Al Sevilla le faltó el estoque ante el muro Juan Pérez
El joven meta rojillo salvó a Osasuna, que se quedó con diez por expulsión de Oier a la hora de juego. Clase de fútbol de Banega
Al Sevilla se faltó el estoque en un choque con mil argumentos, todos intensísimos. Suma once partidos sin perder y emite señales fiables, pero pudo dar un golpe en la mesa en un campo muy bravo y se quedó a medio camino. Perdió dos puntos más que ganar uno ante un rival que se quedó con diez para la media hora final. Ahí estaba el chaval Juan Pérez, un meta muy maduro que ocupa un sitio bajo los palos por las lesiones de Sergio Herrera y Rubén. Para Osasuna era un día importante, por las ganas de restituir su honor, ese de 31 partidos invicto en casa, mancillado ante el Athletic.
El objetivo era recuperar la senda de la victoria en casa e iniciar otra racha histórica, siendo conscientes de que se medían a uno de los equipos más fuertes de LaLiga. Los pupilos de Lopetegui conocieron desde muy temprano cómo se las gastan en la trinchera de El Sadar. El exseleccionador sabía que era un día importante y no se guardó a Navas y Fernando, entre algodones toda la semana. Los rojillos salieron a por todas, metiendo ritmo.
En el minuto cuatro Chimy Ávila estrelló un balón en el larguero, tras un saque de esquina de Rubén García. Los navarros movieron muy bien el balón en los primeros compases y robaban rápido. Sin embargo, el Sevilla mostró su calidad por medio de Munir, quien en el minuto 10, desde la frontal del área anotaba tras un pase magistral de Banega. Los nervionenses mostraron su fortaleza con contras peligrosas. Dan una sensación más fiable que el Atlético desde luego en esa liga de los terrenales al margen de los dos transatlánticos. El partido se fue espesando y al personal se le heló el alma cuando Cardona cayó desplomado después de un choque de cabezas en el área. Fue evacuado al hospital, donde se le detectó una conmoción cerebral, aunque estaba consciente. Su sustituto Adrián se sacó de la manga un tacón en esta jornada en la que ese recurso ha cobrado tanta fama por Suárez, y Chimy resolvió su aleteo de toda la noche con un golazo.
El segundo tiempo descorchó un torbellino de emociones. Ya se sabe que en El Sadar el tiempo nunca pasa de forma rutinaria. No faltó de nada y la guinda fueron las broncas hasta entre los dos entrenadores en la banda, resuelta con amarilla para Arrasate, tras retirar Lopetegui un objeto lanzado al terreno de juego. Las ocasiones de gol llegaron en cascada. Chicharito la tuvo muy clara pero se lució el joven meta Juan Pérez. Se despistó Koundé y la mandó al poste Rubén. La película era mucho más vistosa y el Sevilla salió a la aventura del área contraria. Lopetegui trató de asegurar más la contención con Carriço y tener la pelota a través del 'Mudo' Vázquez. Oier, el más experto del lugar junto con Torres, jugó a la ruleta rusa y le salió muerte. Una mano primero y una jugada en la que fue demasiado fuerte ante Óliver, aunque no hubo tanta violencia como para la segunda tarjeta, le borró del partido y dejó muy cojo a Osasuna.
A partir de ahí, los hispalenses tomaron las riendas con total autoridad, pillando la espalda a un equipo mal organizado, que debía estar defendiendo en bloque bajo pero que dejó autopistas en la retaguardia. Pudo influir que Nacho Vidal y Aridane, el cincuenta por ciento de la línea de zagueros, no estaban en el verde. Unai García, un recuperado para la cusa tras una grave lesión, compactó mejor la defensa. Un balón profundo permitió cazar una bola con dinamita a un fallón Chicharito, que cayó en el área ante Juan Pérez. El colegiado pitó penalti pero le llamaron a la pantalla a ras de césped y comprobó que el portero primero tocaba el balón y luego caía el punta mexicano ante él. Reguilón entraba por la izquierda como un puñal. Dabbur la tuvo en el 88, pero la estrelló en el poste. Mientras, la tensión entre los banquillos (estos Osasuna-Sevilla siempre han sido ejemplos de calentura total) no se cerró hasta que los dos equipos estaban ya en la ducha.
Lopetegui: "Merecimos los tres puntos"
El técnico sevillista lamenta las ocasiones falladas por sus jugadores en una segunda parte en las que dominaron a Osasuna. Valoración: "Fue un partido muy exigente, ante un equipo que nos apretó muchísimo. Creo que merecimos los tres puntos porque tuvimos ocasiones más que de sobra para ganar. Fuimos superiores a un equipo que aquí se lo va a poner complicado a todos".
Empate: "La sensación es que nos dejamos dos puntos aunque el inicio de partido fue mejor que el nuestro. Era difícil tener ritmo y el partido cambió incluso antes de la expulsión".
Fallos: "Ha habido situaciones claras de último control, palos, paradas de su porteros... Es un punto en un campo complicado y hay que seguir".