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RACING | EL ALARGUE

El final lógico de un proyecto fallido

El Racing de autor de Chuti Molina, 15 jugadores y tres entrenadores fichados, 27 jornadas en puestos de descenso y 12 consecutivas último, obviamente no da

Santander
El final lógico de un proyecto fallido
Nacho Cubero DIARIO AS

Astracanada

Este Racing tiene muchos defectos que vienen de fábrica. Está mal hecho de arriba a abajo, no tiene ni fútbol, ni físico, ni gol, está además mal gestionado (por el mismo que lo hizo) y ya ha pasado por las manos de tres entrenadores, que tienen culpa, pero no la mayor cuota. Con esos ingredientes lo lógico es que el cocido fuera un desastre, pero no hacía falta que cada dos por tres, y especialmente en casa, los jugadores se empeñen una y otra vez en pegarse un tiro en el pie en acciones que bordean lo patético. El gol encajado el domingo (¡de un saque de puerta del rival!), cortesía de Luca y de Buñuel, fue de cine cómico. La tarta en la cara se la llevaron todos y cada uno de los racinguistas que sufren en la distancia. No se lo merecen.

Lo del dibujo

Los entrenadores, y especialmente Oltra en los últimos tiempos, gustan de decir en las ruedas de prensa, cuando los periodistas insistimos en cuestiones tácticas, que el dibujo no importa mucho. Que es, poco menos, un entretenimiento que nos buscamos los plumillas para tener algo que decir. Nunca les creí. A mí me parece crucial el papel del entrenador, como líder y como estratega, y creo que sus opciones tácticas pueden hacer o deshacer equipo. Hasta el domingo. Ni con 5-4-1, ni con 4-2-3-1, ni con 4-4-2 vi equipo. Ni orden. Ni alma. Debe ser verdad, José Luis, que el dibujo no importa. Con todos estos esquemas el Racing fue, como dice Antonio Carriazo en la SER, una banda esparcida por el campo.

Sin abanderado

Otra de las cosas que faltó frente al Tenerife fue alguien que se echara el equipo a sus espaldas. Hay que reconocer que durante toda la temporada ese papel lo ha llevado a cabo a la perfección Álvaro Cejudo. Con el de Puente Genil lesionado, que veremos cuantos partidos se pierde, si es que vuelve este curso, nadie dio el paso adelante. Hay uno que las pide todas, es verdad, Enzo Lombardo, pero es otra cosa. Se le agradece la personalidad, pero él no lidera al equipo, él juega su partido. Unos porque no pueden y otros porque parecen superados por las circunstancias. A mí me hubiera gustado que esos galones los llevara Sergio Ruiz, joven, con fuerzas, centrocampista, racinguista..., lo tiene todo para reclamar ese liderazgo. Pero no. Los dos partidos que ha jugado, por decir algo, tras el parón, han sido mucho más que decepcionantes.

¿Discreción o pachorra?

Creo que a estas alturas nadie va a discutir que las opciones del Racing de permanecer en Segunda son nulas. No porque los números no den, que difícilmente dan, es que todos vemos que el Racing no va a ser capaz de ganar de manera regular. Es probable, por los deméritos de los rivales directos, que no haga falta ganar siete partidos, que valga con seis. Da igual. El horizonte es la Segunda C, que es en lo que se convertirá la próxima temporada la tercera categoría del fútbol español con 20 modestos semiprofesionales más a sumar a los 40 que ya había. Un desastre. Pero habrá que prepararse para ese desastre. Y cuanto antes mejor. Y nadie sabe nada. ¿Discreción o pachorra?¿Qué será? Hasta ahora pensaba que Alfredo Pérez es un presidente impredecible, ahora ya empiezo a pensar que, como Rajoy, ante la duda decide no hacer nada. Es de los que piensa que lo que no se arregla con tiempo, se arregla con más tiempo. Y en el fútbol muchas veces no es así.