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ATLÉTICO

Costa, con más tarjetas que goles desde que volvió al Atlético

Unas son 18, los otros sólo 12. Su media goleadora en los casi dos años que han pasado desde su regreso es de 0,6 goles al mes. Muy pobre.

Madrid
Diego Costa, en la sesión ayer del Atlético.
EDUARDO CANDEL REVIEJODIARIO AS

Una sombra persigue a Diego Costa desde que esta temporada comenzó. Se perdió las dos primeras jornadas, pero desde que regresó en la tercera al Atlético de sus botas aún no ha salido un sólo remate a portería. Ha hecho tres, todos fuera. Y sin goles, no hay victorias. A cero se quedó el equipo rojiblanco en las dos últimas jornadas, en San Sebastián y ante el Celta. Físicamente está como nunca, lo lleva desde que comenzó la pretemporada, desde que llegó a Los Ángeles de San Rafael, pero seco, sequísimo. No es de ahora, sin embargo, esa sombra le persigue desde que regresó al Atlético, hace ahora dos años.

Diego Costa acumula en estos momentos más tarjetas, 18, que goles marcados, 12. Y eso que todo, cuando pudo volver a jugar, tras pasar la mili del Profe Ortega y que desapareciera esa sospechosa barriga que le habían dejado Brasil y tres meses de inactividad, tras declararse en rebeldía y no regresar al Chelsea, todo no pudo haber comenzado mejor. Que Costa parecía que nunca se había marchado. Fue en Lleida, en la Copa del Rey, marcó, tuvo tangana, se fue casi lesionado. Su primer gol en Liga llegaría apenas tres días después, 6 de enero, Metropolitano, ante el Getafe. Costa marca y se va a celebrar con la grada a pesar de que Koke tironea su camiseta hacia atrás. Ya tenía amarilla y el hoy capitán sabía: eso sería otra. Roja. Quizá ese partido sea su foto estos meses. Las tarjetas, la mezcla de la furia y el caos. 

Porque Costa llegó y nada más llegar los hizo mejores a todos. El Atlético casi dobló la cuenta de sus goles, pero tanto tiempo de inactividad y volver a competir también le pasaba factura al de Lagarto. 20 de enero de 2018, una elongación en su musculatura aductora. 10 de febrero, molestias musculares en su pierna izquierda. 11 de marzo, fuerte contusión en el tobillo derecho. 12 de abril, lesión en los isquios del muslo izquierdo. Acabaría el medio año de regreso con 7 goles, tres en Liga. La pretemporada pasada la comenzó más tarde, por el Mundial con España, y si fue fundamental para que el Atlético le ganara al Real Madrid la Supercopa de Europa en Tallín en agosto a la vuelta de la esquina, en octubre, le esperaban más lesiones, fueron ocho, entre ellas ese viejo tornillo en el pie que de pronto comenzó a doler y que le obligó a pasar por el quirófano y a parar tres meses.

Simeone trabaja con él para recuperarle

Mientras, la cuenta de sus goles parecía que pertenecían a otro, que no podían ser suyos, no del Diego Costa de los 36 goles en el año de LaLiga del gol de Godín. Pero había marcado al Sevilla en febrero y pasaron nueve meses hasta que celebró uno gol de nuevo, ante el Barça, justo antes de lo del tornillo, las sombras agazapándose a su alrededor. La expulsión en la segunda vuelta ante el Barça fue su fin de la temporada. Insulto al árbitro, ocho partidos de castigo. Simeone se quedaba para el final de LaLiga con la carta con la que le ganó a la Juventus la ida de octavos. Fue la sorpresa en el once y la tortura. Una amarilla tonta, tontísima, por moverse en la barrera al comienzo del partido, cuando estaba apercibido, le bajó del avión a Turín. Lo que pasó se sabe, es historia. Fundido a negro rojiblanco. La temporada de Costa acababa con 8 tarjetas y 5 goles.

Ésta, de momento, las tarjetas ganan por 3-0. Hoy Simeone volverá a reunirle en la hierba con Morata y con João Félix, con ellos saltó de inicio en New Jersey para marcarle cuatro goles al Madrid. El Madrid asoma el sábado. Y Simeone busca devolverle a su Bestia el olfato. Lo confesó ayer, en rueda de Prensa: "Trabajo con Costa para arreglar una situación no habitual para él". Pues eso, para que vuelva La Bestia