Cuando el talento se hace esperar, los 'late-bloomers'
Cuando el talento se hace esperar, los 'late-bloomers'

REPORTAJE

Cuando el talento se hace esperar, los 'late-bloomers'

En un fútbol que tiende cada vez más a la precocidad de sus estrellas, la historia nos presenta a actores que explotaron en su madurez: Vardy, Drogba, Aduriz o Bacca.

Luka Romero se convirtió el pasado 24 de abril en el futbolista más joven en debutar en la Liga española. El mexicano del Real Mallorca se estrenó con 15 años y 219 días. El suyo, evidentemente, es un caso de precocidad mayúscula, aunque la apuesta por jóvenes valores es cada vez más tendencia en el fútbol actual. Ahí está Kylian Mbappé, que a sus 21 años es el futbolista con mayor valor de mercado (180 millones según Transfermarkt), un ránking en el que se cuelan entre los diez primeros otros de su edad (Jadon Sancho y Trent Alexander-Arnold). La juventud se ha ido adueñando de los vestuarios con el paso de las décadas y así lo refleja por ejemplo el dato de que el Real Madrid conquistó su primera Copa de Europa con una media de edad de 27,4 años por los 23,53 de la última que levantó contra el Liverpool.

Ampliar

Mbappe y Neymar.

El fichaje de Neymar por el PSG (222 millones) significó un punto y aparte en el mercado. Tal cuantía terminó de disparar los precios y ratificó una dinámica en el mercado que había en el mercado. Los clubes se lanzan cada vez con más voracidad y cartera a por jóvenes valores, cuando antaño lo que se pagaba era la experiencia. Luis Figo fue el traspaso más elevado en el año 2000. El portugués tenía 27 años. Desde entonces hasta Neymar solo tres de los traspasos más caros de cara temporada eran menores de 23 (Essien, Torres y Pastore, todos ellos de 22). Sin embargo, tras el fichaje de Neymar, Mbappé (19) y Joao Felix (19) encabezaron el ránking de ventas más altas. 

Hoy los nombres más cotizados son los de Halaand (19 años), Havertz (21), Camavinga (17), Ferran Torres (20) o Ansu Fati (17). Ahí está por ejemplo la política de fichajes del Real Madrid, que según un estudio de CIES Football Observatory, es el segundo club de Europa con menor media de edad de fichajes en los últimos cinco años (21,95). Solo el RB Leipzig incorpora más juventud. Tales datos evidencian un cambio en la tendencia en la planificación de los clubes, porque es el mismo Real Madrid que, además del fichaje de Figo, lideró la tabla de traspasos más elevados a principios del Siglo XXI con Zidane (29 años), Ronaldo (25) y Beckham (28).

Hoy los jugadores más cotizados son casi niños: Halaand (19 años), Havertz (21), Camavinga (17), Ferran (20) o Ansu Fati (17)

Tal explosión de los jóvenes, en mayor número que antaño, implica también que la criba de los que llegan o no a la élite se produce cada vez a menor edad. Pero la historia del fútbol también está escrita por jugadores que no brillaron en el planeta fútbol hasta edad tardía. Los americanos les llaman los ‘late-blomers’, en esta llamada nueva normalidad se les podría definir como los asintomáticos del fútbol: tenían el talento dentro pero no lo supieron hasta tiempo después. 

Antonio Di Natale debutó en un Mundial con Italia a los 33 años; Diego Milito desarrolló su mejor fútbol en el Inter de Milán tras haber cumplido la treintena (incluido un gol en la final de la Champions de 2010); Luca Toni hizo 58 goles en 90 partidos con el Bayern después de apagar sus 30 velas de cumpleaños y Solskjaer jugaba en Tercera División hasta que con 21 le fichó el Molde y de ahí a ser referente del Manchester campeón de Europa de 1999.

Hay historias personales como la de Dado Prso, que era mecánico en su Croacia natal y militó en un modesto club del sur de Francia hasta que el Mónaco se fijó en él a los 23 años; Ian Wright deambulaba en el fútbol amateur inglés hasta que un ojeador del Crystal Palace, le invitó a sus 22 años a entrenar un día en sus instalaciones, ganándose allí su primer contrato profesional. Y si un futbolista aprovechó bien el tiempo a pesar de no despuntar hasta los 21 años ese fue Miroslav Klose, máximo goleador histórico de los mundiales. El alemán trabajó de albañil y jugó en la 5º División alemana hasta que un ojeador del Kaiserslautern le fichó. Jugó después cuatro Mundiales en los que marcó 16 goles.

La historia de cada ‘late-bloomers’ es única, aunque hay patrones o causas comunes que explican el porqué de la repentina explosión del talento que llevaban dentro y que no floreció hasta más tarde de lo habitual. A muchos un partido que le cambio la vida, a otros un entrenador apostó por ellos como nadie lo había hecho antes, otros tomaron una decisión acertada, mientras que a la mayoría el éxito fue un premio a su constancia o al sentirse respaldado por un entorno favorable.

