Jokanovic: "El mejor con el que yo jugué fue... Djalminha"

-Sigue siendo un ídolo en Oviedo, Tenerife y A Coruña, donde triunfó como jugador en los 90. ¿Qué recuerda de aquello?

-El primero que me llamó para venir a España fue Radomir Antic. No había jugado con él, pero me conocía de la liga serbia y del Partizán. Él dirigía al Oviedo. Luego he tenido una relación muy estrecha con él, hasta el punto de ser vecinos. Siempre que voy a su casa es para ver un partido. ¡Nunca le encontrarás viendo una película (risas)! 

-¿Y qué sabía usted del Oviedo?

-Yo no sabía nada. Era el momento de salir de mi país. Tenía 25 años y había recibido ofertas del Leverkusen y de la Sampdoria. Me llamó Antic y me convenció. Enseguida supe a donde iba gracias a Nikola Jerkan y Janko Jankovic, que fueron mis compañeros.

-Luego en el Tenerife hizo historia en Europa…

-Sí, recuerdo aquel 5-3 al Lazio en el Heliodoro. Habíamos perdido en Roma 1-0 y me habían anulado un gol legal. En la vuelta empezamos perdiendo 0-1. Creíamos que nos iba a caer una goleada. Pero teníamos un equipazo y el partido fue muy abierto. Acabó 5-3 como pudo ser un 9-5 o algo así. Increíble.

-Y en el Depor tocó la gloria, campeón de Liga.

-Aquel Depor campeón era una generación de oro. Djalminha, por ejemplo, para mí el mejor futbolista con el que jugué. Ahora todo es muy distinto. La situación es límite. Si baja a Segunda B, corre incluso el riesgo de desaparecer. 

-¿Dirigiría a alguno de sus exequipos en España, ahora en Segunda?

-Las carreras de los entrenadores dependen de los momentos. No es lo mismo una oportunidad cuando acabas de terminar en un club y surge otro, que cuando estás dirigiendo. Lo que sí es un hecho es que en España adquirí un gran prestigio profesional y también personal. Mi carrera en España es más reconocida por lo que hice como jugador; en Inglaterra, por el contrario, es por lo hecho como entrenador. 

-¿Qué tal le van las cosas por Al Gharafa, de Qatar?

-Muy bien. Qatar es como una especie de Gran Hermano de entrenadores. Todos vivimos cerca, nos vemos mucho, vamos a los mismos hoteles, restaurantes… Se lo dije a Xavi cuando nos juntamos la última vez: “Mañana nos vemos de nuevo (risas)”.

-¿Es un paso atrás irse a Qatar? ¿Cómo lo valora?

-Necesitaba trabajar. También obtengo beneficios diferentes a los habituales. Está claro que si algún día tengo la oportunidad de volver a Inglaterra o dirigir en España, lo valoraré. En verano tenía ofertas de Championship. Pero me sedujo lo de Qatar.

-Tendrá condicionantes importantes, como el calor o la religión…

-En Qatar he vivido un calor que nunca antes sentí. Durante la época más calurosa se juega con aire acondicionado y es una sensación increíble. Estás a 20 grados sobre el césped cuando hace 47 fuera. Durante el Mundial no lo necesitarán. A final de año la temperatura es agradable, no se necesita el aire.

-¿Qué tal van los preparativos del Mundial?

-Están construyendo a lo bestia. No sólo están pensando en el Mundial, sino también en lo que quedará después. Los qataríes son pocos, pero tienen mucho poder.

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-¿Y hay ambiente de fútbol?

-A los partidos van pocos aficionados. Al Rayyan y Al Sadd sí que reúnen a 3.000 o 4.000 personas. Al nuestro van unos 400 ó 500. Con la selección sí que suelen ir más. En la Copa del Golfo llenaron el estadio Khalifa, por ejemplo.

-¿Se ve más la Premier o LaLiga?

-Quizá se vea más la Premier, pero también se sigue la Liga. El qatarí es un campeonato que quiere profesionalizarse, mirarse en las grandes ligas. En mi equipo hay futbolistas que trabajan en otras cosas por la mañana y luego vienen a entrenarse con nosotros. Hay poca cultura de deporte. Hay que animar a la gente a jugar al fútbol. 

