NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ATLÉTICO

Simeone desterró a João Félix y puso a Thomas donde Ghana

El Eibar se puso 0-2 aprovechando la confusión de los rojiblancos en la salida de balón desde atrás. Simeone volvió a poner a Joao Félix en banda durante 25 minutos, sacó a Thomas de delantero, donde juega con Ghana, remontó y dejó al Atleti líder.

Simeone desterró a João Félix y puso a Thomas donde Ghana
PIERRE-PHILIPPE MARCOUAFP

"Nos vamos con la conciencia tranquila de hacer lo que teníamos que hacer, sin meternos atrás e intentando atacar al rival. Pero el Atlético cada vez es más grande, se gasta más dinero, tiene mejores jugadores y eso se nota". Así explicaba José Luis Mendilibar, entrenador del Eibar, el principal motivo por el que el Atlético logró remontar un 0-2 a su equipo, ganando así su tercer partido consecutivo y poniéndose líder. Desgranando el partido a nivel táctico apuntamos que el Atlético salió al campo con un sistema 1-4-3-1-2 (Oblak; Trippier, Giménez, Hermoso, Lodi; Llorente, Koke, Saúl; Lemar; João Félix y Costa). El planteamiento de Mendilibar, sacando un 1-4-2-3-1 con bloque alto, descubrió que Mario Hermoso siguió descentrando como en Butarque en la salida de balón y se le unieron Giménez y Oblak, a los que se vio desconectados e inseguros en la iniciación del juego desde saque de meta, como si al Atlético le hubiera descuadrado en su fútbol el cambio de norma de esta temporada por el que el balón ya no tiene que salir del área al sacar de meta. Ahora Oblak se la da en corto a los centrales y estos lanzan un pelotazo frontal con la presión del rival. A eso sacó a su equipo Mendi, a presionar la mala y dubitativa salida del balón que muestra esta temporada el Atleti, y antes del minuto 20 el Eibar se puso 0-2, echando por tierra el plan inicial de Simeone con Koke iniciando el juego y dos interiores (Llorente y Saúl) dando profundidad y amplitud a los laterales Trippier y Lodi (¡pedazo de fichajes!). Curioso lo de Marcos Llorente, que se le fichó supuestamente como sustituto de Rodrigo (¡cómo se le echa de menos!) y al que puso a hacer de Rodrigo fue a Koke.

Justo después del segundo gol, Simeone pidió a sus jugadores cambiar el sistema y pasó a su clásico 1-4-4-2, pasando a Lemar de detrás de los puntas a la banda izquierda y a Koke, de medio centro a la banda derecha, disponiendo el doble pivote Llorente-Saúl. Entonces el Atlético se ordenó, demostrando que este sistema sí lo tienen trabajado y llegó el 1-2 de João Félix. Tras el descanso Simeone volvió a señalar a Llorente y sacó a Vítolo, a quien en la grada se pedía desde el primer minuto como titular. Continuó con el 1-4-4-2, con los jugadores de banda del centro del campo jugando a pierna cambiada (Lemar, en la derecha y Vítolo, en la izquierda) y los laterales atacando insistentemente con un Lodi superlativo. De una progresión del brasileño llegó el empate de Vitolo, que definió como solo lo hacen los superclase. Era el minuto 52 y justo después del gol, Simeone mantuvo el 1-4-4-2 y sólo modificó la posición de dos jugadores: mandó a Lemar de segundo delantero acompañando a Costa y colocó (¡otra vez!) a João Félix en banda derecha alejándole de su zona de influencia (sus goles ante el Madrid, Juve y Eibar llegaron con el crack portugués jugando cerca del área no teniendo que seguir al lateral rival en fase defensiva).

La remontada iba a llegar porque había mucho tiempo por delante y salvo que la confusión contagiosa entre Hermoso, Giménez y Oblak en la salida del balón continuara. Y hubo otro momento de incertidumbre antes del empate a dos con la gente pitando el enésimo pelotazo frontal de Hermoso y Giménez perdiendo la cara al balón y Oblak pasándole desde el área de meta, demostrando otra vez que la fase de iniciación de juego necesita ser trabajada porque si no sale bien el balón desde atrás no existe conexión con los medios (por eso no estuvieron a su nivel Koke y Saúl) ni con los delanteros. Pero con João Félix en banda la cosa era complicada y ahí estuvo desterrado el portugués incomprensiblemente del minuto 53 al 77, 25 minutos, hasta que el Cholo quitó a Lemar y puso a Riquelme (el canterano entusiasmó con su desparpajo, pero extrañó que Iván Saponjic se quedara fuera del banquillo, como un mensaje de Simeone al club de que quiere que le fichen a otro delantero). Antes de la salida de Riquelme el equipo también demandaba aire en el centro del campo y lo normal era que hubiera entrado Héctor Herrera, un medio con nivelazo demostrado en el Oporto y un idolazo en México (extraña bastante que no haya jugado ni un minuto en las tres primeras jornadas).

Corría el minuto 83, cuando Simeone decidió quitar a João Félix ante la estupefacción generalizada de la grada, especialmente de los miles de niños que lucen orgullosos su camiseta del Atleti con el 7 y el nombre del portugués en la espalda, que no entendían como empatando a dos en casa quitaban a su ídolo del campo. Simeone mantuvo el 1-4-4-2 y puso a Thomas Partey de segundo delantero junto a Costa. En esa posición de delantero juega Thomas con su selección y ahí ha jugado este verano la Copa de Africa con Ghana. Simeone hizo un cambio hombre por hombre y sacó de punta a Thomas y desde esa posición donde le encanta jugar, el ghanés logró el gol de la victoria in extremis, que el Cholo lo celebró exultante, como merecía la remontada de un 0-2, haber ganado tres de tres, ser líder de LaLiga Santander y marcharse feliz al parón de selecciones (Simeone juntará unos días y se los tomará de descanso merecido como siempre hace cuando para LaLiga).

En los siete minutos de prolongación, el Atlético defendió lógicamente el resultado y lo hizo con el mismo 1-4-4-2 (Oblak; Trippier, Giménez, Hermoso, Lodi; Riquelme, Koke, Saúl, Vitolo; Thomas y Costa). Tremendo alegrón el triunfo para los 70 mil del Metropolitano, que, por segundo partido seguido de local esta temporada, no gritaron ni una vez, extrañamente, el cántico "¡ole, ole, ole, Cholo Simeone!". Pero esta vez la mayoría de los aficionados del Wanda sí le hicieron caso cuando levantó los brazos, en ese gesto tan peculiar, para dirigirles en la animación. Aunque torcieron el gesto cuando quitó a João Félix, todos sonrieron cuando marcó Thomas el gol de la victoria y todos piden a Vitolo de titular ya. Los atléticos están orgullosos de, como dijo Mendilibar, "el Atlético es cada vez es más grande, se gasta más dinero y tiene mejores jugadores". Y eso se tiene que notar.