Amo: el calvario del 'nuevo Ramos' hasta llegar a la Sub-21

José María Amo (Las Pajanosas, Sevilla, 1998) sólo tiene 21 años, pero ya ha vivido la cara más amarga del fútbol... dos veces. En apenas año y medio recibió en dos ocasiones (en abril de 2016 y en diciembre de 2017) uno de los diagnósticos más temido por un futbolista: rotura del ligamento cruzado. Lo superó y ahora le llega el premio a su constancia con la convocatoria de la Sub-21. "Pienso en todo lo que he sufrido, en el trabajo que he hecho para estar aquí. Pienso en mi familia, que es quien lo sufrió conmigo... No me esperaba estar en esta lista", confiesa a AS el central andaluz.

Para comprender su historia hay que remontarse en el tiempo. Desde hacía años su nombre aparecía como la gran promesa de la cantera sevillista, ya que muchos le señalaban como el sucesor de Sergio Ramos. Era un fijo en las inferiores, tanto en la Sub-17 como en la Sub-19. Sin embargo, todo se detuvo en abril de 2016, cuando se rompió por primera vez el ligamento cruzado de su rodilla derecha.

Amo superó aquel duro revés ayudado por su club, que le renovó ("aquello me ayudó, me dio tranquilidad ver que el Sevilla creía en mí a pesar de la lesión"). Regresó a su mejor nivel y en su primer partido en Segunda, con el Sevilla Atlético ante el Zaragoza el 18 de marzo de 2017, demostró que la lesión no había mermado su confianza: expulsaron al portero, no quedaban cambios y no dudó en ponerse los guantes. Ocurrió con 1-1 y su equipo, con él de guardameta durante el descuento de la segunda parte, ganó 1-2.

Su llegada al primer equipo parecía cuestión de meses (era ya un habitual en los entrenamientos) y otra vez aquel maldito diagnóstico: en diciembre de 2017 volvió a romperse el cruzado de la misma rodilla. "Cuando te lo dicen... (piensa unos segundos) La verdad es que te vienes abajo. Pero luego ya sabes cómo va todo, los plazos, el camino a seguir... Te pones manos a la obra. No queda otra solución. Ahora me quedo con lo positivo, con lo fuerte que me ha hecho mentalmente todo esto", confiesa.

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De familia ganadera, Amo se aleja del ruido que suele rodear a los futbolistas. Vive en Las Pajanosas, una pedanía de Guillena de apenas 1.500 habitantes. "Vivo en el campo. Soy tranquilo y allí desconecto de todo", explica.

Este año es una de las piezas fundamentales del filial sevillista, espera tener su oportunidad con Lopetegui en el primer equipo a lo largo de la temporada y esta convocatoria de Luis de la Fuente le convierte en uno de los candidatos a ir a los Juegos Olímpicos del próximo verano. "La posibilidad de ir a Tokio es un sueño, una motivación extra...", cuenta.

Su primer examen llegará mañana contra Kazajistán (15:00, Teledeporte). La Rojita, actual campeona de Europa, comienza un nuevo ciclo tras el éxito de los Ceballos, Fabián, Vallejo y compañía el pasado verano. Quien no cambia es Luis de la Fuente, el seleccionador: "Nos ha dicho que disfrutemos, pero sobre todo que ganemos", cuenta Amo.