Remontada para el recuerdo del Espanyol a un Eibar dormido

Regresó el fútbol a Ipurua, en una matinal en la que el calor, el ambiente y la nueva grada de un estadio renovado fueron los protagonistas principales. Un partido en el que Eibar y Espanyol se jugaban mucho, con los periquitos sin estrenar su casillero goleador y los armeros sin haber saboreado la victoria esta temporada. El cuadro visitante fue capaz de remontar el gol de Ramis en Ipurua y llevarse una balsámica victoria de tierras guipuzcoanas con la que además hunde en la tabla a un Eibar que se queda en puestos de descenso con un punto en el casillero tras cuatro jornadas de Liga.

Arrancó frenético el Eibar, con un ritmo alto que impuso desde el saque de centro y que buscó sorprender a un Espanyol que decidió ceder la posesión de balón a los locales. La insistencia por banda a través de Cote y Tejero, sin embargo, apenas tuvo incidencia debido a una falta de ideas clara por parte de los armeros. Nublados a partir de tres cuartos, los locales se dedicaron a poner centros, en ocasiones sin sentido, en busca de un tanto que no llegó antes del descanso.

El Espanyol por su parte se encontró cómodo esperando atrás, en busca de alguna oportunidad que aprovechar para adelantarse en el marcador. Y la tuvo.

Ferreyra se adueñó de la primera ocasión clara del partido en el 14, en una jugada en la que Arbilla y Dmitrovic no se entendieron y el extremo fue el más listo de la clase dentro del área pequeña. La jugada acabó en córner, pero sirvió para meter el miedo en el cuerpo al conjunto de Mendilibar. A punto estuvo de hacer gol Enrich en el 41, cuando el partido estaba totalmente muerto, con un remate de cabeza tras centro excepcional de Cote en la ocasión más peligrosa de los locales en la primera mitad. Sin embargo, ambos equipos enfilaron túnel de vestuarios con el electrónico en tablas.

Muy diferente se presentó la segunda mitad. El Eibar salió a morder y esta vez aprovechó la que tuvo. Fue en el 58 cuando una falta al borde del área sobre Takashi Inui propició el primero de los locales, en un remate que Ramis puso en la red de Diego López tras centro de Orellana. Sin embargo, el momento clave del encuentro no llegaría hasta el 75, con una concatenación de sucesos que acabarían desequilibrando al balanza para los visitantes.

La lesión de Iván Ramis pareció hacer despertar al Espanyol, que justo en la reanudación puso el empate a 1 a través de Ferreyra, que también tuvo que ser sustituido por lesión en dicha jugada. En tan solo dos minutos, el Espanyol le dio la vuelta al marcador. Esta vez fue Granero, que recién ingresado aprovechó un regalo de Sergio Álvarez para terminar de matar al Eibar. A la desesperada, el conjunto de Mendilibar trató de rascar un punto que hubiera sabido a gloria vistas las circunstancias. Sin embargo, el partido ya estaba visto para sentencia.

Victoria de oro para el Espanyol, que pega un golpe sobre la mesa en la Liga y deja noqueado a un Eibar dormido.

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