El Gobierno fiscalizará los fichajes de Barça y Atlético
Los clubes de Primera que se acogieron a los ERTEs no podrán fichar libremente al acogerse a las ayudas del Estado. Lo mismo los 10 de Segunda y los 41 de Segunda B.
Los clubes de Primera que optaron por presentar Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) no podrán fichar libremente. Los Ministerios de Trabajo y Hacienda inspeccionarán y fiscalizarán sus gastos, especialmente en materia de fichajes. El Gobierno tiene bajo control económico a Barcelona, Atlético de Madrid, Sevilla, Alavés, Valencia, Espanyol, Granada y Osasuna, que en distinto grado (ERTE o aplazamientos de pagos) se han acogido a las ayudas públicas.
Pero no sólo estos ocho equipos de la elite están bajo la lupa. La fórmula de los ERTEs también ha cuajado en las demás categorías. En Segunda División son diez equipos los que han presentado expedientes de regulación en Trabajo, y la cantidad de afectados se dispara en Segunda B, categoría en la que hay 41 clubes inscritos. Además, hay otros cinco de la Primera femenina.
LaLiga está al tanto de la situación y cree que, pese a que cada día aparecen jugadores vinculados a los equipos españoles, los fichajes de la presente temporada serán muy escasos. La patronal tiene claro que no será fácil acudir al mercado de fichajes por parte de los clubes que han necesitado ayudas para pagar las nóminas de sus trabajadores. Otra cosa distinta son los equipos, como el Real Madrid, que han llegado a acuerdos de rebaja salarial con sus futbolistas sin tocar los sueldos de sus demás empleados en las otras áreas del club ajenas al vestuario de la primera plantilla. El problema para el Madrid será el común a todos los demás clubes: la fuerte caída de ingresos como consecuencia de la pandemia.
A la situación, generada por la causa mayor del coronavirus, se puede unir el impacto económico que tendrá en los clubes la prohibición de público en los estadios al menos hasta que haya una vacuna, lo que supondría tener los campos vacíos hasta el año que viene. Las pérdidas no sólo serán por venta de entradas y aforos, sino que los clubes creen que también se resentirán las demás vías de ingresos, desde el marketing hasta la venta de jugadores, donde creen que también caerá con fuerza el mercado.