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VALENCIA

Manu Vallejo llama a la puerta

El 'efecto Vallejo' no fue suficiente para vencer en Granada, pero sí para darle energía y gol a un equipo que carece de lo primero y hacía tiempo que no encontraba lo segundo.

Actualizado a
GRAF2581. GRANADA, 04/07/2020.- El delantero del Valencia, Manu Vallejo (c), tras conseguir el primer gol del equipo valencianista, durante el encuentro correspondiente a la jornada 34 de primera división que han disputado esta noche frente al Gran
Pepe TorresEFE

Con el estado de ánimo bajo mínimos y acumulando tres partidos consecutivos sin ver puerta, Voro decidió ayer alinear a Manu Vallejo en la punta de ataque junto a Kevin Gameiro. Una pareja nueva, desde luego, por tiempo sin jugar -Gameiro no había sido titular desde la vuelta del equipo y Vallejo solo habí jugado seis minutos-, pero también por la novedad de que el equipo che no había salido con estas dos espadas como titulares en toda la temporada.

No cabía duda de que la sequía de tres partidos sin ver puerta tenía que llegar a su final y ahí estuvo Manu Vallejo para romper con la racha, pero más allá del gol, si Voro optó por Vallejo en vez de por otros futbolistas fue por el aspecto anímico. 23 años, su primer año en primera, lesionado desde Navidad y con mucho que demostrar, argumentos suficientes para que el gaditano saliera a comerse el terreno de juego y aportara energía extra a un equipo cuyo estado de ánimo está bajo mínimos.

Porque de poco importa que por nivel y galones Gameiro, Maxi e incluso Guedes con opción de segundo delantero, estén por delante de Vallejo en la rotación. Las circunstancias en el equipo che han llevado a que su técnico apueste por futbolistas cuyo estado de ánimo pueda contagiar al resto del equipo, justo lo que supuso su tanto del empate cuando con el 1-0 en contra las caras de los jugadores eran un poema.

Al final de poco sirvió ese tanto del delantero, más allá que para arañar un solitario punto que podría dejar al Valencia a seis de Europa al concluir la jornada con solo doce por jugarse. Sin embargo y por mucho que intentara camuflarlo, en la entrevista flash Vallejo no podía evitar tener una sonrisa medio escondida, una sonrisa que sale fruto de "haberlo pasado mal", pero no haber dejado de trabajar durante el confinamiento -pese a vivir en un piso-, haber vuelto a la rutina con menos peso que cuando comenzó el parón, ser uno de los que más 'aprieta el culo' en los entrenamientos y, a fin de cuentas, una sonrisa de gol.