"Ahora más que nunca soy el médico de los futbolistas"
El doctor Ireneo de los Mártires, jefe de los servicios médicos del Real Zaragoza, asegura que los jugadores se han responsabilizado y están colaborando con las medidas.
El doctor Ireneo de los Mártires, jefe de los servicios médicos del Real Zaragoza, ha explicado a través de los canales de comunicación del club aragonés cuál está siendo su función durante el confinamiento: "Como médico lo que más me importa es que ellos no tengan ningún síntoma que nos hiciera sospechar que pudieran estar afectados por el coronavirus, tanto ellos como sus familiares. Nosotros mantenemos contacto frecuente y, como ya les expliqué en la charla, yo ahora soy su médico más que nunca y cualquier necesidad que tengan estoy a su disposición. Por otro lado también tenemos el control de las posibles lesiones que pudieran surgir a la hora de realizar los trabajos que están haciendo en su domicilio. Afortunadamente, de momento no hemos tenido ningún percance importante. Otra de mis labores es ir controlando a los jugadores lesionados y que su progresión sea adecuada".
En este último caso, el doctor De los Mártires apunta que estos futbolistas en fase de recuperación también tienen que acudir a la Ciudad Deportiva: "Algunos estaban ya en la fase final, otros recuperándose de lesiones de larga duración, como Zapater y Javi Ros, y ellos, además de cumplir con el confinamiento, han tenido que seguir con el trabajo de recuperación en la Ciudad Deportiva bajo estrictas medidas de protección para prevenir cualquier posibilidad de contagio. Tenemos contacto periódico, yo subo a la Ciudad Deportiva y los voy viendo de vez en cuando y además tengo contacto diario con los fisios que están trabajando en su recuperación".
El jefe de los servicios médicos del Real Zaragoza también asegura que todos los jugadores están cumpliendo con las medidas impuestas para evitar la propagación del coronavirus: "En situaciones así te das cuenta de que todo en la vida es relativo y que lo único importante es la salud. Sin salud no hay fútbol, sin salud no hay terrazas con los amigos y sin salud no hay vacaciones. Los jugadores se han responsabilizado y están colaborando con las medidas decretadas por el Gobierno, sobre todo en cuanto al confinamiento se refiere. Por otro lado también debemos tener en cuenta que ellos son profesionales y tienen que intentar mantenerse en la mejor forma física posible, así que también se han mostrado muy receptivos a la hora de cumplir lo que se les está marcando por parte de los preparadores físicos".
Y ahí, como ha señalado anteriormente, también es muy importante su trabajo para controlar posibles contratiempos en forma de lesión: "Aunque las cargas de trabajo se están regulando muy bien por parte de los preparadores físicos, los jugadores están realizando ejercicios a los que no estaban habituados. Lo que van a realizar en casa son trabajos de fuerza y la parte cardiovascular se reduce a bicicletas de spinning. Eso puede generar algún problema de sobrecargas musculares, que es lo que vimos al principio. Se han ido acostumbrando y no me han transmitido que tengan algún problema importante".
El doctor Ireneo de los Mártires también ha explicado cómo está viviendo toda esta situación: "Con preocupación, como todo el mundo. Además a mí me toca vivirla de una doble manera. Por un lado como profesional, viendo cómo el número de pacientes que diagnosticamos cada día todavía es muy alto y esa luz al final del túnel aún está muy lejos, y por otro lado a nivel personal, con el miedo lógico de que algún familiar o alguna persona allegada pudiera enfermar. La verdad es que la propagación de este virus está siendo tremenda. Más alla de la gravedad que tiene, sobre todo es la capacidad de propagación en un período muy corto de tiempo lo que está haciendo que se saturen los hospitales".
De hecho, el doctor De los Mártires compagina ser jefe de los servicios médicos del Real Zaragoza con su trabajo en el hospital, donde está atendiendo a pacientes con coronavirus: "Me toca conocerlo de primera mano. Sin descuidar a los jugadores de la primera plantilla y al cuerpo técnico, ahora mi actividad profesional está volcada sobre todo en mi trabajo en urgencias del Hospital Clínico y como internista en varios centros privados de Zaragoza. Eso me hace estar en contacto diario con pacientes con COVID-19 y la verdad es que se hace duro, tanto física como sobre todo emocionalmente. Cuando voy por la mañana al hospital mi deseo es que cada vez vengan menos pacientes y que de una vez por todas alcancemos ese ansiado pico de la curva y, sin embargo, cuando acaba la jornada y haces balance ves que todavía siguen viniendo un número importante de pacientes. Vamos a ver si en estas fechas conseguimos que ya comience el descenso en cuanto al número de nuevos pacientes diagnosticados y que cada vez podamos dar más altas".
El doctor también se refiere a todos esos aplausos dedicados cada día a las ocho de la tarde a los profesionales sanitarios: "Tenemos ese reconocimiento de la sociedad y es algo que te reconforta y te da fuerzas para seguir peleando en primera línea de batalla. Cuando estoy en el banquillo y oigo corear el nombre de alguno de los jugadores se me ponen los pelos de punta y tengo esa envidia sana. Uno piensa que debe ser impresionate oír a todo el mundo aplaudiéndote o coreando tu nombre. Pues hace unas semanas yo estaba en un hospital de Zaragoza atendiendo pacientes con COVID-19 y en un momento, cuando estaba en control, escuché un llanto muy desgarrador de una chica joven que gritaba: '¡Quiero ver a mis hijos! ¡No me quiero morir!'. Imaginaros es ese momento lo que te recorre por dentro. Las enfermeras fueron enseguida a consolarle, ya que lo duro de esta enfermedad es que no tienes a tu lado un familiar que te coja la mano y te anime y consuele y tiene que ser el personal sanitario los que te pueden dar una palabra de aliento. Entre todos conseguimos consolarla como pudimos y más tarde, cuando me iba para casa, salí del hospital y en ese momento eran las ocho y estaba todo el mundo asomado a las ventanas y los balcones aplaudiendo y me emocioné. Era un aplauso que evidentemente no era para mí, sino para todas las personas que estamos peleando para que esto termine cuanto antes, y en ese momento pensé: 'Ahora mismo no me cambio por nada'. Así que por supuesto que esos aplausos te ayudan a seguir peleando. Pero por otro lado he de confesar que a veces siento un poco de tristeza porque a los que ahora nos aplauden somos los mismos que estábamos hace seis meses y no teníamos ese reconocimiento. Y seremos los mismos que esperemos que dentro de seis meses estemos atendiendo otras patologías. Nosotros no somos héroes ni llevamos capa y lo único que queremos es que nuestros pacientes se curen lo antes posible. Por tanto, no buscamos aplausos ni reconocimiento, únicamente respeto hacia nuestro trabajo. Así que esperemos que cuando todo esto haya pasado sigamos teniendo el mismo respeto".
Por último, el doctor Ireneo de los Mártires manda el siguiente mensaje a la población en general y al zaragocismo en particular: "Este partido sólo se puede ganar siendo un equipo. Un equipo formado por profesionales sanitarios, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, trabajadores de servicios básicos... Y como en cualquier partido, además de ser un buen equipo necesitamos el aliento del público. Y en este caso lo que necesitamos es vuestro aliento desde vuestras casas, colaborando en las medidas de confinamiento, y seguro que así ganamos el partido y pronto podremos vernos de nuevo en La Romareda".