Locura en la Cerámica: ataques de lujo y defensas de broma
El Villarreal deja escapar un 4-2 por su endeblez a balón parado y debido al amor propio de Soldado y compañía. Cordero Vega señaló dos penaltis. Cazorla y Moi, los mejores.
Calleja apostó ante el Granada por una defensa totalmente renovada y, lejos de salir airoso por su atrevimiento ahora que ya tiene galones, da la sensación de que deberá acudir mañana al despacho del presidente a pedir un último refuerzo. El Villarreal ganaba 4-2 en el tramo final del partido y, después de haber cometido errores de bulto a lo largo de todo el partido, se empeñó en tirar por la borda todo el talento derrochado por su ataque. Soldado y Puertas rascaron un empate que pudo ser incluso una victoria en el descuento. Este Granada es debutante, pero no tiene las trazas de un novato.
Cazorla, Moi Gómez y Gerard parecían haber firmado una noche de ensueño. Se fueron un día de Vila-real para crecer de forma lícita y estaban demostrando que lo mejor que han podido hacer es volver. Por el bien del Submarino y por el brillo que alguno de ellos había perdido. Ante el Granada, los hijos pródigos habían encarrilado el partido. Cazorla demostró que, afortunadamente, Aduriz no es el único viejo rockero en plena forma. A él (34 años) también le va la marcha. Sólo un año después de su regreso, recuperado ya su dorsal preferido (el 8 era de Fornals) y el brazalete, adelantó al Villarreal de penalti y luego lo mantuvo en pie con otro de esos pases que sólo el ve y sabe dar. Moi, por su parte, forzó un penalti, metió un golazo y dio otro. Gerard resucitó tras un año depresivo. Que no es poco.
Sin embargo, pagó sus goteras en defensa. El Granada tampoco puede sacar pecho en esa parcela. Con el bloque del pasado y un medio campo de talento tiene pinta de que va a ser un hueso si logra ser más contundente y evitar las pérdidas en las zonas prohibidas. Su arranque silenció a La Cerámica. Andrés Fernández, un ex, tuvo que desempolvar sus mejores artes para mantener el equilibrio. Sólo las decisiones arbitrales cambiaron el ritmo del partido en el primer tiempo. Cordero Vega dio un penalti al Villarreal que pareció en el 35’ y que Cazorla materializó. Después, sobrepasado el minuto de descuento concedido, señaló otro mucho más dudoso de Albiol a Soldado que Fede Vico no desaprovechó.
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
---|
Próximos partidos |
---|
El Villarreal regresó del descanso más entonado, mejor colocado y con más acierto en el pase, que a esas alturas de partido no era complicado lograrlo. Mientras, el Granada siguió a lo suyo, que no es otra cosa que presionar como si lo fueran a prohibir, morder y dominar en las segundas jugadas. La posesión para él es algo secundario. Así, las ocasiones seguían escaseando hasta que Quintillà hizo un surco por su banda en busca de otro pase de la casa de Cazorla para conectar con Moi Gómez. Su golpeo de interior llevaba tanta mala intención como precisión. Aun así, poco duró su alegría. Nueve minutos después Víctor Díaz puso una gominola en el área para que entre Rubén Peña y Machís, recién salido, pusieran el empate.
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
---|
Próximos partidos |
---|
El 2-2 no fue más que otra curva viendo la locura posterior. Gerard, sólo tres minutos más tarde, agradeció un uno contra uno mágico en banda de Moi, mientras que Chukwueze aprovechó otro robo en tres cuartos para hacer un eslalon con exquisita definición made in Messi. El partido parecía solucionado con Cazorla impartiendo su máster, sacando una falta con la diestra y la siguiente con la zurda. Nada más lejos de la realidad. Soldado se empeñó en no entregar la cuchara y soltó un gran cabezazo. Gracias a él, el Granada creyó. Y de qué manera. En el 81’, Puertas empató definitivamente en otra acción a balón parado. La Cerámica, en continua remodelación, parecía más que un coqueto estadio un imponente manicomio.