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REAL SOCIEDAD 0-CELTA 1

Un polémico gol de Aspas mata a la Real y el árbitro la remata

Ganaron los gallegos en el Reale Arena en otra decisión arbitral dudosa en contra de una Real que se hunde con un punto de los últimos doce.

¡Que alguien pare la caída de esta Real Sociedad! Es un caso incompresible. El más extraño de toda la Primera División. Es un equipo totalmente diferente al de antes del confinamiento. Lo han cambiado, de viajar en primera clase a ir en el vagón de cola, como un equipo vulgar que tiene el colchón de su enorme temporada hasta marzo, porque sino la sensación es que tendría problemas hasta para mantenerse en Primera. Una metamorfosis sorprendente. Lo cierto, siendo justos, es que contra el Celta no mereció perder, fue un partido de rosco claro en el marcador; pero no es menos cierto que volvió a evidenciar su enorme atasco para generar el juego que había maravillado a todos antes de que el fútbol se parase. El equipo vigués fue muy practico en Donostia y aprovechó el regalo del colegiado con un penalti más que discutido de Llorente sobre Iago Aspas, que luego no fallaría desde los once metros. El Celta hundía más a la Real, pero una vez los árbitros le remataban. A perro flaco todos son pulgas, dicen. Pues eso. Y todo lo contrario los vigueses, que con esta segunda victoria consecutiva sacan la cabeza del pozo y encarrilan su salvación, hace bien poco muy comprometida.

El partido comenzó con un guion muy cercano a lo que se podía esperar. La Real Sociedad salió enfurecida por sus últimos resultados, intentando dar una marcha más a su posesión y para borrar de un plumazo todas las dudas que acumula por su pésima vuelta del confinamiento. Y el Celta puso en escena una versión más contemplativa, estando bien puesto sobre el terreno de juego, preocupado más de evitar el juego realista que de dedicarse a jugar. La goleada de la jornada pasada le ha dado la confianza suficiente como para saber sufrir sacando buenos resultados, algo que hace poco no era capaz el equipo de Oscar.

Con ese planteamiento le bastó al Celta para irse al descanso por delante en el marcador, porque la Real se diluyó como un azucarillo, su puesta en escena fue como la gaseosa, fue perdiendo gas según pasaban los minutos, porque las ocasiones que tuvo al principio fueron desapareciendo mientras el equipo vigués asomaba la cabeza cerca del área de la portería defendida por Remiro. Fruto de ese pequeño paso adelante llegó la jugada clave del partido, una acción muy polémica, protagonizada por Iago Aspas, que aprovechó una indecisión de la zaga realista para colarse entre los centrales. Llorente amagó con agarrarle, pero no llegó a engancharle, y Aspas, listo como siempre, se dejó caer al notar algo en su espalda. El colegiado no lo dudó. Penalti y gol del ‘principe de las Bateas’, que a la postre decidió el partido. Llueve sobre mojado, porque todo lo que le tiene salir mal, le sale mal. Está claro que Llorente comete una imprudencia evitable con su acción, pero es una jugada muy rigurosa, un penalti más que dudoso, que condiciona todo un partido hasta el punto de que le dio la victoria el Celta.

Tras el descanso, se esperaba una salida en tromba de la Real Sociedad, pero no hubo tal agobio. Sí que pasó a llevar la iniciativa, como era de lógica; pero fue un dominio irreal, casi ficticio; porque generó muy poco peligro y el Celta estuvo muy cómodo en su serio planteamiento defensivo. Oscar movió sus fichas, tiró de pragmatismo, estuvo muy sólido en labores defensivas despejando todo lo que le llegaba de la Real, y eso le bastó para conseguir un triunfo en Anoeta que vale su peso en oro. Y la Real deberá seguir dándole vueltas a qué le pasa con sus estrellas, como Ødegaard, Oyarzabal, Januzaj... muy lejos de su versión pre confinamiento. La nueva normalidad le ha sentado muy mal a la Real. Tanto que ahora peligra hasta su clasificación europea.

Óscar García

¿Qué importancia le otorga a estos tres puntos?

 “Hemos hecho un partido muy completo. No es fácil después de ganar 6-0 que los jugadores tengan la mentalidad de sufrir. No podemos esconder que la Real es un equipo que juega muy bien, que tiene un gran entrenador y que está luchando por entrar en la Champions. Hemos hecho el partido que queríamos, sabíamos que teníamos que sufrir en algunos momentos y que en otros podríamos tener el balón para hacerles daño. Les doy un diez a todos los jugadores, también a los que estaban en la grada animando. Esto es un mérito de todo y estoy muy contento de ser el entrenador de este equipo y de estos jugadores”.

¿La semana que viene va a seguir siendo el entrenador del Celta?

Estos seis días seguro y después espero que también. Estoy contento y muy a gusto.

¿Se han solucionado las diferencias que había para su renovación?

Me gusta hablar de fútbol y no de todo esto. Yo ya estoy pensando en el siguiente partido. Mis agentes están hablando con el club y yo me centro en entrenar.

El fin de semana pasado se daba prácticamente por hecha su renovación. ¿Ha cambiado el escenario o se ha complicado?

Si no se ha podido anunciar es porque no está del todo cerrada. Estoy a expensas del club. Si hay que anunciar algo tienen que ser ellos.

Olaza también acaba contrato para la semana. ¿Cree que el uruguayo va a acabar LaLiga con el Celta?

Es lo que espero y deseo. Es un jugador muy importante para nosotros, ha jugado todos los partidos y casi todos los minutos. Desde el club me transmiten tranquilidad en ese sentido y yo confío en lo que me dicen.

Retiró a Beltrán en el descanso, ¿tenía algún problema físico? ¿Y Bradaric?

Beltrán tenía un problema muscular al descanso y hemos decidido no arriesgar. Bradaric venía de no jugar, también ha hecho un buen partido porque no era fácil para un mediocentro.