-¿Y el límite de extranjeros, condiciona que los equipos no sean mejores?

-Para los jugadores extranjeros no es tan sencillo jugar en Qatar. Hay pocas plazas y futbolísticamente es más difícil jugar con gente de poco nivel que con gente de mucho. Lo que está buscando Qatar son nombres, jugadores importantes que le den una dimensión mediática al torneo.

-Se está convirtiendo usted en un todo un trotamundos…

-Es el séptimo país en el que dirijo. Me gustan estas experiencias. También viví la otra cara, la de la máxima exigencia. Estuve en la segunda división inglesa con el Watford y el Fulham y en ambos casos ascendí. Con el Fulham dirigí en la Premier.

-Últimamente está habiendo muchos cambios de técnico en Inglaterra.

-La Premier ya no sólo es fútbol inglés, ahora es fútbol internacional. La figura del manager histórico que había antes ha dejado de existir. Hay muchos dueños de fuera de Inglaterra. Se ha convertido en un súper negocio.

-Sin embargo usted sacó a Sessegnon de la cantera del Fulham y luego ha llegado a ser fichado por el Tottenham.

-Era un jugador físicamente hecho. Pedía paso ya en la élite. Los entrenadores no tiramos de los jóvenes por buscar a un nuevo Messi, esa no es la función cuando sacas a un chico así de la cantera. Entre otras cosas porque un jugador como Messi te sale una vez en la historia (risas)….

-¿Es muy distinto dirigir en España a hacerlo en Inglaterra?

-Todo es diferente en Inglaterra, sí. El entrenador es alguien muy respetado, se puede trabajar de manera más tranquila. La segunda división inglesa no se puede comparar con la española. A los partidos del Fulham llevábamos a 20.000 espectadores; hay otros grandes clubes que también llenan sus estadios: Derby, Leeds…

-¿Por qué el futbolista inglés no se adapta fuera?

-Le cuesta salir de allí, pero también al español le costaba en mi época. Ahora todo ha cambiado y los españoles están por todas las ligas. Es lo normal.

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-¿Casa su estilo de juego con el de Inglaterra?

-(Suspira) Cuando llegué, pensé: "Yo no sé jugar a este fútbol". Luego, cuando llevas muchos años, se te van pegando cosas. Ese juego de balón largo y segundas jugadas… es verdad que ahora lo están cambiando. El estilo cada vez es más continental.

-¿Le gustaría que se le reconociera también en España como entrenador, no sólo como jugador?

-Sí me apetece dirigir en España, claro, es una cosa natural. ¡El problema es que Madrid o Atlético aún no me han llamado (risas)! Llevo 17 años viviendo en Madrid. Dos hijos míos nacieron en Tenerife; el otro, en Madrid. Pero no me he planteado nada para el futuro.

-Es raro que no haya tenido oportunidades en LaLiga.

-En España ha habido algunas opciones e interés, pero aún no se ha dado la ocasión de entrenar. Sólo una etapa breve en el Hércules, al que cogí el 5 de mayo y a 12 puntos de la salvación. Era imposible la misión, aunque lo considero una etapa que me ayudó en mi carrera. 

-Usted es serbio, ¿cómo ve a Jovic en el Madrid?

-Dependerá de él si encaja o no. Si me preguntas qué delantero es mejor, si Jovic o Benzema, obviamente diré Benzema. Pero Jovic lo intenta, se mueve. Si no se moviera, parecería que no hace nada en los partidos. He oído que le acusan de frío y pasota. El Madrid es así. Si pitaron a Cristiano…

-¿Llegará Jovic a lo que prometía?

-Recuerdo que el primer partido que jugó como profesional fue en mi ciudad natal. Parecía medio gordito, inofensivo… pero marcó dos goles con 16 años. Tenía algo especial. Le ficharon muy joven del Benfica, luego fui cedido a Alemania y ahí explotó. Es joven. Veremos.