Vardy: el partido que le cambió la vida

Vardy.
Ampliar

Vardy.

Netlix ha hecho series con menos historia que la de Jamie Vardy (Sheffield, 1987). Su vida cambió un 7 de enero de 2012. Tercera ronda de la FA Cup. Fleetwood Town, de la quinta división inglesa, contra Blackpool Football Club, un histórico recién descendido a la Championship. Derbi del condado de Lancashire. El partido se disputó en el Highbury Stadium y fue televisado en abierto a las 15:00 horas para toda Inglaterra. El Blackpool ganó por 1-5. Pero un escurridizo y veloz delantero del modesto Fleetwood llamó la atención de los espectadores. Ese futbolista era Jamie Vardy, autor del gol del honor local y protagonista de varias ocasiones más. Esa misma noche el Blackpool ofreció 700.000 libras al Fleetwood, que sorprendentemente fueron rechazadas por su presidente, Andy Pilley.

Pero aquel partido puso a Vardy, a pesar de que tenía ya 25 años, en el foco de multitud de ojeadores. A su puerta llamó el West Bromwich Albiol de Roy Hodgson. También el Southampton y el Cardiff City. Pero fue la perseverancia y la firme apuesta de Nigel Pearson, manager del Leicester, quien ganó la puja. La jugada le salió perfecta a Andy Pilley. Vardy contribuyó con 31 goles al ascenso del Fleetwood y el Leicester pagó un millón de libras (cifra jamás pagada en Inglaterra por un futbolista de quinta división). Era el verano de 2012.

"Con 15 años el Sheffield me rechazó, me dijeron que era demasiado pequeñito"

Jamie Vardy (BBC)

Vardy llegaba así al fútbol profesional (Championship). Atrás dejaba un sinfín de decepciones y problemas. A los 15 años el Sheffield Wednesday le descartó para su cantera. “Me dijeron que era demasiado pequeño y decidieron no contar conmigo”, confesó ya siendo una estrella a la BBC. Dejó el fútbol y se dejó llevar por la mala vida. Fue condenado a llevar durante un año una tobillera electrónica de localización tras participar en una pelea en la puerta de un pub. Buscó cobijo de nuevo en el fútbol y empezó a jugar en el Stocksbridge Park Steel (8º división). En 2009 pasó sin éxito una prueba en el Crewe Alexandra (4º división). En 2010 recaló en el Halifax Town (7º división). Sus 29 goles le valieron ser el MVP de la categoría y en 2011 el Fleetwood se hizo con sus servicios.

Cuatro años después de aquel partido de la FA Cup contra el Blackpool, ya con el Leicester en la Premier, Roy Hogdson volvió a llamar a la puerta de Vardy. Pero esta vez era para hacerle debutar con Inglaterra. Tenía 28 años. Al año siguiente, el cuento de hadas: campeones de la Premier, goles en Champions y en Eurocopa.

Drogba: la confianza de un entrenador

Didier Drogba
Ampliar

Didier Drogba.

Didier Drogba (Abiyán, 1978) fue nombrado tres veces mejor futbolista africano del año. La primera con 28 años, la segunda con 31 y la última a los 34. Drogba colgó las botas siendo el máximo goleador de la historia de Costa de Marfil. A día de hoy lo sigue siendo (65 goles). Es además el tercer jugador con más internacionalidades de su país (105). Eso a pesar de que él debutó bastante más tarde que otros referentes marfileños. Didier Zokora y Kolo Touré se estrenaron a los 19 años; Gervinho lo hizo a los 20; Yaya Touré, Salomon Kalou y Abodulaye Traoré, a los 21. Drogba no fue reclutado por su país hasta los 24 años.

Drogba le debe obviamente su exitosa carrera a sus virtudes pero en cierta medida también a un entrenador: Guy Lacombe. “Reclutar también es tener nariz” es una de las frases más repetidas del técnico francés. La tuvo y muy afinada con el marfileño. En 2001 Drogba militaba en el Le Mans de la segunda división francesa, donde apenas jugaba y el delantero titular era Daniel Cousin. Pero Lacombe, que era el entrenador del Guingamp, tenía apuntado el nombre de Drogba en su libreta desde dos años antes, cuando le llamó la atención en un partido en casa de Le Mans.

Guy Lacombe.
Ampliar

FBL-EUR-C3-RENNES-ZAGREBGuy Lacombe.

En el mercado invernal de 2002, el Guingamp traspasó a Fabrice Fiorese al PSG y al mismo tiempo se lesionó el delantero Stephane Guivarch. Lacombe tenía claro a quién quería fichar. Así, el 30 de enero de 2002, con 23 años, 10 meses y 19 días, Drogba debutaba en la Ligue 1. Lo hacía con gol incluido en una victoria en casa del Metz (2-4).

