El coronavirus avanza en Italia
Italia vive horas de miedo: el Torino-Parma se suma a Atalanta-Sassuolo, Inter-Sampdoria y Verona-Cagliari. También peligra el partido de Europa League del Inter con el Ludogorets.
El coronavirus está haciendo temblar a Italia. Ayer los contagiados subieron a más de 150 (con tres fallecidos), un número que crece hora tras hora, y repartido por seis regiones del país. En Lombardía, Véneto, Liguria, Friuli y Piamonte cerraron todos los colegios, universidades, iglesias y se vetaron las actividades culturales y deportivas (Carnaval de Venecia incluido) hasta el 1 de marzo. Bares y restaurantes, en Milán, deben cerrarse a las seis de la tarde. El presidente de la región Lombardía, Fontana, intentó tranquilizar la población (“Estas medidas durarán poco: espero poder levantarlas en el próximo fin de semana”), pero en Milán cunde el pánico: en las redes sociales circulaban fotos con las estanterías de los supermercados vacías. El primer ministro Conte aprobó un decreto con medidas muy duras para limitar la difusión del virus, incluyendo una zona roja en once localidades de Véneto y Lombardía, de las que no se podrá ni entrar ni salir sin incurrir en multas y hasta tres meses de cárcel: más de 50.000 personas están en cuarentena. La situación, obviamente, afectó también al deporte.
Este domingo, además de las decenas de partidos regionales, cinco de Serie C y una de Serie B, se aplazaron hasta cuatro partidos de Serie A: Inter-Sampdoria, Atalanta-Sassuolo, Verona-Cagliari y Torino-Parma. Hay dudas sobre la situación del Inter, que el jueves tendrá que disputar los dieciseisavos de vuelta con el Ludogorets: los búlgaros pidieron informaciones a la UEFA, y lo más probable es que el enfrentamiento se dispute en San Siro a puerta cerrada. Es imposible imaginar cuando se recuperarán esos enfrentamientos, sobre todo en el caso del Inter debido a su participación a la competición europea y a la Copa italiana: llegando a la final de ambos trofeos, la primera fecha libre sería el 20 de mayo. Además, parece complicado que las alarmas cesen en apenas una semana y también la próxima jornada podría sufrir aplazamientos. El presidente del Comité Olímpico, Giovanni Malagó, habló antes del partido entre Roma y Lecce (que los giallorossi ganaron 4-0): "En este momento el mundo del deporte debe alinearse con las disposiciones de las autoridades. La salud es lo primero, hay problemas logísticos y de calendario, pero vienen después". Mientras tanto, este martes en Nápoles se jugará el partido con el Barça. Y los napolitanos se preguntan qué ocurrirá si aparece un contagiado en Campania…
