7. Milinko PANTIC.
Nadie sabía nada de él cuando llegó al club madrileño en el verano de 1995. Cuando se marchó tres años más tarde había conquistado el corazón de los seguidores del Atlético. Fue uno de los héroes del doblete, el equipo que entrenó Antic y que hizo historia al ganar Liga y Copa en la campaña 1995-96. Tenía una clase espectacular y fue un maestro a la hora de lanzar a balón parado. Marcó el gol, de cabeza, en la final de Copa ante el Barcelona, en Zaragoza, lo que hizo que Jesús Gil le hiciera un busto. En esas tres temporadas, desde 1995 a 1998, jugó 139 encuentros y marcó 36 goles. En el equipo de los Simeone, Penev, Vizcaíno y Caminero, él ponía la calidad.