Drogba, máximo goleador de la historia de Costa de Marfin, no debutó con su país hasta los 24 años

Lacombe intuía el potencial que tenía Drogba y encima suyo puso en cada entrenamiento a su ayudante Eric Blahic, que le fue puliendo cada movimiento. El Guingamps salvó ese año la categoría en la última jornada y en la siguiente logró la mejor clasificación de su historia (7º). Los 20 goles de Drogba le valieron un contrato con el Olympique de Marsella. Solo un año después el Chelsea pagó 38,5 millones por Drogba. Tenía 25 años. El resto es parte de la gran historia de los ‘blues’ y del fútbol africano.

Aduriz: el premio a la constancia

Ampliar

Aritz Aduriz.

Aritz Aduriz (San Sebastián, 1981) puede calificarse de ‘late-bloomers’ por los hitos conseguidos en la madurez (no debutó con la Selección hasta los 29 años; tenía 35 cuando firmó su temporada con más goles y se convirtió en el goleador más veterano de la selección al anotar con 35 años y 275 días). Pero en verdad la virtud de Aduriz ha sido la constancia. Ella es la que le ha llevado a retirarse siendo el máximo goleador del Siglo XXI del Athletic de Bilbao y el sexto de toda su historia (172 goles en 405 partidos).

Aduriz es el goleador más veterano de la Selección; marcó con 35 años y 275 días

Aduriz, a diferencia de otros ‘late-blomers’, tuvo unos inicios más convencionales. En Lezama fue quemando etapas (20 goles en 96 partidos con el Bilbao Athletic) hasta debutar con el primer equipo a los 21 años. Su afán por ser profesional le llevó renunciar a un contrato de renovación con el filial bilbaino y a probar fortuna en el Burgos (16 goles) y después dos años al Real Valladolid (22 goles). Ahí se ganó el primero de sus dos regresos a San Mamés, pagando por él el Athletic 3 millones en el verano de 2006 y 2,5 millones en 2012.

Durante las tres temporadas de su primera vuelta al Athletic, Aduriz firmó sus primeros 23 goles como león. Su traspaso al Real Mallorca sorprendió a muchos por Lezama, pero no mermó su olfato. En Palma anotó 24 goles en 78 partidos y ello le valió para que le fichara el Valencia, que buscó suplir con los fichajes de Aduriz y Soldado la baja de Villa. Por Mestalla militó dos años. 23 goles más y debut en Champions. Y en el verano de 2012, vuelta a San Mamés. La tercera. La vencida. La que le ha convertido en leyenda. 149 goles en 313 (0,48 por partido).

Bacca: la importancia del entorno

Ampliar

FUTBOL 17/18Bacca.

Carlos Bacca (Puerto Colombia, 1986), antes de futbolista profesional, fue pescador y también vendedor de billetes de autobús, en la Compañía Transportes Costa Azul, que hacía el trayecto entre Puerto Colombia y Barranquilla. No fue hasta los 28 años cuando el colombiano tocó la gloria con el Sevilla en forma de Europa League. Fue el apoyo de su familia, de su padre Gilberto y de su pareja Shayira Santiago, lo que le empujó hasta llegar a las finales contra el Benfica y el Dnipro. Lo que allí pasó es historia del sevillismo y también del propio Bacca. Un gol en Turín, dos en Varsovia.

Bacca fue quemando su juventud por “campos abiertos” hasta que el Profesor Malio “me vio jugando un partido con el Aurora, el equipo de mi barrio”. El ‘Profe’ le invitó a realizar un entrenamiento en las categorías inferiores de Junior y “Fernel Díaz me dijo que me quedase”. Los cursos siguientes los pasó entre cesiones a clubes de segunda división. Primero al Barranquilla, después al Minerven de Venezuela. No fue hasta los 23 años cuando le llegó la oportunidad de debutar en Primera. Era su esposa Shayira la que le acompañaba cada día desde Puerto Colombia hasta Barranquilla.

Su esposa Shayira la que le acompañaba cada día desde Puerto Colombia hasta Barranquilla

Sus goles no pasaron desapercibidos y a su puerta llamó el Chievo Verona. El club italiano lo tenía todo acordado con los dirigentes de Junior. Pero como reconocía años después el propio Bacca: “Cometí errores”. Transcendió en la prensa de Colombia una noche de fiesta de varios futbolistas de Junior, entre ellos Bacca, y el Chievo Verona se echó para atrás. En lugar de traspaso solicitó cesión y la directiva de Junior no aceptó.

Ahí Bacca encontró el consuelo de su familia y la confianza para seguir esperando la oportunidad de dar el salto a Europa. Esta le llegó a los 26 años. El Brujas pagó dos millones por él y hasta Bélgica que se trasladó junto a toda su familia. Sus 31 goles en 54 partidos no pasaron desapercibidos para Monchi. De ahí a Turín y después a Varsovia. Fichaje estrella del Milán en 2015 (33,3 millones) y desde 2017 en Villarreal. Y allá donde ha ido, siempre con Shayira.

Back to top