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ATLÉTICO DE MADRID-BARCELONA

"El único antídoto contra las faltas de Messi es no hacerlas"

Milinko Pantic, Toni Doblas y Manolo Rubio analizan para AS cómo se puede hacer frente a los libres directos del '10' del Barça, con los que ha marcado 51 goles, tres de ellos al Atlético.

Actualizado a
Así marcó Messi el 1-0 en 
 el Barça-Atlético de la 17-18. 
 Oblak se lanzó, 
 pero ni tocó el balón.
RODOLFO MOLINADIARIO AS

El idilio de Messi con los libres directos es estable y cada vez más intenso. Contra el Dortmund, cogió un balón parado en el lateral del área y lo mandó al larguero. Su marca sigue en 51 goles de falta, 45 con el Barça y seis con Argentina. De ellos, tres al Atleti: en la 08-09, a Coupet; en la 11-12, a Courtois; y en la 17-18, a Oblak. Los dos primeros, mientras se colocaba la barrera, y el tercero, por la escuadra. En esta Liga lleva ya cuatro y la psicosis crece cuando el 10 posa el balón para chutar...

"Es un superdotado técnicamente y sabe muy bien lo que hace, es muy inteligente. Encima el reglamento le favorece, ahora las barreras están a la distancia que deben", valora Pantic, el gran especialista en el balón parado del Atleti en los últimos 25 años, que recuerda con humor: "En mi época, con suerte, la ponían a siete metros. Alguna amarilla me llevé porque me negaba a chutar así".

"Ahora la barrera está colocada donde debe; a mí me la ponían, con suerte, a siete metros”

Milinko Pantic, exfutbolista del Atlético y experto lanzador de faltas

Messi, además, ha ampliado su repertorio. Alterna los toques sutiles con la potencia; al palo del guardameta o al opuesto. "Yo al portero sólo le pido que proteja su lado", reclama Milinko. El argentino incluso ha marcado por debajo de la barrera, aunque contra eso muchos defensas ya se ponen detrás de ella y se lanzan al suelo a tapar. También los hay que corren hacia atrás para ponerse bajo el larguero. Sin embargo, Messi ha podido con todas esas trabas.

A Pantic lo conoce bien Manolo Rubio de muchos entrenamientos juntos. Guardameta del Atleti en los 90, es entrenador de porteros del Fuenlabrada y profesor en la GMF Academy, y explica cómo el estudio de estas acciones es cada vez mayor: "Se trata de poner cuantas más dificultades mejor, pero el problema con Messi es que tiene cada vez más variantes". Parte de su trabajo es ayudarle a buscar soluciones a sus pupilos, que al final son los últimos responsables.

"Se trata de poner dificultades: si reduces la portería, incomodas al lanzador y le haces dudar, eso que ganas"

Manolo Rubio, entrenador de porteros del Fuenlabrada y profesor

Así lo asume Doblas, exportero del Betis, Zaragoza y Nápoles, entre otros: "Está todo analizado. Penaltis, faltas, uno contra uno... Pero con Messi todo eso pasa a un segundo plano porque sabe cambiar la decisión según vea colocado al meta". Desde su experiencia, concreta cómo afrontar un chut: "Confías en que la barrera se mantenga firme y que la ejecución no sea imparable. Se está intentando innovar, pero creo que contra un buen disparo no hay solución".

Desde el laboratorio, Rubio analiza las diversas opciones que se pueden usar: "Lo esencial es formar una buena barrera, tanto en ubicación como en estructura. El segundo jugador y el tercero deben ser los más altos. Otra tendencia es saltar, pero existe el riesgo de que los futbolistas se giren y entonces la muralla se abra o haga que el balón toque y se desvíe descontroladamente". Y el preparador expone un caso concreto, el de la defensa del Cádiz contra su ex, Aketxe, posiblemente el mejor especialista de Segunda en este arte: "Colocó, tras la primera barrera, varias zonas de defensa en el área y, además, un hombre en cada palo. Si incomodas al lanzador, le haces dudar y, además, reduces la portería, algo ganas. Pero no hay truco perfecto, y menos con un Messi impredecible".

"Se analizan los penaltis, las faltas... Con Messi pasa a un segundo plano porque cambia según vea colocado al meta"

Toni Doblas, exportero de Betis, Zaragoza y Nápoles, entre otros

"El único antídoto es evitar las faltas en lo posible, aunque eso Suárez lo sabe y Messi conduce el balón pegado siempre al pie", razona Pantic, a lo que Rubio añade: "Y hay que tener cuidado con esa orden, a ver si el delantero se cuela hasta la portería con el balón". Con todo lo que se pueda inventar, con barreras o sin ellas, lo cierto es que ante cada falta que Messi se disponga a lanzar esta noche en el Wanda Metropolitano, Simeone, Oblak y otras 68.000 personas se van a preocupar...