.

En primer lugar, recuerda que "las reuniones no están permitidas porque son una fuente de riesgo de contagio muy alto". Si los aficionados quieren hacer una celebración, deberán hacerlo en lugares donde "pueden mantener permanentemente la distancia social".

Por último, la Policía ha hecho un llamamiento a la cordura instando a "que nadie considere el fútbol como una excepción a las normas de la salud pública" y apelando al "impacto que puede tener el coronavirus en la vida de cada uno y, en consecuencia, de familiares y amigos".